Shalom

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De los varios textos que se leerán el Domingo 26 de Noviembre en las iglesias, quiero resaltar que algunos abordan, desde diferentes ángulos, cuestiones relativas a quiénes son los seres humanos que merecen (según la cosmovisión judaica) ser calificados de Justos.

Ya desde el comienzo de la liturgia de ese Domingo, el leccionario nos introduce en este tema explicándonos, en las palabras del profeta Ezequiel, que la idea de justicia de nuestro Creador no es la de cumplir y hacer cumplir lo que sea que digan las leyes promulgadas por los poderes terrenales. La palabra que, en Su nombre, nos da Ezequiel 34, enseña:

…Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y sanaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia.

La forma de justicia que nos enseña nuestro Creador es la forma que se ocupa de sanarnos cuando estamos enfermos, vendar nuestras heridas, buscarnos si nos hemos perdido y hacernos volver si nos hemos descarriado. En este sentido, Jesús, que dijo de sí mismo que no vino sino para las ovejas perdidas de la casa de Israelmerece ser calificado de Justo.

Por si a alguien no le quedase claro que las expresiones de Ezequiel son metáforas que se refieren expresamente a la conducta de nosotros, los seres humanos, Ezequiel explícitamente dice: …En cuanto a ustedes, ovejas de Mi rebaño, así habla el Señor: Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos.

Esta metáfora que nos trae Ezequiel es común en las sagradas escrituras del pueblo judío, como lo muestra el fragmento del Salmo 22, que en las iglesias se lee inmediatamente a continuación : El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas. El mismo Salmo que poco mas adelante nos aclara Quién nos está enseñando a andar por la vida con rectitud: …me guía por el recto sendero, por amor de Su Nombre.

Luego, cuando leemos en 1 Cor 15: …cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Se vuelve evidente que –al menos en cómo interpretó San Pablo el magisterio de Jesús- hay una dimensión social/política en estas enseñanzas, además de la instrucción ética.

A continuación, la antífona al Evangelio (Marcos 11: 9-10) anuncia: Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David!  Es notable que Marcos mencione el reino de David, que reinó sobre Israel (en el Norte) y Judá (en el Sur) aproximadamente 1000 años antes de los días de Jesús. ¿Qué quiere decir que ya viene aquel reino unificado que, en los días de Marcos, había desaparecido hacía ya 900 años?

Marcos habla de un Israel restituído, restablecido a lo que había  sido el pueblo de Israel antes de que se dividiera en el reino del Norte y el del Sur. Nuestro creador le dijo –en un sueño-  a David, que Jerusalem sería la capital de su reino. Desde entonces que Jerusalem es –hasta el día de hoy- la capital de las esperanzas del pueblo judío.

1 Corintios 15, sumado a la antífona al evangelio (marcos 11) Puede parecer una burda proclama nacionalista, puramente política, por lo que aclaro que el concepto judío de nación comienza con el reconocimiento de que hay algo más elevado que la nación misma, y que los impulsos patrióticos deben ser moderados con reverencia. Las leyes “sociales” (Deut) tanto como la enseñanza ética, son dos partes (complementarias entre sí) de lo recibido por el pueblo de Israel cuando aceptó la Alianza con Él.

A pesar de todo con fé, con esperanzas en aquella Alianza establecida a través de Moisés, en el Sinaí, pero viendo a su pueblo derrotado cada vez más oprimido, el mensaje de Marcos –para los judíos de su época- es un mensaje de esperanza: la destrucción que han provocado los romanos es el último estertor de la historia, antes de la restitución de Israel a su idealizado pasado.

Miles de judíos fueron crucificados por los romanos. La epístola a los Corintios les dice a los sobrevivientes que sus martirizados seres queridos pronto volverán a la vida, así como Jesús lo hizo. Marcos les dice que en el mundo que viene, que ya está a punto de advenir, Israel volverá a unificarse y a tener a Jerusalem por capital, en cumplimiento de La Palabra dada a David.

Hoy en día, para esta cristiandad des-judaizada y mas interesada en lo universal de todas estas enseñanzas, que en su inicial sentido judaico, no deja de tener algún interés reflexionar sobre qué significó esta Palabra en su primer contexto. En esos días dolorosos, percibidos como finales, en el Evangelio de este domingo (Mateo 25) Jesús enseña que todas las naciones serán juzgadas: Todas las naciones serán reunidas en Su presencia y Él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos,

A los que pondrá a su derecha, les dirá: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

Cuando los justos le pregunten cuándo fue que ellos hicieron eso, Él les dirá: …en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Según enseña la tradición judía, el mundo seguirá existiendo mientras haya al menos 10 Justos viviendo en él. Un Justo es alguien que vive para hacer esas cosas que enseña Mateo 25, que son el núcleo de la enseñanza ética de la iglesia.

Si alguna vez va Ud. A Jerusalem, visite la “Avenida de los Justos”. Allí verá cómo recordamos los judíos –con gratitud-  a los justos de otras naciones que han hecho… lo que Jesús enseñó que hicieran sus discípulos.

 

La senda de los justos es como la luz de la aurora,

Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

 

Que tengan una feliz y bendecida semana

Shalom Shalom

Last modified: Tuesday, 21 November 2023, 6:44 PM