Primer paso: Contemplamos nuestra vida

  • Hacemos explícito que nos reunimos en Su Nombre. En el Nombre de este Dios Padre-Madre que nos ama incondicionalmente, ... la inspiración del Hijo Crucificado-Resucitado y... el fuego del Espíritu. Amén.

 

  • Como siempre le pedimos a la poesía y a la música, que vaya despertando y templando nuestro corazón a través de esta canción: Volver a empezar de Alejandro Lerner.

 

VOLVER A EMPEZAR

Alejandro Lerner

 

Pasa la vida y el tiempo, no se queda quieto.
Llego el silencio y el frío con la soledad.
En qué lugar anidarán mis sueños nuevos
¿Y quién me dará una mano
Cuando quiera despertar?

 

Volver a empezar
Que aún no termina juego.
Volver a empezar
Que no se apague el fuego.
Queda mucho por andar
Y que mañana será un día nuevo

bajo el sol… Volver a empezar

 

Se fueron los aplausos y algunos recuerdos.
Y el eco de la gloria duerme en un placar.
Yo seguiré adelante atravesando miedos
Sabe Dios que nunca es tarde,
para volver a empezar.

 

 

  • Te invitamos a repetir alguna frase que te toca más en este momento. Buscamos que ayude a templar el corazón para poder contemplar nuestra vida.

 

Tiempo personal:

 

  • El poeta y cantor nos dice: “Pasa la vida y el tiempo no se queda quieto llego el silencio y el frío con la soledad”. Una manera de describir esos tiempos difíciles que nos tocan atravesar por diferentes motivos.
  • En medio de esos momentos difíciles, que estan cargados de temores y de miedos, el autor afirma: “Yo seguiré adelante atravesando miedos. Sabe Dios que nunca es tarde para volver a empezar”.
    • ¿Cuáles son esos “miedos” que últimamente tuviste que a travesar?
      • ...
      • ¿De dónde sacaste fuerzas para atravesar esos miedos?
        • ...

 

  • Si te parece, lo podes escribir.
  • Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.

 

Reflexión:

 

  • Todo ser humano se enfrenta una y otra vez a diferentes “miedos”. Es natural sentir “temor” porque si bien tenemos ciertas fortalezas, es real que somos frágiles y pequeños. “Los temores” nos mantienen en estado de alerta para poder cuidarnos y vivir. Sin embargo, como hemos reflexionado otras veces, muchos “miedos” tienden a paralizarnos, por eso necesitamos enfrenarlos, mirarlos de frente y atravesarlos, como recien cantamos: “Yo seguiré adelante atravesando miedos...”. Erik Fromm, este filosofo-psicologo humanista, insiste que “lo contrario al amor no es el odio, es el miedo y lo contrario a la libertad no es la esclavitud, es el miedo”. Y... nosotros creemos que tiene razón. Hay que seguir cultivando el amor y la libertad para atravesar nuestros miedos.

 

  • Digamos algo más sobre “los miedos”. Pablo d´Ors sacerdote español, teólogo y terapeuta nos dice: “El miedo es el cáncer del futuro, así me gusta definirlo. La culpa, el cáncer del pasado. El apego, el cáncer del presente. El antídoto es la confianza. La confianza no se improvisa, es una virtud, lo que significa que se puede trabajar por ella. Si nos llenamos la mente de basura, enfermamos, nos acogotamos por el miedo. Por eso, hay que cuidar mucho las palabras que leemos, las que escuchamos. Todo lo que pasa por la mente va dejando una huella en el cuerpo y un pozo en el alma. Cada día leo, escribo y estudio sobre el arte de escuchar a los demás, que es la otra cara de la meditación, que es escucharse a uno mismo. No podes inspirar confianza frente a una amenaza exterior si no la has trabajado antes sobre ti mismo”.

 

  • En mayo del 2020, en plena pandemia Pablo nos dice: “El silencio es seguramente lo que “más miedo da”, pues es el mejor marco de lo que somos. Quien no quiera estar en silencio es que no quiere estar consigo mismo. Ojalá que a esta clausura obligatoria a la que estamos sumidos añadiéramos, por ejemplo, una hora de silencio al día. Una hora, o al menos media, para parar y dejar los teléfonos y las noticias a un lado. Media hora para sentarse, para respirar, para mirar dentro y ver lo que hay, para sostener la mirada. Para dar gracias por vivir. Para rezar si tenemos fe. Solo eso cambiaría esta noche oscura colectiva a la que estamos sometidos por el coronavirus. Miedos los tenemos todos, no conozco a nadie que se haya liberado totalmente de ese cáncer. Lo importante es qué hacemos con eso. Podemos escaparnos o intentar resolverlo, pero también podemos mirarlo, atravesarlo y darnos cuenta de su inconsistencia. Esta solidaridad en la sombra que estamos viviendo, si la vivimos bien, puede convertirse en una solidaridad en la luz que nos haga salir de esto robustecidos”.

 

  • Algo más. Muchos hemos visto las imágenes de la lucha de los indígenas en Jujuy, en el norte de Argentina defendiendo a la Madre Tierra entre otras cosas y el Litio que las transnacionales en complicidad con el gobierno de esa Provincia se está robando.  Se trata de un Pueblo que confía en su sabiduría, en la lucha de sus ancestros y por eso es capaz de atravesar los miedos. El coraje de nuestros herman@s indígenas, como otras minorías en tantos lugares del mundo, son un faro que clama diciéndonos: “Volver a empezar. Que aún no termina juego. Volver a empezar, que no se apague el fuego. Queda mucho por andar. Y que mañana será un día nuevo, bajo el sol… Volver a empezar”.

 

  • Vayamos al encuentro del fuego de Jesús...

 

  • Esta reflexión, ¿Qué me provoca?, ¿Qué me hace sentipensar?

 

Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús

Antes del Evangelio, te invitamos a hacer un instante de silencio y así disponer nuestro corazón para la escucha atenta de Jesús.

Escuchemos a la comunidad de Mateo 10, 26-33

 

“Pero no les tengan miedo. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azoteas. No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. ¿Acaso un par de pajaritos no se venden por unos centavos? Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita su Padre. En cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados. ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos? Por lo tanto no tengan miedo. Al que se ponga de mi parte ante los hombres, yo me pondré de su parte ante mi Padre de los Cielos. Y al que me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los Cielos”.

Nos quedamos un rato en silencio para que siga resonando en nosotros el Evangelio. Si quieren lo pueden volver a leer o volver a escuchar, para seguir contemplando al Maestro.

 

Reflexión:

 

  • Estamos leyendo un texto que fue escrito en un contexto de persecución. La comunidad de Mateo, como otras comunidades cristianas eran perseguidas por seguir Su Buena Noticia. Por eso recuerdan estas palabras dichas por el Maestro hacía más de 50 años atrás. Tres veces en un texto tan corto nos dice: “No les tengan miedo”; “No teman” y “por lo tanto no tengan miedo”. Necesitan pasarlas por el corazón una y otra vez para darse coraje y seguir adelante.

 

  • Esas palabras “no tengan miedo a los que pueden matar el cuerpo, pero no el alma”, Jesús las vivió plenamente. Como si la comunidad dijera: “Es verdad que lo crucificaron, pero no pudieron crucificar su Espíritu. Su Espíritu nos da fuerzas para atravesar nuestros miedos”. Justamente la comunidad de Mateo en el momento de la Cruz dejará por escrito: Pero nuevamente Jesús dio un fuerte grito y entregó su espíritu (Mt.27, 50).

 

  • Nos podemos imaginar a la comunidad de Mateo, en tiempos de persecución, cantando: “Pasa la vida y el tiempo, no se queda quieto. Llego el silencio y el frío con la soledad. En qué lugar anidarán mis sueños nuevos ¿Y quién me dará una mano, cuando quiera despertar?”. La memoria del apasionado Jesús les hacía arder el corazón y podían experimentar cómo la fe iba entibiando sus pasos.

 

  • Les renovaba la esperanza recordar aquellas palabras del Maestro: ¿Acaso un par de pajaritos no se venden por unos centavos? Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita su Padre”. Como recién dijimos: “El antídoto contra el miedo es la confianza. La confianza no se improvisa, es una virtud, lo que significa que se puede trabajar por ella”. Y eso fue lo que hizo aquella primera generación de discípul@s y es lo que tenemos que hacer ahora nosotros, seguir cultivando la confianza en nuestro Dios Padre y Madre para atravesar tantos miedos personales, familiares y comunitarios. Porque... “Queda mucho por andar... Y que mañana será un día nuevo bajo el sol... Sabe Dios que nunca es tarde, para volver a empezar”.

 

  • ¿Qué nos parece esta reflexión?. Y... ¿Cómo la vinculamos con lo que veníamos reflexionando?

 

 

Tercer paso: “Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”

.

 

  • Bendecimos los alimentos con las palabras que les broten del corazón. Con la conciencia de que Jesus esta en medio de nosotros. (Capaz que ya lo hicieron).
  • El ejercicio simple y profundo de bendedir, de “decir bien” nos ayuda a sabernos arte y parte de La Creación y en comuníón con El Creador, que sigue creando con nosotros. Nos ayuda a cultivar un corazón agradecido.

 

  • Con todo lo que venimos descubriendo y reflexionando, volvamos a escuchar la canción: Volver a empezar”.

 

  • Ahora como siempre hagamos una oración aun más explícita. Traemos al corazón diferentes situaciones que están resonando en nosotros, lo que esta pasando en nuestra familia, en nuestra lugar, nuestro país, en la humanidad, con nuestra madre tierra…

 

  • Despues de un rato de silencio.
    • Dejamos que brote una oración de acción de gracias… de petición… de perdón

 

  • También, como nos pasa siempre… empezamos a traer la vida de los que estan frágiles, los que están enferm@s… aquell@s que han fallecido, que han vivido su pascua. Confiamos que están resucitad@s.  Junto con ell@s decimos: “Padrenuestro...”.

 

  • También le pedimos a María que nos ayude a seguir atravesando miedos.  

 

  • Los invitamos cerrar con esta oración-reflexión de Nelson Mandela, cuando en 1994 asume como presidente de Sudáfrica.  

 

Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte

para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz,

inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás”
.

 

Estamos contentos de poder ofrecerles esta celebración.

L@s abrazamos Federico cp, Gilberto cp y Carlos cp

 

Nos ayudan para armar estas celebraciones …

 

  1. Nos ayuda mucho escuchar UN TAL JESÚS”. Los invitamos a escuchar el Nº 93: “Los que matan el cuerpo”

2.- JOSÉ ANTONIO PAGOLA

Si ponen en google “Comentarios bíblicos de José Antonio Pagola” se van a encontrar con sus reflexiones sobre los textos del domingo. Para cada domingo tiene varias homilías porque son de diferentes años. 

Last modified: Friday, 23 June 2023, 8:03 PM