Shalom!

Cuando -según los Evangelios- una mujer no judía le pidió a Jesús que sane a su hija poseída por un demonio, Él le respondió: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Pese a Su negativa ella insistió, y entonces finalmente Jesús dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres(Mateo 15:24, 28).

¿Porqué elijo este texto para comentarlo?

Porque hoy en día suele interpretárselo de un modo que no ayuda al reencuentro entre judíos y cristianos. Según las Biblias –la judía y la cristiana-, la salvación del mundo pasa por la restauración de Israel. San Pablo enseña que el cumplimiento de la promesa de Di-s alcanzará a las 12 tribus (Hechos 26: 6-7), y según los Evangelios la redención se realiza con las doce tribus reunificadas (Mt. 19:28 y Lc. 22:30)

El problema es que hoy en día los cristianos y los judíos persisten en creer que son el verdadero Israel, cada cual en forma exclusiva, negándole el mismo status a la otra parte. Pese a las declaraciones que desde el Concilio Vaticano IIª dicen que la Iglesia NO es el Verus Israel, persiste la inercia de las creencias masivas.

Creo que el diálogo entre judíos y cristianos -en la medida en que lo emprendamos juntos, pero no revueltos- podría aspirar a algo aún mas allá de la acción y defensa compartida de los valores profundos que unos y otros tenemos en común.

Los judíos (en cuanto judíos), y los cristianos (en cuanto cristianos) podemos aspirar a que la reflexión bíblica y teológica sobre la concepción que cada parte tiene de la otra sedimente en cambios en las creencias de unos respecto a otros.   

Si de verdad creemos que el texto sagrado –así como ha llegado a nuestras manos- encierra un mensaje divino en armonía con toda la Biblia, podemos intentar una exégesis diferente, creativa, respetuosa y osada, que busque el mensaje divino que pueda ser aceptado por igual por ambas partes.

En Dos Caminos una Redención, el profesor Yoel Ben Arye hace exactamente eso: explica que no tienen la razón los judíos ni los cristianos al creerse cada uno el verdadero pueblo de Israel, sino que tanto el Tanaj (Biblia judía) como el Nuevo Testamento permiten entender que somos ambos parte del verdadero Israel.  

Según su lectura, el pueblo de Israel avanza por dos caminos de salvación diferentes. Uno es el camino judío, el otro es el camino cristiano. La historia de los dos caminos comienza alrededor del año 720 a.e.c. cuando Di-s permite el exilio de la Casa de Israel y se divorcia de ella por su idolatría (Jeremías 3, 6-8). A partir del momento en que se forman dos reinos (cuyas capitales fueron Jerusalem y Samaria), la expresión la casa de Israel se refiere a la dinastía del reino del Norte, y a las diez tribus que gobernaba. En el exilio, esa casa de Israel perdió su identidad cultural y religiosa y pasó a la historia como las diez tribus perdidas.

Desde entonces que la casa de Judá (los judíosy la casa de Israel están separadas. Pero la Biblia dice que algún día volverán a reencontrarse las 12 tribus y serán reunificadas: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, (…) y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.  (Ez 37:19-…-22).

El cambio de paradigma es que en lugar de plantear la existencia de dos contendientes por ocupar el lugar del Verus Israelpostula la sinergia de tres partes componentes de Israel. Las tres partes son:

1) Los descendientes del expulsado reino del Norte (la casa de Israel), que son convocados –gracias la misericordia divina- a volver a establecer un nuevo vínculo de amor con nuestro creador. Ésta es la nueva Alianza, en reemplazo de la que la casa de Israel rompió al darse a la idolatría, que les permite volver a Él a través del amor de Jesús. Es exclusivamente a los descendientes de las 10 tribus del desaparecido reino del norte, las ovejas perdidas de la casa de Israel, que es enviado Jesús.

2) Otra parte del Verdadero Israel somos los descendientes de la casa de Judá, el reino del Sur, los judíos. Cuando otro domingo leamos que nadie viene al Padre si no es por mi (Juan 14:6) veremos que eso no aplica a los judíos porque el reino de judá nunca fue expulsada de la Alianza y siempre ha estado junto al Padre. A diferencia de la casa de Israel, la casa de Judá nunca dejó de ser IsraelLos dones y el llamado de Dios a Israel son irrevocables (Rom 11:13-15. 29-32) también se leerá este domingo.

3) La tercera parte del verdadero Israel son los gentiles que por su fe en Jesús se unen al camino propuesto a la casa de Israel, como la mujer Canaanea en Mateo 15 y … los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; (Is. 56: 6-7) como dice otro fragmento que también se leerá el mismo día. Es de estas últimas ovejas, que son de otro redil, que ya nos hablará otro día Juan 10:16

Ojala podamos reconocernos como los niños que también somos. Y si fuera verdad que el reino de los cielos pertenece a los que son como ellos (Mateo 19: 13-15), ojalá podamos también reconocer, cada uno, al niño que el otro también es.
En todo caso:

Que tengan un feliz y Bendecido Domingo

shalom shalom

Last modified: Friday, 18 August 2023, 7:11 PM