Shalom

El Domingo 28 de Enero es el que sigue a continuación de la finalización de la semana de oración por la unidad de los cristianos, que comienza el jueves 18 y culmina el viernes 25, con la Solemnidad de la conversión de San Pablo.

Tal vez sea este Domingo una buena ocasión para recordar sobre qué fundamentos culturales se levantó el primer magisterio de Jesús. ¿Qué valores y creencias unían a todos los primeros discípulos de Jesús, que los compartían?.

Jesúsal ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor (Mateo 9:36). Entonces comenzó su magisterio, alrededor del que se unieron todos los cristianos. Su Palabra les recordó que: Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían (Nahum 1:7)

La Palabra que ellos vieron encarnada en Él, decía algo parecido a: Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos (Oseas 14:4). Él los atrajo y ató sus corazones con cuerdas humanas, con cuerdas de amor; y fue para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puso delante de ellos la comida (Oseas 11:4).

Les reaseguró lo que ya Jonás había dicho a Di-s,  cuando Le dijo, dirigiéndose a Él, que … es clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia… (Jonás 4:2). Y que de Él … es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, (Daniel 9:9). 
A Sus sufridos discípulos, Jesús les dió nuevas esperanzas, un nuevo corazón. Y así les dio un corazón, y un espíritu nuevo puso dentro de ellos; y les quitó el corazón de piedra de en medio de su carne, y les dio un corazón de carne. (Ezequiel 11:19).

Lo que unió a todos los primeros discípulos de Jesús fue la promesa reiterada por la Palabra de los profetas del pueblo de IsraelY haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí (Jeremías 32:40).

La promesa del Di-s de Israel, siglos después de ser proclamada por Jeremías (entre otros), seguía vigente y era todavía un consuelo para los discípulos de Jesús, los sobrevivientes judíos, esclavizados por los romanos que destruyeron a Jerusalem y el Templo Así ha dicho Jehová: He aquí yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia, y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo será asentado según su forma. … …Y serán sus hijos como antes, y su congregación delante de mí será confirmada; y castigaré a todos sus opresores de la ocupación (Jeremías 31:20).

Ya en el primer rebaño de Jesús estuvieron los que le preguntaban ¿cuándo será restaurada Israel? Esperaban de Él una respuesta como: Me buscaréis y Me hallaréis, porque Me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar. (Jeremías 29:13-14).

Aunque no fue esa la respuesta que Jesús les dió, sin embargo en Su magisterio se sintieron convocados a unirse porque oían un eco de Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. (Jeremías 31:3)

Luego, con el correr de las décadas, el magisterio de Jesús sedujo a gentes de otros pueblos, igualmente humilladas y escarnecidas por las tropas del poder imperial romano, a las que llegó como si fuese una continuidad de:  Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí, (Jeremías 20:7)

Si seguimos el hilo conductor de La Palabra, la que defiende a los más frágiles y que enseña que Él nos ama a todos, podremos remontarnos en las sagradas escrituras de Israel, hasta llegar a las más antiguas, y a cada paso encontraremos una invitación a la unidad de TODOS los descendientes espirituales de Abraham. Porque quien conoce La Palabra de nuestro Creador, conoce que hace misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. (Jeremías 9:24)

Y que Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti Mi misericordia, ni el pacto de Mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti (Isaías 54:10). Su misericordia es como la de la mujer que dio a luz, la que no dejará de compadecerse del hijo de su vientre. Y Aunque olvide ella, Yo nunca me olvidaré de ti. (Isaías 45:22).

El magisterio de Jesús les refrescó a Sus sufrientes discípulos judíos el consuelo de: No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Di-s que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10). A través de esos discípulos, Su magisterio de esperanza llegó luego a abrazar a los humillados de todo el mundo. Porque bienaventurados son todos los que confían en él (Isaías 30:18). 

Bien instruye quien enseña que: Quien le da al pobre, le presta a Di-s, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.  (Proverbios 19:18). El amor de nuestro Creador por TODOS nosotros, Sus creaturas, monta guardia en cada página del Antiguo Testamento cristiano (y también en el Tanaj de la tradición judía) y en pocos lugares lo hace de manera tan poética como en los Salmos. Allí, Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. (Salmo 147:3)

 

Cuando el evangelio según Mateo usa esa imagen de Jesús que, al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor (Mateo 9:36), remite los Salmos de la Biblia hacia los humillados de todas las tierras, y les promete que: Sostiene Jehová a todos los que caen,Y levanta a todos los oprimidos (Salmo 145:14), y Sus piedades y misericordias son perpetuas (Salmo 25:6). 

Yahvé es mi pastor, nada me falta.

En verdes praderas me hace recostar;

hacia aguas tranquilas me conduce,

restaura mis fuerzas.

Me guía por senderos seguros

por causa de su nombre.

Aunque pase por oscuras cañadas,

no temeré ningún mal,

porque tú estás conmigo;

tu vara y tu cayado me dan confianza.

Rezo pidiendo que la poesía de Dios, algún día, nos una a todos. Esta semana también recordamos que el 27 de Enero de 1945 las tropas aliadas entraron en el campo de exterminio de Auschwitz, poniendo fin a esa producción en serie del martirio de seres humanos. Es doloroso, pero necesario, recordar lo que los seres humanos hemos sido -y todavía somos- capaces de hacer.

Que tengan una alegre y bendecida semana. A pesar de todo.

Shalom Shalom!

Last modified: Wednesday, 24 January 2024, 2:54 PM