Shalom

De los textos que se leerán en las iglesias el próximo Domingo 17 de Diciembre, comentaré los fragmentos del libro de Isaías (Is 61, 1-2ª. 10-11). ¿Porqué elijo este texto? En este tiempo de Adviento, que para los cristianos significa esperar por Di-s, celebrar Su venida, pareciera que a veces este sentido se diluye entre tanto consumismo, desaliento e indiferencia.

Por eso, tal vez ayude “volver a la fuente” en el sentido de profundizar qué significaron las palabras del profeta en el momento en que fueron dichas por primera vez. Por eso este aporte (desde el diálogo inter-confesional), con la esperanza de que tal vez sirva, a algunos cristianos, como una pequeña ayuda para leer Isaías desde la perspectiva (no cristo-céntrica) de la cosmovisión Judía.

Elijo comenzar por este texto, porque los diferentes escritos reunidos en el libro de Isaías, además de tener un significado propio de un momento en la historia del pueblo judío, son un mensaje de esperanza para toda la humanidad, una respuesta a la aspiración universal de esperar tiempos mejores y encontrar un sentido a todos los caminos y las búsquedas.

Isaías dice: "Al final de los días... confluirán hacia Jerusalén de todos los pueblos... Dios nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas...". Claro que esto puede ser interpretado exclusivamente como anuncio de la futura venida de Jesús, pero quitarle la dimensión judaica es amputarle una parte esencial de su vitalidad: la evidencia de la continua presencia de La Palabra en las diferentes circunstancias del devenir de la historia. 

Es característico de la escritura judía de todas las épocas el énfasis en el estudio y el préstamo de escritos judíos anteriores. Cuando los judíos religiosos se sientan a componer una oración o una reflexión, se esmeran en mostrarse portavoces de una tradición más larga. Al llevar a la tradición a una nueva situación, el autor dilucida las enseñanzas del pasado y fundamenta sus nuevas enseñanzas con mayor autoridad. 
La erudición bíblica (académica) moderna muestra que los propios autores bíblicos también comentan, explican, revisan, discuten y aluden a textos escritos por sus predecesores. Esta tendencia dentro de la propia Biblia muestra que la religión de los antiguos israelitas, ya era una religión basada en textos, un conjunto de creencias y prácticas que dependían no sólo de tradiciones orales, sino también de documentos.

A medida que los sacerdotes y profetas, los escribas y los salmistas añadían a las tradiciones del antiguo Israel, leían los textos anteriores y los explicaban y aplicaban de nuevas maneras. Esta forma de usar textos antiguos es especialmente notoria en la última parte del libro de Isaías, comenzando en el capítulo 40, que fue escrito durante y poco después del exilio babilónico. No sabemos el nombre del autor de esta parte del libro, por lo que los eruditos bíblicos modernos se refieren a este profeta como "Deutero-Isaías" o "Segundo Isaías".

En el año 540 a.C., Babilonia cayó en manos del conquistador persa Ciro el Grande, quien permitió que los judíos exiliados regresaran a Judá. En el libro de Isaías 44:28, el profeta hace que Di-s diga de Ciro: "Él es mi pastor, y hará todo lo que quiero, diciendo a Jerusalén: Tú serás edificada, y al templo, tus cimientos serán puestos".

Esta parte del libro de Isaías se dirigía a los judíos exiliados en Babilonia. Algunos de ellos dudaban de si Di-s todavía amaba al pueblo judío y si el pueblo judío tenía algún futuro. Otros se preguntaban si el Di-s de Israel era lo suficientemente poderoso como para derrotar a los dioses de Babilonia. El profeta intentó consolar a los exiliados, explicarles las razones de su exilio y convencerlos de que podrían regresar a su antigua patria. Cada capítulo de esta parte del libro de Isaías hace referencias a la literatura bíblica más antigua. El profeta reelabora el lenguaje de los textos anteriores y utiliza los textos más antiguos de maneras que ayudan a promover el mensaje de consuelo y consuelo a los exiliados.   

En la primera parte del libro de Isaías (cap.29), el "poderoso" a quien el Señor envió para castigar a Israel era el ejército asirio, que ese primer profeta Isaías predijo con exactitud que traería el desastre al reino del norte. Pero en la segunda parte del libro, cuyo autor se conoce como “Deutero-Isaías” (el segundo Isaías), las palabras con las que el primer Isaías reprendió y predijo la condenación reaparecen (en 40:10) como figuras de esperanza: Di-s mismo viene como el "poderoso" para redimir al pueblo. De este modo, Deutero-Isaías, el profeta del exilio, invierte el negativo mensaje del primer Isaías. El consuelo reemplaza a la advertencia de desastre. 

Además del autor de la primer parte del libro de Isaías, el profeta en cuyos escritos se inspira más a menudo Deutero-Isaías es Jeremías, que vivió unas dos generaciones antes de él. Jeremías predijo la destrucción del templo de Jerusalén, la caída del reino de Judá y el exilio de muchos judíos a Babilonia.

Deutero-Isaías recuerda sutilmente a la audiencia que los desastres que sobrevinieron a Israel fueron predichos por los profetas de Di-s. Estos desastres no indican que Di-s no esté presente, o que los dioses babilónicos o asirios sean más poderosos que Di-s. Más bien, fue Di-s quien trajo a los asirios y babilonios para castigar a Israel. Cuando el castigo esté cumplido, será Di-s, con la misma fuerza, quien traiga a otra nación para redimir a los Judeos y devolverlos a la tierra de Israel.

Al reformular a Jeremías (y al primer Isaías) de manera esperanzadora, el segundo Isaías fomenta el respeto por la tradición que conserva la Palabra de los profetas anteriores —que, después de todo, resultó ser correcta—, mientras hace avanzar esa tradición hacia la renovación de la esperanza. De esta manera, el segundo Isaías, profeta del exilio, sirve como metáfora del judaísmo mismo, que continuamente se mueve en nuevas direcciones, mientras vuelve a sus fuentes, reelaborándolas, tratándolas como fuente de vida.

El Nuevo Testamento, antes de la des-judaización de la cristiandad, tenían también este mismo sentido de amorosa continuidad y aggiornamiento de la tradición judía.

Que tengan una feliz y bendecida semana

Shalom Shalom

Last modified: Tuesday, 12 December 2023, 2:27 PM