Shalom

El Domingo 19 de Mayo la primer lectura (en las iglesias) es del libro Hechos de los Apóstoles, que narra lo sucedido después de las Pascuas, cuando llegó el día de Pentecostés (Hechos 2: 1-11). Pentecostés es una palabra (en griego) con la que la festividad Israelita de Shavúot era denominada por los judíos de habla griega (según 2 Macc 12:32; y también en Flavio Josefo).

La festividad de Shavúot (que en hebreo quiere decir: semanas) se celebra cuarenta y nueve días (siete semanas) después del día siguiente al día de Pesaj (49 +1= 50). ¿Por qué se cuentan 49 días a partir del día siguiente a Pesaj? Si 49+1= 50, ¿por qué no contar directamente 50 días a partir del primer día de Pesaj?

Inicialmente Pesaj se celebraba durante solamente un día (en Israel). Al día siguiente iniciaba la semana de la festividad de los panes no levados. Gradualmente las dos festividades se fueron uniendo en una sola, de ocho días de duración. Pentecostés, que en griego significa quincuagésimo, se celebra cincuenta días después de Pascua.

Originariamente Shavúot era una fiesta agrícola, ligada a la cosecha de la cebada (Babli, Shabb. 86b), pero en la tradición judía posterior pasó a conmemorar el día en el que Moisés recibió la Torá (Babli, Pesaj 68b). Existe una liturgia cotidiana especial, propia de los 49 días previos a Shavuot, que se practica tanto de forma particular (doméstica) como en el rezo comunitario.

Hechos narra que los Apóstoles estaban reunidos, en lo que puede haber sido una liturgia comunitaria judía de Shavuot, tal como la que según Filón de Alejandría realizaban alrededor de esa misma época los Therapeutae (un grupo de místicos contemplativos judíos del desierto egipcio).

Aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos (Hchs 2:3). El fuego en general, y especialmente las lenguas de fuego, en las sagradas escrituras judías simbolizan la Divina Presencia (Como en Éxodo 3:2, 14:24, 19:18 y en Isaías 5:24 y Enoc 14:8).

Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. (Hchs 2:4). Y así comprobaron que fue dado cumplimiento a lo profetizado por Jesús cuando les dijo Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días  (Hchs 1:5).

El Espíritu Santo les concedió hablar en los idiomas de los peregrinos (judíos), provenientes de casi todo el mundo conocido, que llegaban a Jerusalem por la festividad de Shavúot, que era una de las tres festividades bíblicas de peregrinación. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua (Hchs 2:5-6). 

La primera reacción de aquellos judíos piadosos fue: Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?  (Hchs 2:7). ¿Por qué les llamó la atención que los apóstoles fuesen Galileos? Porque en aquella época los Galileos, formados lejos del Templo de Jerusalem y de las casas de estudio de la capital de Judá, tenían fama de ser académicamente mediocres u obtusos y así quedó consignado en el Talmud (Y. Shabb. 15d; B. Eruv 53 a-b).

Los peregrinos que oyeron a los apóstoles hablar en otros idiomas eran Partos y Medos (hoy serían de Irán), Elamitas y Mesopotamios (de Irak), Judeos, Pónticos, Capadocios, Frigios y Pamfilios (de Turquía), Egipcios, Libios, Árabes, Cretenses y Romanos. Algunos de ellos eran judíos de nacimiento, otros eran prosélitos, nacidos como paganos pero en proceso de integrarse al pueblo judío.

La liturgia de Shavúot incluye la lectura del Libro de Ruth. Es posible que como una especie de homenaje al Rey David, bisnieto de Ruth, de quien se dice que nació durante una celebración de Shavúot. El Libro de Ruth cuenta la historia de alguien que elige unir su destino al del pueblo judío, aceptando al Di-s de Israel. Por eso el peregrinaje y la liturgia de Shavúot eran especiales para algunos prosélitos.

Los peregrinos judíos que pronto volverán a sus países de origen, junto a los amigos de otros pueblos pero que eligen acercarse al pueblo judío y a aceptar al Di-s de Israel como su propio Di-s, parecen anunciar cómo será próximamente la inminente difusión del magisterio de Jesús a otros pueblos.  

Ruth no se convirtió en judía, no hubo ninguna ceremonia formal que avalase su transición de Moabita a Judea. Simplemente eligió vivir como judía entre judíos, unir su destino al de ellos y aceptar al Di-s de Israel como su Di-s. Con esa elección fue suficiente para que ella y su futuro marido fueran los bisabuelos del rey David. Los no judíos entre los discípulos de Jesús posiblemente consideraron que el libro de Ruth legitimaba su pretensión de ser considerados parte de Israel.  

Ojalá que nuestro Creador nos ofrezca muchas oportunidades de hacer bien Y Ojalá que sepamos no desaprovecharlas. 

Shalom Shalom!

Last modified: Tuesday, 14 May 2024, 5:09 PM