“Multiplicar gestos de amor”
Contemplamos nuestra vida |
- Hacemos explícito que nos reunimos en Su Nombre alrededor de esta mesa.
En el Nombre del amor incondicional de Dios Padre-Madre, del Hijo, Jesús Crucificado-Resucitado y del Viento siempre nuevo del Espíritu. Amén.
- Deseamos que la poesía y la música despierten nuestro corazón a tavés de la canción: “Esta la puerta abierta” de Facundo Cabral y Alberto Cortez.
Esta la puerta abierta.
Esta la puerta abierta, la vida esta esperando.
Con su eterno presente. Con lluvia o bajo el sol.
Esta la puerta abierta, juntemos nuestros sueños
para espantar al miedo que nos empobreció.
La vida es encontrarnos, para eso nacemos.
Porque el punto más alto, es llegar al amor.
Y no hay amor de uno, si no hay amor de todos,
y por ese motivo estamos hoy aquí.
Esta la puerta abierta, la vida esta esperando.
Con su eterno presente. Con lluvia o bajo el sol.
Esta la puerta abierta, juntemos nuestros sueños
para espantar al miedo que nos empobreció.
Iremos de uno en uno. Despues de pueblo en pueblo.
Hasta rodear al mundo, con la misma canción.
Todas las cosas bellas, comenzaron cantando.
No olvides que tu madre, cantando te acunó.
Tiempo personal:
- Los poetas nos dicen: “Juntemos nuestros sueños, para espantar al miedo que nos empobreció”. Te invitamos a recordar alguna de esas veces que “has juntado sueños con otros” y... juntos han podido atravesar miedos. Esos proyectos donde juntos fueron venciendo los miedos. Ya sea a nivel familiar, comunitario, social, personal, etc.
- ...
- ¿De dónde sacaste o sacaron fuerzas para a travesar esos miedos?
- ...
- Si te parece, lo podes escribir.
- Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
- Los poetas nos dan pistas. Nos ayudan a recordar lo esencial de nuestra humanidad. De una manera muy simple y profunda nos dicen: “La vida es encontrarnos, para eso nacemos. Porque el punto más alto, es llegar al amor. Y no hay amor de uno, si no hay amor de todos, y por ese motivo estamos hoy aquí”.
- Hacia el final nos señalan el origen de todo: “Todas las cosas bellas, comenzaron cantando. No olvides que tu madre, cantando te acunó”. En Uruguay y en otros paises hoy se celebra el día de la madre. Ese vientre que nos cobijó durante nueve meses, es la expresión más transparente del sentido de nuestra vida: Nos necesitamos los unos a los otros para crecer. Necesitamos de ese “encuentro-abrazo” que nos abrigue y alimente para poder vivir. Necesitamos de ese canto y de esos brazos que nos acunen para poder experienciar que venimos a este mundo para amar y dejeranos amar.
- Nuestra amiga Chilena, Ana María Diaz, contemplando el texto del domingo pasado escribió una reflexión que tituló: “Los vínculos del amor”. Les compartimos una parte, para seguir profundizando en esta “puerta abierta” que es la vida. Ana María describe estos tiempos nuestros de esta manera:
“Los tiempos de crisis, como la que vivimos como humanidad, con sus expresiones regionales y locales, tiene consecuencias de diverso orden, cuyas evidencias experimentamos personalmente, así como las vemos a diario en los noticiarios internacionales. Tal vez una de las cosas que más nos golpea es el tremendo deterioro ético-moral que nos afecta tan brutalmente.
Nos parece que todo el mundo miente y que la verdad de cada cual es la que le dicta la lógica de su conveniencia, la de sus planes, de su visión de mundo, de su ideología. A nadie parece importarle quien sale perjudicado con lo que se hace o decide ni nadie tiene en cuenta cómo afecta a los demás lo que se hace o lo que se deja de hacer. Hay frivolidad de juicio, indiferencia, descuido y búsqueda mezquina de bien propio; una extendida cultura de la anomia (sin ley), como en toda época de crisis.
En medio de este caos, en esta aparente incapacidad de hacer algo, podemos ser consciente de que toda crisis nos formula una pregunta y nos interpela personalmente a encontrar una respuesta. Hay muchas maneras de formular esto, una es esta: ¿cómo hacer una nueva síntesis ético-moral que nos permita renovar el deseo de ser fieles a nuestra humanidad, de enriquecerla preservando los bienes humanos que configuran nuestro corazón?. (...)
En el evangelio de este domingo, Jesús nos hace un ferviente llamado a permanecer fieles a su mensaje: “Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre… Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros''.
Al final Ana María nos dice: “El mandamiento del amor que nos dejó Jesús, que él mismo dijo que se trataba de un vínculo de amigos, nos propone cuidar, comprender, atender, consolar y apoyar a los otros, multiplicando los gestos de un amor que compromete la vida por los amigos. La ética del amor es un camino de redención, que traduce principios abstractos en los generosos gestos personalizados, humanizantes y vinculantes del amor”.
- Sigamos contemplando a Jesús nuestro Maestro.
- Esta reflexión, ¿Qué me provoca?, ¿Qué me hace sentipensar?
Nota: Al final esta el texto completo de Ana María Diaz.
Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús |
Según la Comunidad de Marcos 16, 15-20
“Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se niegue a creer se condenará. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas; tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos.» Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos, por su parte, salieron a predicar en todos los lugares. El Señor actuaba con ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que los acompañaban”.
Nos quedamos un rato en silencio para que siga resonando en nosotros el Evangelio.
Reflexión:
- El Biblista Jesuita Mexicano, Carlos Bravo Gallardo sj, reescribe este texto que acabamos de leer, en su libro: “Galilea año 30” de esta manera:
‹‹Vayan, pues, al mundo entero gritando a los cuatro vientos la Buena Noticia de que Papá-Dios ya decidió reinar en el mundo y la historia. No esperen a que les pregunten; anúncienlo a todos los seres humanos. El que acepte esa buena noticia con todo su corazón y toda su persona y se integre en la comunidad de salvación a través del bautismo, se salvará; si alguien se cierra y no acepta esta realidad nueva, no tiene remedio y se perderá a sí mismo.
Y todo el que crea y viva unido a mí hará cosas que serán señal para los demás de que el Reino ya ha comenzado: vencerán al malo invocando mi nombre; hablarán un lenguaje nuevo, capaz de ser entendido por cualquier ser humano: el lenguaje del amor; su cercanía cariñosa a los enfermos devolverá a estos la salud; y por ese mismo amor pasarán por encima de peligros sin sufrir daño: ni serpientes, ni venenos tendrán fuerza para matar su amor››.
Todo eso les dijo Jesús y, después de hablarles, dejó de estar presente en nuestra historia para siempre, hasta el momento final en que regrese a llevarla a plenitud, en el último día. dejó de estar en la tierra, para vivir para siempre junto a Papá Dios, en el lugar que le corresponde, a su derecha.
Y los discípulos, confirmados por la fuerza de su Espíritu, vencieron todo miedo y se fueron a gritar a todo el mundo su esperanza, su fe renacida; y con ellos siguió caminando el Señor, confirmando su mensaje con las señales que acompañaban su predicación.
Y eso me hace pensar que somos una comunidad nacida de la incredulidad y de la imposibilidad de ser pueblo; nacidos de la fragmentación y la desesperanza. Somos de la misma carne que aquellos primeros seguidores de Jesús. Y en nosotros ha puesto Jesús su confianza. No podemos nosotros ni escandalizarnos de la incredulidad que, aún ahora, sigue siendo nuestra tentación, ni renunciar a purificar nuestra fe y nuestra práctica creyente, ni frustrar la ilusión y la esperanza de Dios”.
- Por eso: “Iremos de uno en uno, después de pueblo en pueblo. Hasta rodear al mundo con la misma canción”... Esta canción que tiene su origen en el vientre de cada madre, en el Vientre de nuestro Dios Padre y Madre, que es Amar.
- ¿Qué nos parece esta reflexión y cómo la vinculamos con lo que veníamos reflexionando
“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”. |
- Sigamos cultivando esta experiencia de Fe en Jesús Resucitado que fue Crucificado. Caminemos confiando que DIOS SIEMPRE ESTA. Su amor constantemente NOS ESTA INSPIRANDO para permanecer y multiplicar el amor al estilo de Jesus.
- Con todo lo que venimos descubriendo y reflexionando, volvamos a escuchar la canción: “Esta la puerta abierta”
- Si necesitamos, comentemos lo que nos despierta ahora la canción a partir de todo lo que venimos rezando.
- Ahora los invitamos a hacer una oración aun más explícita. Traemos al corazón diferentes situaciones que estan resonando en nosotros, lo que esta pasando en nuestra familia, nuestro lugar, nuestro país, en la humanidad, con nuestra madre tierra…
- Después de un rato de silencio.
- Dejamos que brote una oración de acción de gracias… de petición… de perdón…
- Tambien, como nos pasa siempre… empezamos a traer la vida de los que estan frágiles, los que están enferm@s… aquell@s que han fallecido, que han vivido su pascua.
- Junto con Jesús, que hoy nos dice: “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación”, rezamos: “Padre-Madre nuestro...”
- Para terminar las y los invitamos con esta oración que hemos rezado en la vigilia Pascual.
NO LO RETUVO
Desde antes de la creación del mundo, el Hijo amado aprendió
del Padre que la verdadera vida no permanece cuando se retiene, sino cuando es donada.
Por eso el Cielo no lo retuvo. Su familia no lo retuvo. Nazaret no lo retuvo.
Las aldeas de Israel no lo retuvieron. Las multitudes no lo retuvieron. Su pueblo no lo retuvo.
Sus adversarios no lo retuvieron. Sus verdugos no lo retuvieron. La cruz no lo retuvo.
La Madre de la Piedad no lo retuvo. La tumba no lo retuvo La muerte no tuvo el poder de retenerlo.
Sus hermanas cuidadosas no lo retuvieron. Sus hermanos rescatados no lo detuvieron.
Y así Él viene Eternamente viviente a cada uno y a cada una de nosotros
para llenar nuestros corazones con Paz y Alegría y para hacernos testigos de que
la vida guardada es semilla perecedera y la Vida donada está preñada de Eternidad.
¡Jesús está vivo! ¡Que Su Vida crezca en nosotros y se desborde!
Que el Espíritu nos de coraje para ponerle el cuerpo a esta oración.
Estamos contentos de poder ofrecerles esta celebración.
L@s abrazamos Federico cp, Gilberto cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando... |
– Los alentamos a escuchar “un tal Jesús”: Nº130 “Sobre las nubes del cielo”.
-Les recomendamos como siempre buscar los comentarios de José A. Pagola y otros.
Anexo: Todo el texto de Ana María Diaz |
LOS VÍNCULOS DEL AMOR
Los tiempos de crisis, como la que vivimos como humanidad, con sus expresiones regionales y locales, tiene consecuencias de diverso orden, cuyas evidencias experimentamos personalmente, así como las vemos a diario en los noticiarios internacionales. Tal vez una de las cosas que más nos golpea es el tremendo deterioro ético-moral que nos afecta tan brutalmente.
Nos parece que todo el mundo miente y que la verdad de cada cual es la que le dicta la lógica de su conveniencia, la de sus planes, de su visión de mundo, de su ideología. A nadie parece importarle quien sale perjudicado con lo que se hace o decide ni nadie tiene en cuenta cómo afecta a los demás lo que se hace o lo que se deja de hacer. Hay frivolidad de juicio, indiferencia, descuido y búsqueda mezquina de bien propio; una extendida cultura de la anomia, como en toda época de crisis.
En medio de este caos, en esta aparente incapacidad de hacer algo, podemos ser consciente de que toda crisis nos formula una pregunta y nos interpela personalmente a encontrar una respuesta. Hay muchas maneras de formular esto, una es esta: cómo hacer una nueva síntesis ético-moral que nos permita renovar el deseo de ser fieles a nuestra humanidad, de enriquecerla preservando los bienes humanos que configuran nuestro corazón.
En el evangelio de este domingo, Jesús nos hace un ferviente llamado a permanecer fieles a su mensaje: “Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre… Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros''.
Esta propuesta de amar, lleva a preguntarnos ¿De qué amor se trata? Y atendiendo a la crisis a la que hacíamos referencia, la respuesta tiene que indagar, independiente de otras áreas, en las prácticas para cautelar el bien. Se trata de establecer una ética del amor.
Durante el siglo pasado, tres mujeres filósofas escribieron sobre esto, señalando que la ética del amor, es una mirada diferente al modo en que se la ha entendido hasta ahora. Se trata de la francesa Simone Weil, que murió muy joven, luchando en la resistencia francesa en Inglaterra, durante la segunda guerra mundial.
Su existencia y pensamiento giró en torno al amor y compasión, a la solidaridad y compromiso radical con el dolor y sufrimiento de la humanidad, con los más pobres y oprimidos. Ella dijo: “Los que son infelices no necesitan nada en este mundo sino personas capaces de prestarles su atención”. La irlandesa Iris Murdoch, que murió en 1999, decía que “la moral no consiste en generar acciones basadas en principios o encontrar razones universalizables para actuar bien.
Se trata de atender y responder a la realidad individual de las otras personas, a través del cuidado, la confianza, la empatía, la importancia del contexto de las situaciones, la impresión de los otros individualmente, etc.”. La estadounidense Carol Gilligan, la única viva, ha trabajado en defender el derecho de las mujeres a sustentar una ética diferente, en respuesta a autores que han sostenido que las mujeres tenemos más fragilidad que los varones para la conducta ética.
Por cierto, hablaban de una ética basada en principios universales, generales y abstractos. Ella ha dicho: el valor de una persona no debe medirse por sus logros y éxitos, sino por su capacidad de amar y cuidar. La ética del amor, es una propuesta femenina basada en la compasión, el cuidado y la atención, generadora de vínculos cercanos.
El mandamiento del amor que nos dejó Jesús, que él mismo dijo que se trataba de un vínculo de amigos, nos propone cuidar, comprender, atender, consolar y apoyar a los otros, multiplicando los gestos de un amor que compromete la vida por los amigos. La ética del amor es un camino de redención, que traduce principios abstractos en los generosos gestos personalizados, humanizantes y vinculantes del amor.
Ana María Díaz, Ñuñoa, 05 de mayo de 2024