Por Marcelo Aptekmann

Shalom

En la liturgia del Domingo 2 de Junio, Solemnidad de Corpus Christi, se leerán varios fragmentos en las iglesias. Hay diferentes denominaciones cristianas, que difieren en cómo entienden la Eucaristía. Para la iglesia católica, esta celebración proclama la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. Por tratarse de una solemnidad, los clérigos oficiantes lucen estolas blancas, reminiscentes de la tradicional estola o poncho ritual judío (el Talit).

Éxodo 24:3-8 es la primera lectura del servicio del Domingo, y en algún sentido es como un punto de referencia para las demás lecturas porque narra cómo se hacían los sacrificios que ofrecía la comunidad de Israel, que en esos tiempos estaba empezando a constituirse como un pueblo, una nación, en vez de un conjunto de tribus mezcladas con gentes de otros pueblos.

Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz (Deut 24: 5). En un primer momento, fueron los primogénitos los que realizaron los sacrificios, porque todavía no habían sido designados los sacerdotes (los Kohanim, de la estirpe de Aharon).

Según el antiguo Testamento cristiano, Moisés tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos (Deut 24:5), pero una traducción directa de la frase equivalente en la Biblia judía sería haremos y escucharemos (Naasé ve Nishmáh).

En la tradición interpretativa judía, la respuesta del pueblo reunido al pie del monte Sinaí significa que a una voz aceptaron cumplir con lo que nuestro Creador les proponía. Libremente aceptaron regir sus vidas por esa instrucción que allí recibían, aunque no la entendieran totalmente. Por eso se comprometen primero a hacer lo que las normas indican (haremos), y además a prestar atención y estudiarlas (escucharemos), para entender cómo interpretarlas y aplicarlas correctamente.

La tradición rabínica descubre, en estos párrafos, enseñanzas valiosas que iluminan el camino (o manera) judía de recorrer la vida. La tradición interpretativa cristiana descubrió, en este mismo texto, elementos valiosos para explicar el sentido del magisterio de Jesús. Las mismas palabras, dichas a otra persona, significan otra cosa.

Que un mismo texto pueda significar cosas diferentes, según desde dónde se lo lea, no debería sorprendernos, ni ser motivo para desdeñar lo que le ilumina al otro. ¿Acaso nos molesta que de un mismo objeto puedan sacarse diferentes fotografías, según el ángulo y perspectiva desde donde se las tome? Éxodo, para el pueblo de Israel, narra un proceso histórico de cómo se constituyó la identidad Israelita. Pero en la liturgia cristiana del Corpus Christi, tiene otro sentido.

Esto se nota en la segunda lectura del Domingo, Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros (Heb 9:11). Los bienes venideros se refiere a una Nueva Alianza, o simplemente a la promesa de Salvación para los discípulos de Jesús. Pero cuando dice: por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, usa el texto de Éxodo para comparar el tabernáculo del cielo con el construido por los Israelitas (ver Hechos 7:48, 17:24)

Queda claro que Cristo, sumo sacerdote de… lo presenta a Jesús como el sumo sacerdote, que era el único autorizado a entrar al Sancta Santorum (el recinto mas sagrado del Templo de Jerusalem), donde residía la Divina presencia, por el mérito de haberse ofrendado a sí mismo como sacrificio. no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. (Heb 9:12).

Hebreos no se esta refiriendo a hechos sucedidos en la vida terrenal de Jesús, sino que está interpretando Su pasión y resurrección en términos de eficacia salvífica.  Su muerte es análoga al sacrificio de Yom Kippur, y su ascenso a los cielos es comparable al ingreso del Sumo Sacerdote al Sancta Sanctorum.

Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne (Heb 9:13). Las cenizas de la becerra alude al ritual de la becerra roja (Números 19), los inmundos son la gente impurificada en sentido litúrgico, pero Hebreos no distingue entre impureza ritual e impureza moral.

¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? (Heb 9:14) Este versículo ilustra una forma de argumentación rabínica (denominada Qal Vahomer) su estructura es: ¿Si la sangre de un corderito sacrificado ya cumple esa función, ¿cuánto más la cumplirá la del sumo sacerdote?

Cuando dice sin mancha se refiere a que los animales ofrendados en sacrificio debían ser sanos y sin manchas en la piel (Lev 22:20-21) Lo que en este contexto significa que Jesús era sin pecado, litúrgicamente apto para oficiar, tal como se esperaba de un sacerdote bíblico oficiante (Lev 21:16-21). Luego explica que Su pasión es para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto (Heb 9:15). Se refiere a las faltas cometidas con respecto a la alianza del Sinaí.

Todas estas alusiones a significados oriundos de la cosmovisión judaica, además de la lectura del fragmento de Éxodo, preceden en el Leccionario del Domingo a la lectura del Evangelio, que dice:  El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?... La última cena no sigue el mismo orden litúrgico que una celebración de Pesaj hoy en día, pues este se estableció después de la destrucción del Templo en el año73.

Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada. (Marcos 14:12-16, 22-26) Por tratarse de Pesaj, es un pan sin levar (como la hostia). La alianza es ratificada mediante el uso ritual de sangre, tal como Moisés usó sangre (Éxodo 24:1) para ratificar la Alianza del Sinaí.

Estos son apenas algunos, entre muchos otros, detalles que señalan el contexto judaico del magisterio de Jesús y Sus primeros discípulos.

Shalom Shalom

Last modified: Wednesday, 29 May 2024, 1:30 AM