Shalom

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El Domingo 12 de Noviembre se leerá en las iglesias una parábola de Jesús, que hace referencia a una boda. Con relación a ese texto elijo comentar algunas particularidades de cómo es una boda según la ley judía, para poder explicar qué es la santidad, en la cosmovisión judaica.

Rudolph Otto, en su obra La idea de lo sagrado, caracteriza la santidad con la palabra: "numinoso". Lo sagrado, según Otto, es lo misterioso que sucede en esos momentos sobrecogedores que de repente se apoderan de los seres humanos.

Describe la sensación de lo numinoso diciendo que: A veces, puede llegar como una marea suave que lleva la mente a un estado de ánimo tranquilo, de adoración más profunda. Puede pasar a una actitud más duradera continuando, vibrante, hasta que al final se extingue y el alma regresa al estado de ánimo "profano", de la experiencia cotidiana.

Dado que Jesús vivía y predicaba entre judíos, en la tierra de Israel, es de suponer que su parábola se refería a una boda judía. Sabemos cómo se celebraban las bodas judías en la época de Jesús, gracias a la Mishná, una obra escrita alrededor del año 200, redactada para preservar las leyes que regían antes de la destrucción del Templo.

Al final de la sección dedicada al derecho de familia, trae un extenso tratado sobre el compromiso, que es un requisito previo para poder celebrar la boda judía. La Mishná está dedicada exclusivamente al kidushín, el compromiso.

Una boda judía es en dos etapas: primero, el compromiso (llamado kidushín), y luego la boda propiamente dicha. El compromiso comienza recitando una bendición especial sobre el vino: "Bendito seas, Di-s", concluye la bendición, "que santificas al pueblo judío a través de la  boda y el kidushín". (la santificación del matrimonio se produce a través de la boda Y del compromiso previo).

Luego de la bendición, el novio le da a la novia un anillo y le dice: eres santificada para mí de acuerdo con las leyes de Moisés y del pueblo judío. Esa es la ceremonia del kidushin.

En la época de Jesús, las dos etapas del matrimonio judío usualmente ocurrían en días diferentes. Hoy, compromiso y boda suelen celebrarse juntas, con solamente un breve descanso entre el Kidushin y la lectura del acuerdo pre-matrimonial.

En la época de Jesús era común que las familias fuesen poligámicas (un esposo, muchas esposas), como algunas familias islámicas. Pero si el Evangelio habla de 10 jovencitas que fueron al encuentro del esposo para entrar a la sala nupcial con él, no se refiere a bodas grupales. Para mi, leída desde la cultura judía, la parábola enseña que a la santidad se llega con la preparación de trabajar sobre los detalles de lo cotidiano.

Después de firmado el acuerdo pre-matrimonial, que incluye cláusulas para la eventualidad de un futuro divorcio (la boda religiosa judía puede desatarse), finalmente viene la boda propiamente dicha, la que efectivamente transforma a la novia y al novio en marido y mujer. Pero ¿en qué consiste exactamente la boda?

¿Será lo que sucede después del Kidushin, ya firmado el contrato pre-matrimonial, mientras los novios están bajo el dosel nupcial? ¿Quizás el momento en el que se vuelve efectiva la boda es cuando los contrayentes se recluyen juntos después de la ceremonia?

En ninguna parte del código legal está asentado cuáles son los detalles cruciales de la ceremonia de matrimonio. ¿Que cómo es el compromiso y noviazgo? De eso se trata el Tratado Kiddushin. ¿Que cómo es la boda propiamente dicha? Nada, solo algunos comentarios. Una boda es el acto que santifica la unión. ¿Cuál es –según la ley judía- ese acto?  

Para entender la respuesta tenemos que reflexionar un poco. ¿Qué significa la palabra “santidad”? A muchos, les vendrán a la mente imágenes de monjes serenos, o tal vez imponentes vistas de la naturaleza. Pero la santidad es diferente para la tradición judía.

Según el Rabino Soloveitchik: La santidad no significa un reino trascendente separado de la realidad. La santidad, desde la perspectiva de la ley judaica, es la aparición de una trascendencia misteriosa en medio de nuestro mundo concreto; el "descenso" de Di-s... sobre la faz de la realidad... La santidad es creada por el hombre, por la carne y la sangre.

El matrimonio es un acto de santidad, y la fuente de la santidad es la preparación, la designación, la santificación que se hacen antes de la boda. Esta es la razón por la que la ley judaica presta tanta atención al compromiso (el kidushín) y tan poca a la boda misma.

"No hay santidad", dice el rabino J.B. Soloveitchik, "sin preparación". La santidad surge de vivir deliberadamente y rebelarse contra el azar de dejarse llevar por una vida pasiva y no preparada. La preparación para la santidad es, en sí misma, la entrada de la santidad.

La primera aparición de la palabra santo en la Torá es en referencia al Shabat. También la santidad del Shabat es un ejercicio de preparación. "Quien se prepara para el Shabat, come en Shabat".

El enfoque judío no es sentarse a esperar que suba la marea de la santidad; no es un sentimiento inexplicable que puede o no golpearte mientras contemplas la belleza del mundo. La santidad es un camino que somos libres de elegir, de forma deliberada.

Las buenas acciones traen santidad, la preparación para Shabat trae santidad y, por supuesto, la ceremonia del kidushin trae santidad. Las jóvenes que según el Evangelio (Mateo 25: 1-13) se prepararon cargando de aceite sus lámparas son las que entraron a la sala nupcial con el esposo.

El aceite de las lámparas es una bella metáfora: debemos  proveernos de lo que necesitaremos para iluminar nuestro andar cuando nos llegue la noche. Para encontrarnos con Su presencia en nuestra vida, hay que prepararse con cada paso que damos, para cada paso que daremos, porque no sabemos el día ni la hora.

 

Que tengan una feliz y bendecida semana

Shalom Shalom!

 

Last modified: Thursday, 9 November 2023, 2:27 PM