Por Marcelo Aptekmann

 

Shalom.

En la liturgia del Domingo 23 de Junio, en las iglesias se leerán varios fragmentos bíblicos. Entre ellos se encuentra este versículo, que quisiera resaltar: Ese día al anochecer dijo a sus discípulosCrucemos al otro lado. (Marcos 4:35).

¿Por qué elijo justamente este texto? Porque si bien hay otros aspectos de esta parte del Evangelio que son resaltados por el Leccionario mismo, éste no parece invitarnos a reflexionar sobre sobre el significado de Marcos 4:35.

Cuando las barcas en las que viajan Jesús y Sus discípulos comenzaron a inundarse, y Sus asustados seguidores lo despertaron, Él :…reprendió al viento y ordenó al mar: ¡Silencio! ¡Cálmate! Y El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. (Marcos 4:39)

En el Evangelio la escena culmina con los apóstoles preguntándose ¿Quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen? (Mc 4:41), y el Leccionario ilumina el fragmento con versículos provenientes del Libro de Job, que narran cómo el Creador del mundo le ordena al embravecido mar que se detenga: Aquí se quebrará la soberbia de tus olas (Job 31: 1, 8-11).

Lo que el Leccionario propone es una respuesta a la pregunta de los apóstoles ¿Quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen? (Mc 4:41),: nos lleva a inferir que Jesús logra apaciguar la tormenta ¡en virtud de Su divinidad! Posiblemente es por el mismo motivo que encontramos el Salmo 106 (107 en el TaNaJ) en el Leccionario de este Domingo: para reafirmar la divinidad de Jesús.

La forma en que el Leccionario utiliza estos fragmentos del Libro de Job y del Salmo 106 (107) -redactados ambos muchos siglos antes del nacimiento de Jesús- para enfatizar en base a la autoridad de las sagradas escrituras del pueblo judío la doctrina de la naturaleza divina de Jesús, hace que puedan parecer poco significativos los mensajes encriptados en: Ese día al anochecer dijo a sus discípulosCrucemos al otro lado. (Marcos 4:35).

Ciertamente es válida la conexión que establece el Leccionario, porque es constante la referencia, en el pueblo de Israel y en todo el medio oriente, a que Di-s es el que domina al mar ( ver Salmo 65:7 y  89:9). Pero si asumimos que cada palabra de las Sagradas Escrituras está allí por un motivo, para decirnos algo, ¿qué nos podrá enseñar: Ese día al anochecer dijo a sus discípulosCrucemos al otro lado. (Marcos 4:35).?

Crucemos al otro lado puede interpretarse de muchas maneras. Puede ser una invitación a que dejemos atrás la tormenta de lo mundanal, para atrevernos a vivir en la fe DE Jesús, la fe EN el Di-s único, el Di-s de Israel. El versículo entonces nos propone aventurarnos a poner a prueba nuestra fe. Si tuviéramos la misma fe que Jesús, ¡hasta podríamos caminar sobre las aguas, en vez de asustarnos cuando ruge el mar!

Pero merece mencionarse otra línea interpretativa diferente, que tal vez inicialmente no parezca tan luminosa espiritualmente, pero que es muy importante por sus consecuencias teológicas. Me refiero a una interpretación que tiene muy presente el contexto material en el que transcurre la historia que el Evangelio nos narra.

Cuando Jesús dice crucemos al otro lado se refiere a cruzar el Mar de Galilea, dejando atrás –por primera vez- el sector predominantemente judío de Galilea, para dirigirse a la costa oriental, que en aquella época era de población predominantemente Gentil.

Es allí, en la costa oriental del mar de Galilea, que seguían asentados algunos de los descendientes de la Casa de Israelque es para quienes Jesús enseña que ha venido: No he venido sino para las ovejas perdidas de la Casa de Israel (Mateo 15:24). 

 

Hoy en día, la interpretación mas común de Mateo 15:24 es que las ovejas perdidas serían los judíos que aún no han aceptado el Evangelio. En varias ocasiones, en este mismo blog, he mostrado cómo el Nuevo Testamento puede interpretarse -de manera coherente- entendiendo que el magisterio de Jesús No era para el pueblo judío, sino que su misión era llegar a los miembros de la casa de Israel que se apartaron de vivir según la Torah.

Para poder llegar hasta los descendientes del reino del Norte, que habían perdido su identidad Israelita hacía muchos siglos, y para poder conducirlos de regreso a ser parte del pueblo de Israel, Jesús se fundó en las sagradas escrituras y tradición interpretativa judías, y necesitó de algunos colaboradores judíos que conocieran esas escrituras y tradición (Sus apóstoles).

En Marcos 4:35 Jesús invita –por primera vez- a Sus discípulos a confiar en Él y cruzar el mar tormentoso, para llegar con su mensaje de fe y esperanza a la otra orilla, a los descendientes de Israel que ya habían olvidado quiénes eran, y devolverles su lugar en el plan de la salvación (según las escrituras y tradición judías).

Después de transcurridos dos milenios, re-pensar y re-entender el sentido del magisterio de Jesús siguiendo los lineamientos de ésta clave interpretativa, ¡es todo un cambio de paradigma! Es un camino difícil, pero no imposible, que en nada contradice los artículos de fe del credo cristiano, y que puede ayudar a la teología cristiana a comprender el lugar del pueblo judío en la economía de la Salvación.

Finalmente ¿Construiremos juntos la Paz duradera? 

Shalom Shalom.

Last modified: Friday, 21 June 2024, 5:58 PM