Blog entries about SAN PABLO Campus

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 5º domingo de Pascua | 18 de mayo 2025 | Federico cp y Carlos cp 

 “El amor volverá”

 Primer paso: Contemplamos nuestra vida 

 

  • Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén

 

  •  Estedomingo de PascuaJesús nos dice, en el contexto de la última cena: “Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado”. Imaginemos a Jesús que nos canta desde esa última cena, esta hermosa canción de Teresa Parodi: El amor volverá”.

EL AMOR VOLVERÁ

Hoy que la esperanza ha vuelto te regalaré la flor 
que ha nacido esta mañana en mi balcón 
Sin prisa salí a caminar buscando tu abrazo y el sol 
que siempre ilumina el jardín  donde es nuestro el amor 
donde es nuestro el amor 

Cantamos por necesidad por eso es hermoso cantar 
sabiendo que pese al dolor el amor volverá 
el amor volverá el amor volverá 
el amor volverá …Lara…El amor volverá.

En nombre de los que no han vuelto 
y nunca el olvido olvidó te pido me dejes cantar 
mis canciones de amor.
Te espero de pie en el umbral de un sueño que no morirá 
yo sé que podremos cambiar noche por claridad noche por claridad.

 

Tiempo personal:

  • Así como hemos imaginado a Jesús, diciéndonos en aquella última cena: sabiendo que pese al dolor el amor volverá. Te invitamos a recordar algunas de esas partidas, alguna persona que ha fallecido, que ha vivido su pascua y... atravesando “el dolor”, seguis sintiendo su amor resucitado.
    • ¿Cómo vivís este amor, esta nueva presencia resucitada, de él o de ella?; ¿Cómo seguis “cultivando” ese amor?
      • ...
      • ¿Qué te enseñó esta partida, este dolor de su ausencia, sobre el amor?
        • ...

  • Si te parece, lo podes escribir.
  • Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.

 

Reflexión:

  • Todos sabemos que la muerte es parte de la vida, sin embargo nos cuesta mirarla de frente. Vivimos en una atmosfera cultural que busca por todos los medios huir del dolor. Las despedidas, los velatorios son cada vez más cortos; tratamos de “maquillar” todo lo posible la muerte. Lo cierto es que la muerte es parte de nuestra condición humana. Somos los únicos seres vivos en el planeta que sabemos que en algún momento vamos a morir. Tenemos un límite ineludible.

 

  • Según Jesús sólo el amor puede a travesar la muerte. Este es un convencimiento de millones de seres humanos. Por eso aunque nos cueste seguir andando, seguir “cantando” mientras atravesamos ese duelo, podemos decir: “Cantamos por necesidad por eso es hermoso cantar sabiendo que pese al dolor el amor volverá”. Como si dijéramos: “Vivimos por necesidad por eso es hermoso vivir, sabiendo que pese al dolor el amor volverá”.

 

  • Recién estuvimos explorando nuestra experiencia, contemplando los aprendizajes que nos dejó el acompañar y a travesar el dolor de una partida desde el amor. Uno de los aprendizajes, en nuestra experiencia de fe, es comprender que Dios no es el que decide el día de nuestra muerte, quien decide el día de nuestra muerte es nuestra fragilidad. Podemos morir por miles de causas diversas... pero hay una razón ineludible: nuestra fragilidad. La ciencia ha avanzado muchísimo pero llega un momento que ya no puede más.

 

  • Por eso desde una mirada creyente es muy distinto decir: “Dios se la o se lo llevó”, a decir: “Dios la o lo recibió”. Jesús nos asegura que nuestro Dios como “un partero” nos está recibiendo, en este “segundo parto”. Desde esta perspectiva, el 1º parto es del vientre de nuestra madre y el 2º parto es la muerte.

 

  • Por eso a aquell@s que amamos que han fallecido les podemos cantar: “En nombre de los que no han vuelto y nunca el olvido olvidó te pido me dejes cantar mis canciones de amor”. Ese amor continúa, esta resucitado. Tendremos que aprender un nuevo lenguaje para seguir cultivando ese amor. Por eso también les podemos decir: “Te espero de pie en el umbral de un sueño que no morirá yo sé que podremos cambiar noche por claridad noche por claridad”. Esa noche-dolor también nos enseña.

 

  • Vale recordar este cuento que otras veces les hemos ofrecido. Había un maestro y un discípulo mirando un atardecer. El discípulo le pregunta. ¿Maestro, qué está más lejos, el sol o las estrellas?. El maestro se queda en silencio, espera que llegue la noche y... señalando las estrellas le dice: “Las estrellas están más lejos que el sol”. El discípulo se queda callado largo tiempo y al final le dice: “¡Maestro! ¡Quiere decir que para ver lejos, es necesario la oscuridad!”.

 

  • La vida nos enseña através de muchas experiencias, algunos aprendizaje sólo se descubren en la noche-dolor. Solo en la noche se pueden ver “las estrellas”. Ya amanecerá. El secreto es que cuando amanezca hayamos podido cosechar un manojo de “estrellas”, de esos aprendizajes-sabiduría que le den consistencia a nuestra vida. Por ejemplo aprender a atravesar el dolor de la muerte desde el amor, es de esas “estrellas” que guían nuestra vida. Vayamos al encuentro de Jesús nuestro maestro que nos asegura que “el amor volverá”.

 

  • Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?

 Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús 

 

Según la Comunidad de Juan 13, 31-35

Cuando Judas salió, Jesús dijo: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él. Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto. Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros.»

 

Reflexión:

  • La comunidad de Juan nos regaló cinco capítulos (del 13 al 17) de aquella última cena donde Jesús enfrenta la muerte desde el amor. Una vez más ama-cuida a sus discípulas y discípulos mostrándole algunas “estrellas” en medio de “esa noche”. Mientras ellas y ellos cenaban, muchos otros estaban conspirando para inventarle un juicio mentiroso y así poder asesinarlo. En medio de esa noche cruel, Jesús saca una vez más coraje y les ofrece muchos aprendizajes-estrellas.

 

  • Como Jesús está convencido que hay algo que nada ni nadie nos puede separar del amor afirma: “Ustedes deben amarse los unos a otros...”. En el capítulo 15 utiliza la imagen de la viña, para decirles y decirnos que “la savia” es “el amor”. Si deciden recibir este regalo y cultivar esa savia-amor, la muerte no puede ponerle límite a ese lazo de amor. Por eso les pide que agradezcan y profundicen este regalo-tarea que es amar.

 

  • Pero además les dice y nos dice: “Como yo los he amado”. Sus discípulas y discípulos de ayer y de hoy, tenemos una “brújula” que nos orienta para realizar lo más importante en la vida que es amar. Esa “brújula”, nos orienta de noche o de día, nos dirá: Que tendremos amar-servir “lavando los pies”, que amar es escuchar-detenerse, como él hacia mientras caminaba. Que amar es llorar frente a la tumba de su amigo lázaro y cultivar la amistad como con Marta y María. Que amar es dejarse enseñar por el amor de una mujer sirofenicia (pagana) que amaba tanto a su hija. Jesús aprendió de ella que el amor de Dios es para todos los seres humanos y no solo para su pueblo. Y... podríamos seguir.

 

  • Jesús mirándolos a los ojos a sus discípul@s de ayer y de hoy nos puede estar diciendo: “Cantamos por necesidad por eso es hermoso cantar sabiendo que pese al dolor el amor volverá...” . Por eso no tengan miedo, sigan haciendo creíble el amor, en este mundo que se está enfriando por el odio y la indiferencia. Por eso tengan coraje y no dejen de amar, porque “en esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros

 

  • Jesús, nuestro “partero” junto con todas y todos los resucitados nos dice: “El amor volverá”... “hay que seguir amando nomas”.

 

  • ¿Qué nos parece esta reflexión?

 

 Tercer paso: “Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”. 

 

  • Francisco, ya resucitado nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.

 

  • Los invitamos a escuchar nuevamente la canción El amor volverá”.
    • Cantamos-escuchamos.

 

  • Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
    • ...
    • Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
      • ...
      • Junto con todos ellos rezamos: “Padre nuestro...”. Le pedimos a María que nos ayude a reconocernos como hijas e hijos de Dios... “Alégrate María llena eres de gracia...”

 

  • Cerremos esta celebración rezando esta oración que Francisco nos regaló en la carta por “la fraternidad universal”, Fratelli Tutti, para seguir ensanchando nuestra capacidad de amar, al estilo de Jesús.

 

ORACIÓN CRISTIANA ECUMÉNICA

Dios nuestro, Trinidad de amor,
desde la fuerza comunitaria de tu intimidad divina
derrama en nosotros el río del amor fraterno.


Danos ese amor que se reflejaba en los gestos de Jesús,
en su familia de Nazaret y en la primera comunidad cristiana.

Concede a los cristianos que vivamos el Evangelio
y podamos reconocer a Cristo en cada ser humano,
para verlo crucificado en las angustias

de los abandonados y olvidados de este mundo
y resucitado en cada hermano que se levanta.

 

Ven, Espíritu Santo, muéstranos tu hermosura

reflejada en todos los pueblos de la tierra,
para descubrir que todos son importantes,
que todos son necesarios, que son rostros diferentes

de la misma humanidad que amas.

Amén.

 

Nos alegra ofrecerles esta celebración.

Los abrazamos. Federico José cp y Carlos cp

 

 Les proponemos para seguir profundizando... 

 

-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús”: Nº 111 “La nueva alianza”

- https://youtu.be/898A-az4Grc?si=D89GWeY9YbJ0l4Oh

 

 
by Aptekmann, Marcelo - Friday, 16 May 2025, 5:28 PM
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Amarás a tu semejante

¡Shalom!

El Domingo 18 de mayo, en las liturgias cristianas según el Leccionario se leerá -del Evangelio-:  Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará. Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. (Juan 13: 31-33a). Y a continuación se lée: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois Mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13: 34-35).

Tan fundamental es el segundo fragmento del Evangelio, que ya el Leccionario adelanta una parte de su contenido a través del Aleluya: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros (Juan 13:34).

¿Por qué elijo este versículo? Porque para quien lo lea desde la tradición judía, una posible primer reacción sería: ¿En qué sentido es este un mandamiento nuevo? ¿Acaso no reitera con otras palabras el mandamiento central, medular, de nuestra Torah, que dice amarás a tu semejante como a ti mismo? (Levítico 19: 18b).

¿En qué consiste la novedad de Su mandamiento?

Pero este abordaje, que principalmente resalta el fundamento judaico del Magisterio de Jesús, pasaría por alto algo fundamental. Lo que Él dice a sus discípulos es que se amen unos a otros, así como Él los ha amado, que también así se amen los unos a los otros.

¿Qué significado nuevo trae esta enseñanza de amarse los unos a los otros, así como él los ha amado? Lo que Jesús está diciendo a Sus discípulos es que se amen unos a otros sin temer ni a la tortura ni a la muerte. Les propone amar con un amor tal que incluso puedan llegar a dar sus vidas por aquellos a quienes amen, así como Él dará Su vida por la de ellos.

Lo que hace es darles a Sus discípulos una nueva Mitzvá(en hebreo= mandamiento) que es Su enseñanza para quienes Él ama (ver Juan 14:15). Eligió Él a Sus discípulos con un criterio: no porque cumpliesen con ese nuevo mandamiento Suyo, sinó para que llevaran esta enseñanza a a otros y Su palabra permaneciese (ver Juan 15: 16-17). Esa fue la tarea que cumplieron, pese a que Pedro, Su amigo y discípulo, negó ¡tres veces! que Él era su maestro. (Juan 13:37-38).

El amor de quien dá la vida por sus amigos es tan humano que en este mundo deshumanizante parece algo sobrehumano, pero no lo es. Es similar a la forma de amar de una madre, dispuesta a dar la vida por sus hijos. ¿Enseñaba Jesús a Sus discípulos que esa forma de amar debían hacerla extensiva a todos los seres humanos? ¿Se diferencia Su enseñanza también en este punto a la de Levítico?

La palabra reah que usa el pentateuco en idioma hebreo puede traducirse de muchas maneras. Puede designar genéricamente a cualquier ser humano (Gen 11:3, Exodo 11:2), ó a una persona con la que se tiene una amistad ( Ex 33:11,1 crónicas 27:3) o a alguien con quien se comparte una intimidad de amantes (Osías 3:1, Cantares 5:16). En Deut (19: 14 y 27:17) la palabra se aplica al propietario de un campo vecino y en Proverbios (3:28-29), reah es un buen vecino.

¿Qué significa amarás a tu semejante como a ti mismo, según Levítico?

El mandamiento amarás a tu semejante como a ti mismo (Levítico 19:18) forma parte de un conjunto de leyes que intentan regularizar la imparcialidad en cuestiones judiciales y cultivar vínculos de fraterno cuidado y respeto mutuo entre los súbditos de la ley israelita (Levítico 19: 9-19ª). Eran (y son) las leyes de una Nación, y no propuestas éticas universales.   

En la época de Jesús, Levítico 19:18 era entendido como el principio rector (por encima de los detalles de la Ley), necesario para interpretar las Leyes de la Tora caritativa y misericordiosamente, de modo que aquellos reah a los que la ley aplicase no sufrieran por interpretaciones demasiado estrictas o fundamentalistas.

¿Es posible que Jesús estuviera mas cerca de esta última acepción –la que sigue hoy la tradición judía- que de la idea universalista, propuesta por el cristianismo posterior? Aunque entendamos a Levítico 19: 18 como el principio rector de cómo interpretar las Leyes del Pentateuco, eso no quiere decir que el amor entre semejantes aplique únicamente entre judíos. La ley del Pentateuco es una y la misma para los israelitas y para los extranjeros residentes entre ellos (Números 15:15, Ex 12:49, Lev 24:22, Núm 9:14 y 35:15).

Si reordamos que Jesús, que no vino sino para las ovejas perdidas de la casa de Israel, entonces esta enseñanza tiene un sentido diferente: que a los descendientes de Israelitas que se habían alejado del culto judaico (y volcado al paganismo), y a las gentes de otros pueblos que vinieran con ellos, había que recibirlos de nuevo en el seno de Israel, dándoles los mismos derechos que el Pentateuco otorga a los extranjeros residentes entre Israelitas y siendo para con estos nuevos retoños de Israel, que retornaban o iban hacia el Padre, tan amorosos como una madre dispuesta a dar la vida por sus hijos.

Pero con el correr de los siglos, muchos de los discípulos de Jesús tomaron este texto que estamos comentando, de un modo muy diferente. Algunos, como San Juan Crisóstomo (en su homilía sobre Génesis 55-11) interpretaron que la novedad de este nuevo mandamiento Suyo consistía en que derogaba todo el cuerpo de las normas del Pentateuco.

Y entonces: ¿quién es mi prójimo?

Lo cierto es que la enseñanza de Juan (13:34) es tan importante al magisterio de Jesús, que la encontramos en todos los Evangelios canónicos. En el Evangelio de Lucas, un intérprete de la ley (judío) le pregunta a Jesús¿Y quién es mi prójimo? Su respuesta fue una parábola acerca de un hombre maltrecho después de haber sido asaltado, al que ni un sacerdote ni un levita (judíos) le ayudaron, pero un Samaritano sí lo hizo. El Samaritano, que se comportó con misericordia es el ejemplo que hay que seguir.

En los días de Jesús los Samaritanos eran un pueblo que tenía por sagradas escrituras el mismo Pentateuco que los judíos, pero que estaban enemistados con los judíos. La parábola de Jesús enseñaba a Sus discípulos que si los Samaritanos –enemigos del pueblo judío- cumplían las leyes de Levítico con misericordia, también los judíos podían tratar con misericordia y considerar como semejantes (según la Ley) a los descendientes del desaparecido reino del Norte, y a los gentiles, que junto con ellos venían al Padre (Juan 14:6) por el amor de Jesús, que por ellos daba Su vida.

El amor de quien da la vida por sus amigos sigue encarnando hoy en día –para todo ser humano, incluyendo a judíos y a cristianos- una enseñanza luminosa acerca de lo mejor de cada uno de nosotros, un magisterio sobre lo que está a nuestro alcance, no alrededor nuestro, sino dentro de nosotros mismos, de cada uno. Después de dos mil años, sigue siendo una enseñanza necesaria.

Que el Señor te bendiga con una semana buena.

Shalom Shalom!

 
 
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 4º domingo de Pascua | 11 de mayo 2025 | Federico cp y Carlos cp 

“No hay mayor amor que dar la vida”

 

 Primer paso: Contemplamos nuestra vida 

 

  • Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén

 

  •  Estedomingo de Pascuase celebra a Jesús “el Buen Pastor”. Por lo general se pone el acento en los sacerdotes y obispos como “los pastores” . Nosotros nos vamos a correr de esa perspectiva y nos centraremos en Jesús Pastor, que convoca a todos sus discípulas y discípulos a ser “pastoras y pastores”.

 

  • El jueves 8 de mayo, tuvimos la grata sorpresa de que ya está entre nosotros: “León XIV”, Roberto Francisco Prevost, estadunidense con alma peruana. Todo indica que será un continuador de las puertas que abrió Francisco, “el pastor con olor a oveja”. Por eso elegimos confiar.

 

  • En Argentina, este domingo 11 de mayo se cumplen 51 años del asesinato-martirio de Carlos Mugica, un valiente sacerdote de la Arquidiócesis de Bs. As., que supo dar la vida por sus hermanos y hermanas más pobres.

 

  • Por eso elegimos esta canción de Alejandro Mayol: “No hay mayor amor”, que toma frases de Jesús en la última cena, para que empecemos a entibiar nuestro corazón.Sintamos que Jesús el buen pastor nos canta:

 

NO HAY MAYOR AMOR

 

No hay mayor amor. No hay mayor amor

que dar la vida. No hay mayor amor [bis].

Este es mi cuerpo y mi sangre todo esto es lo que soy.

Estaré siempre con ustedes, aunque parta no me voy.

No teman amigos míos si algún tiempo no me ven,

que si entre ustedes se quieren me verán a mí también.

El miedo no es sentimiento que abriga el que cree en mí,

recuerden estas palabras: “Al mundo yo lo vencí”.

 

Les enviaré mi Espíritu que consuela en el dolor,

alentará en la esperanza, traerá fuego al corazón.

 

Tiempo personal:

 

  • El estribillo de la canción es una frase literal de Jesús: “No hay mayor amor que dar la vida...”. Sabemos que Jesús, nuestro pastor, le puso el cuerpo a esta frase. Te invitamos a pretungarte:
    • ¿Qué siginfica para vos, en este presente que estas viviendo, estas palabras de Jesús?. ¿Qué confirma de tu manera de ser y a qué te desafia?
      • ...

 

  • Tambien te invitamos a preguntarte: ¿A quiénes reconoces que le estan poniendo el cuerpo a estas palabras: “no hay mayor amor que dar la vida”?.
    • Recordá sus nombres y su vida, para que nutran tu fe y tu esperanza. 
      • ...

 

  • Si te parece, lo podes escribir.
  • Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.

 

Reflexión:

 

  • Todos los días tenemos la oportunidad de “dar la vida” movidos por el amor o no.  Decimos “o no”, porque no se trata de algo automático. Sabemos, por experiencia, que necesitamos hacerlo intencionadamente, para que brote desde el amor. No siempre estamos “conectad@s” con nosotros mismos, con esa fuente de amor que Dios nos ha regalado. Vivimos muy acelerad@s muchas veces y nos distraemos con cierta facilidad. Sin embargo estamos convocad@s a detenernos y... decidirnos a “dar vida” y a “dar La Vida”.

 

  • Recién cantamos, lo que nos dice Jesús: “No teman amigos míos si algún tiempo no me ven, que si entre ustedes se quieren me verán a mí también”. Si entramos en esta dinámica de “dar y recibir”, si vivimos en clave de “reciprocidad”, podemos generar esa fraternidad que nos ayude a travesar tantos miedos. Estos tiempos donde a nivel mundial se agita el odio, la violencia, el sálvense quien pueda, el racismo y mucho más, nosotros podemos decidir a no entrar en esta dinámica que excluye, oprime y mata. Ahí en lo de todos los días. Decidirnos a ofrecer esta otra dinámica de amor, que frena la lógica: amigo-enemigo por la lógica de Jesús: hermano-hermano

 

  • Para sostenernos en este “dar la vida”, es fundamental cultivar nuestra relación con Jesús. Recordemos las palabras de Francisco en el 2018: “a Jesús no le basta que la gente lo busque, quiere que la gente lo conozca; quiere que su búsqueda y el encuentro con Él vayan más allá de la satisfacción inmediata de las necesidades materiales.  Y sólo el dejarnos involucrar en esta relación de amor y confianza con Jesús nos permitirá vivir las obras buenas que perfuman de Evangelio las necesidades de los hermanos. Jesús nos invita a no olvidar que, si bien es necesario preocuparnos por el pan, es más importante aún cultivar la relación con Él, reforzar nuestra fe en Él, que ha venido para saciar nuestra hambre de verdad, nuestra hambre de justicia, nuestro hambre de amor”. 

 

  • Lo hermoso de Francisco es que le puso el cuerpo a estas palabras. Francisco cultivó esa relación de amor con Jesús, estaba conectado con su fuente de amor. Por eso si hay algo muy elocuente en Francisco, además de sus palabras claras y proféticas, han sido sus gestos. Vale recordar el sorprendente gesto que le brotó en la visita que le hicieron los líderes de Sudan que estaban en guerra. Fue en el 2019 en el Vaticano: 1º les pide que construyan LA PAZ y después para sorpresa de todas y todos, se arrodilló y le beso los pies a cada uno y a cada una.  Aquí tienen el linkhttps://youtu.be/aubX2v15v74?si=-Pqy6K9-mlSDIDJe.

 

  • El cura Carlos Mugica, siendo de una familia acomodada, por Jesús decidió colocar el corazón en los más empobrecidos y puso su mirada en el Reino-Sueño de Jesús. Su palabra y sus acciones valientes cuestionaban. Eran tiempos muy difíciles en Argentina. Decidieron asesinarlo los dueños del poder. Dio la vida. Su sangre derramada sigue desafiando a miles que nos sentimos identificados con su manera de amar. En la tercera parte de esta celebración vamos a rezar con su oración. Así lo conocemos más.

 

  • Vayamos al encuentro de Jesús, que sabe muy bien qué significa: dar vida y dar La Vida, desde el amor.

 

  • Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?

 Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús 

 

Según la Comunidad de Juan 10, 10-17.27-30

 “El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir, mientras que yo he venido para que tengan vida y la tengan vida en abundancia. Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Yo soy el Buen Pastor y conozco los míos como los míos me conocen a mí, lo mismo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y yo doy mi vida por las ovejas. Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor. Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, y yo les doy vida para siempre. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano. Aquello que el Padre me ha dado es más fuerte que todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. El Padre y yo somos uno.»

Reflexión:

 

  • La comunidad de Juan quiere dejar claro el cultivo de la relación entre Jesús y sus discípul@s, y con su Padre. Cinco veces utiliza el verbo “conocer”. No se trata de un “conocer” intelectual, la traducción más fiel del verbo “conocer”, es “amar”. Jesús les dice y nos dice: “Yo soy el Buen Pastor, amo a los míos como los míos me aman a mí, lo mismo que el Padre me ama a mí y yo amo al Padre”. Jesús vive los tres amores a pleno: “Amar a Dios, al prójimo como a uno mismo”.

 

  • Si hay algo claro y hermoso de Jesús es que sabía cultivar su relación con “El Padre”, con su “Abba-Papá” como él escandalosamente lo nombrada a Dios. Y lo hacía “caminado”, en el encuentro con tanta gente que se iba encontrando y también “retirándose” por largo tiempo para rezar, en la montaña o donde sea, de madrugada, como atestiguan los evangelios. De ahí brotaba su amor, su generosidad, su lucidez, su ternura, su creatividad y mucho más. Jesús sabía vivir “en reciprocidad”, estaba atento a dar pero también a recibir. Muchas veces se asombra de la fe de aquellas y aquellos que van a su encuentro.

 

  • Por eso cuando nos dice: “Yo soy el buen pastor y doy la vida...”; está usando una imagen que la gente de su tiempo podía comprender con claridad. Se trata de alguien que cuida, protege y acompaña el crecimiento de la vida. Jesús nos convoca a que también seamos pastores y pastoras unos de otros. Que nos decidamos a “dar-nos” desde esa fuente de amor que Dios nos ha regalado, en el vientre de nuestra madre.

 

  • Durante siglos y todavía hoy se ha usado esta dupla: “Pastor-ovejas” para comprender la relación de la jerarquía de la Iglesia “pastores” y los laicos y laicas “las ovejas”. Una asimetría que ha generado una de las enfermedades más extendidas en nuestra iglesia: “el clericalismo”. Así lo dice Francisco: “El clericalismo es un látigo, es un azote, es una forma de mundanidad que ensucia y daña el rostro de la esposa del Señor; esclaviza al santo pueblo fiel de Dios. Y el pueblo de Dios, el santo pueblo fiel de Dios, sigue adelante con paciencia y humildad soportando los desprecios, maltratos, marginaciones de parte del clericalismo institucionalizado. Y, ¡con cuánta naturalidad hablamos de los príncipes de la Iglesia, o de promociones episcopales como ascensos de carrera! Los horrores del mundo, la mundanidad que maltrata al santo pueblo fiel de Dios”. (En la asamblea sínodo de la sinodalidad, 25 de octubre 2024).

 

  • Por eso, si hay algo que necesitamos es seguir reconociéndonos por aquello que nos une y nos da una identidad común: Todas y todos somos hijas e hijos de Dios, somos discípulas y discípulos de Jesús. Hay diversidad de ministerios y carismas, pero todos ellos están al servicio del bien común, de la fraternidad, para vivir y compartir la buena noticia del Reino-Sueño de Dios. Siempre al estilo de Jesús.

 

  • Necesitamos cultivar esta conciencia de que todas y todos estamos llamados a ser “pastoras y pastores”, a cuidarnos, acompañarnos, a desafiarnos y  ayudarnos a crecer los unos a los otros. Y así vivir esta Iglesia sinodal, es decir: dónde vamos aprendiendo a “caminar juntos”, como nos ha desafiado nuestro querido Francisco.
  • Te invitamos a preguntarte: ¿Qué nos hace pensar esta reflexión?

 Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.

   

  • Francisco, ya resucitado nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.

 

  • Los invitamos a escuchar nuevamente la canción No hay mayor amor”.
    • Cantamos-escuchamos.

 

  • Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
    • ...
    • Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
      • ...
      • Junto con todos ellos rezamos: “Padre nuestro...”. Le pedimos a María que nos ayude a reconocernos como hijas e hijos de Dios... “Alégrate María llena eres de gracia...”

 

  • Para terminar, vamos a rezar con la oración de Carlos Mugica. A través de ella podemos asomarnos al corazón de este pastor, que descubrió en la villa 31 de Bs. As. a muchas pastoras y pastores que constantemente daban la vida por su familia, por su barrio, por su gente. De ellos y ellas aprendió a ser pastor.  

Señor, perdóname por haberme

acostumbrado a ver que los chicos

parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado

a chapotear en el barro.

Yo me puedo ir, ellos no.
Señor, perdóname por haber

aprendido a soportar el olor de aguas servidas,

de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor, perdóname por encender la luz

y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no,

porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor, perdóname por decirles “no sólo de pan vive el hombre”

y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor, quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz”.

 

Nos alegra ofrecerles esta celebración.

Los abrazamos. Federico José cp y Carlos cp

 

 

 Les proponemos para seguir profundizando... 

 

-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús”: Nº104 “El pastor y el lobo”

 

- https://youtu.be/toP8J5o_Sa8?si=yMKG6HxTqypEudQx

 
Anyone in the world

¿Un malentendido en la interpretación del Evangelio?

Shalom!

El Domingo 11 de Mayo, el Leccionario indica que en las Iglesias se lean varios fragmentos del nuevo Testamento, que culminan con la lectura de: Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y Me siguen, y Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de Mi Padre. Yo y el Padre uno somos. (Juan 10: 27-30).

¿Por qué elijo este texto?

Porque quiero compartir aquí una interpretación

–que tiene en cuenta el contexto que a este fragmento le da el marco del Evangelio de San Juan-

que difiere de la que desde hace muchos siglos propone la tradición interpretativa cristiana.

 

Jesús habla de tres (3) rebaños diferentes

Ni es uno, ni son dos; se trata de tres rebaños distintos. Inicialmente el texto del Evangelio menciona a uno de los rebaños, Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí. (Juan 10:14). Es el versículo que constituye el núcleo del Aleluia, entonado inmediatamente antes de la lectura del Evangelio.

Es a este mismo primer rebaño, el Suyo - que Le fue adjudicado por el Padre- que se refiere el fragmento del Evangelio que después del Aleluya se lee el Domingo 11 en las Iglesias:  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre uno somos. (Juan 10:27-30)

El fragmento en el que se basa el Aleluya (Juan 10:14), y el fragmento de la tercera lectura (Juan 10: 27-30) hablan ambos de un mismo rebaño. Si en lugar de extraer esos versículos de su contexto leyéramos el texto entero, veríamos que entre 10:14 y 27:30 el Evangelio menciona a otro rebaño, que proviene de otro redil También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. (Juan 10: 16).

Hay dos tipos de ovejas que oyen Su voz: Las que le dio El Padre y las que no son del mismo redil que las Suyas, pero que en un futuro oirán Su voz. Lo que Jesús decía (con las palabras que recoge el Evangelio) es que en un futuro estos dos rebaños se unirán en un solo rebaño y habrá un rebaño, y un pastor. (Juan 10: 16b). Pero cuando Jesús decía esto, todavía no había sucedodido esa unión. Como veremos, este es uno de los motivos por los que puede haberse producido un malentendido fundamental para comprender el sentido del magisterio de Jesús y también fundamental para el diálogo entre judíos y cristianos.   

Al leer el texto del Evangelio, vemos que finalmente, poco antes del fragmento que se lee en las iglesias, Jesús menciona un tercer rebaño, diferente de los dos anteriores. Es de éste que Él dice: pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. (Juan 10:26).

¿Qué representa cada uno de los tres rebaños?

Considerando que Jesús dice Yo no he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Mateo 15:24), sería lógico suponer que las ovejas perdidas de la casa de Israel son a las que se refiere con Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. (Juan 10:27-30a).

El otro rebaño son las ovejas que son de otro redil, pero que en un futuro se unirán a las de Su rebaño y habrá un rebaño, y un pastor (Juan 10: 16b). Éstas son mas difíciles de identificar, a menos que se entienda que el redil del que habla la alegoría es el conjunto del pueblo Israelita.

El redil Israelita estaba dividido de muchas maneras: había Saduceos y Fariseos, helenizados y tradicionalistas, la casa de Israel (descendientes de los habitantes del diesmado reino del Norte) y la casa de Judá (los judeos, descendientes de los súbditos de la casa de Judá).

Las ovejas que El Padre le dio para que sean Su rebaño eran las ovejas perdidas de la casa de IsraelEs decir: los descendientes de los habitantes del desaparecido reino del Norte, que mayormente se habían volcado a los cultos helenistas y paganos y se habían salido de la Alianza con el Señor. Jesús vino para ofrecerles un camino de retorno al Padre (Juan 14:6). El camino de retorno al Señor de Israel que les ofrecía no era el de volver al culto judaico, era un camino nuevo, definido por el amor y la fe.

En esta alegoría de Jesús, el redil del que habla es el espacio que comparten la casa de Judá y los de la casa de Israel. Ambos rebaños conviven en el mismo corral, el mismo redil: Tierra Santa. Jesús fue enviado solamente para uno de estos dos grupos. Él fue enviado solamente para los de la casa de Israel, que se habían volcado a otros cultos y abandonado la fe en el Señor de Israel. No vino para los del mismo redil que todavía seguían apegados al culto Israelita, y por eso les dijo: pero vosotros no creéis, porque no sois de Mis ovejas, como os he dicho. Juan 10: 26

El tercer rebaño es el de Sus futuros seguidores provenientes de otros pueblos (son de otro redil). Acerca de estas gentes de otros pueblos es que dijo: También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. (Juan 10:16).

De malentendidos construimos nuestras realidades

A mi entender Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. (Juan 10:6). Si lo hubiesen entendido de otro modo, otra hubiera sido la historia y otras hubieran sido las lecturas de la historia. Si se hubiese entendido que Su magisterio no era para los que seguían unidos en la práctica judía, sino solamente para algunos como Sus amigos Galileos y Saulo de Tarso (que era de la tribu de Benjamin: casa de Israel), quizás la manera habitual de leer el Evangelio sería hoy otra, mas cercana al amor a la parte judía de Jesús y sus primeros amigos.

Quiera el Señor iluminar el camino del Papa León XIV, de su grey, de toda la cristiandad y de todos hacia la Paz y la Verdad, en amor y respeto por la dignidad de cada vida.

Shalom Shalom!

 
 
[ Modified: Friday, 9 May 2025, 8:35 PM ]
 
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 3º domingo de Pascua |  4 de mayo 2025 | Federico cp y Carlos cp 

 Jesús nuestro canto”

 

 Primer paso: Contemplamos nuestra vida 

 

  • Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén

 

  • En esta celebración vamos a contemplar el tercer relato de Jesús Resucitado según la comunidad de Juan. Nos dice que estuvieron toda la noche tratando de pescar pero fue un fracaso. Al amanecer con Jesús pudieron tener buena pesca. Vamos a empezar a templar el corazón con esta canción: Jesús nuestro canto” de Francisco Murray cp y Carlos Saracini cp. Estemos atentos a lo que nos va provocando.

JESUS NUESTRO CANTO

 

QUE MI CANTO SEA GRITO

QUE MI GRITO LA ESPERANZA

LA ESPERANZA LA VIDA

JESÚS MI CANTO.

 

Que nuestro canto grite que a todos nos despierte.

Que no es un sueño imposible vivir sirviendo a la gente

QUE MI CANTO...

Esperemos en la vida el futuro nos convoca.

Siempre hay tierra prometida para quien ama la historia.

QUE MI CANTO...

Este es el desafío construyamos con memoria.

No callemos este grito, hay que empezar desde ahora.

QUE MI CANTO...

Convocados por Jesús: amigo, pastor, poeta,

camino, propuesta y luz, compañero, hombre y profeta.

QUE MI CANTO SEA GRITO

QUE MI GRITO LA ESPERANZA

LA ESPERANZA LA VIDA

JESÚS MI CANTO (BIS)

 

NUESTRO CANTO

Tiempo personal:

 

  • Podemos imaginar a Francisco cantando: “Que nuestro canto grite que a todos nos despierte. Que no es un sueño imposible vivir sirviendo a la gente”. Hay cientos de testimonios que dan fe de que Francisco vivió “sirviendo a la gente” de una manera sencilla, al estilo de Jesús.
    • ¿A qué te desafía esta manera de vivir el Evangelio, que vivió Francisco?
      • ...

 

  • Si hay algo evidente en Francisco es que “Jesús es su canto”, esta en el centro de su corazón:
    • ¿Qué lugar ocupa Jesús en tu vida?
      •  

 

  • Si te parece, lo podes escribir.
  • Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.

 

Reflexión:

 

  • Recién cantamos: “Convocados por Jesús: amigo, pastor, poeta, camino, propuesta y luz, compañero, hombre y profeta”. Es probable que te sientas identificad@ con alguna de estas expresiones de lo que significa Jesús en tu vida. Seguramente podes sumarle otras expresiones más. Nosotros sabemos que hay testigos del evangelio que contagian a Jesús. Irradian luz. Jesús les ayuda a irradiar su propia luz.

 

  • Si hay algo que queda claro en todo lo que vamos escuchando y conociendo de Francisco a través de los diversos medios que tenemos acceso, es que comunicó la alegría del Evangelio. Pablo Bonavía, un teólogo de la liberación Uruguayo, amigo nuestro dice:

 

-“El Papa Francisco fue un Papa incómodo, no sólo para muchos que se sienten lejos de la iglesia sino también para aquellos que formamos parte de ella. Y lo fue no porque se alineara con determinada corriente de pensamiento sino porque apuntó directamente al núcleo mismo del ser cristiano invitándonos a ‘volver a Jesús’”.

 

-“En un mundo que parece haber entrado en una profunda crisis de sentido y nos preguntamos qué es lo irrenunciable para crecer realmente en humanidad, Francisco nos recordó a quienes nos decimos cristianos que para nosotros la fuente de esa humanidad se manifiesta sobre todo en la manera de vivir de Jesús. Su mensaje central, pagado con la vida, fue el anuncio del Reino de Dios, entendido no sólo como algo futuro, sino como una fuerza ya presente dentro de la realidad que vivimos toda ella preñada de la cercanía de Dios”.

 

- “Para Francisco, como para el Nazareno, la única manera de reflejar el amor universal de Dios es comenzar por los últimos, por aquellos a quienes la sociedad margina. Esto no sólo lo proclamó el papa en sus mensajes sino que lo expresó en actitudes tales como el que su primera salida de Roma fuera a Lampedusa (donde llegan miles de migrantes de África a Europa), le lavara los pies a una mujer musulmana en jueves santo, o decidiera enterrar en la basílica de San Pedro a un hombre de la calle que había muerto en la columnata vaticana.

 

-Eso sípara Francisco, la solidaridad con los pobres no era sólo brindar algunas ayudas sino sobre todo reconocer la dignidad y fuerza interior de cada uno de ellos, y apoyarlos en la lucha por sus derechos”. Hasta aquí Pablo Bonavía.

 

  • Por eso, Francisco resucitado puede cantar con nosotros: “Esperemos en la vida el futuro nos convoca, siempre hay tierra prometida para quien ama la historia. Este es el desafío construyamos con memoria. No callemos este grito, hay que empezar desde ahora”. Porque nuestro grito, nuestro canto y nuestra esperanza es Jesús.
  • Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?

 

 Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús 

 

Según la Comunidad de Juan 21, 1-14

Después de esto, nuevamente se apareció Jesús a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberíades. Y se hizo presente como sigue: Estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Mellizo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos del Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.» Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces. El discípulo de Jesús al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro: «Es el Señor.» Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca -de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces. Al bajar a tierra encontraron fuego encendido, pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.» Simón Pedro subió a la barca y sacó la red llena con ciento cincuenta y tres pescados grandes. Y no se rompió la red a pesar de que hubiera tantos. Entonces Jesús les dijo: «Vengan a desayunar». Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo repartió. Lo mismo hizo con los pescados. Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.

 

Reflexión:

 

  • Contemplando este texto, José Antonio Pagola nos dice:

-“El relato nos describe, en primer lugar, el trabajo que los discípulos llevan a cabo en la oscuridad de la noche. Todo comienza con una decisión de Simón Pedro: «Me voy a pescar». Los demás discípulos se adhieren a él: «También nosotros nos vamos contigo». Están de nuevo juntos, pero falta Jesús. Salen a pescar, pero no se embarcan escuchando su llamada, sino siguiendo la iniciativa de Simón Pedro.

-El narrador deja claro que este trabajo se realiza de noche y resulta infructuoso: «aquella noche no pescaron nada». La «noche» significa en el lenguaje del evangelista la ausencia de Jesús que es la Luz. Sin la presencia de Jesús resucitado, sin Su aliento y Su palabra orientadora, no hay buena noticia fecunda.

-Con la llegada del amanecer, se hace presente Jesús. Desde la orilla, se comunica con los suyos por medio de su Palabra. Los discípulos no saben que es Jesús. Sólo lo reconocerán cuando, siguiendo dócilmente sus indicaciones, logren una captura sorprendente. Aquello sólo se puede deber a Jesús, el Profeta que un día los llamó a ser "pescadores de hombres". Hasta aquí, Pagola.

  • Ellos vuelven a lo de todos los días, a donde los había encontrado Jesús hacía unos años atrás. Justamente ahí, en lo cotidiano es donde Jesús nuevamente los desafía diciendo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.» Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces”.

 

  • Esta vez, estaban echando las redes “en Su Nombre y por eso la pesca fue abundante. Recién contemplamos a Francisco que así vivió su ministerio como papa, en ese lugar tan complejo, con Jesús en el centro de su corazón, pudo irradiarlo de una manera muy transparente y la cosecha es abundante.

 

  • Jesús además de alentarnos al trabajo, a “echar las redes”, también nos está siempre esperando con “pescado asado y panpara seguir nutriendo nuestra fraternidad y nuestra solidaridad. Cada vez que generamos espacios de encuentro simples y profundos, ahí donde estamos, podemos percibir el aroma de Su Presencia que nos va hermanando.

 

  • Francisco, en abril del 2015 reflexionando sobre este pasaje nos dice: “Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios. Me viene ahora a la memoria un consejo que San Francisco de Asís daba a sus hermanos: prediquen el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras. Predicar con la vida: el testimonio. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia”. Hasta acá Francisco.

 

  • Te invitamos a preguntarte: ¿Cómo estamos viviendo nuestro seguimiento de Jesús?; ¿Cómo estamos irradiando su buena noticia?.

 

 Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”. 

 

  • Francisco, ya resucitado nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.

 

  • Los invitamos a escuchar nuevamente la canción Jesús nuestro canto”.
    • Cantamos-escuchamos.

 

  • Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
    • ...
    • Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
      • ...
      • Junto con todos ellos rezamos: “Padre nuestro...”. Le pedimos a María que nos ayude a reconocernos como hijas e hijos de Dios... “Alégrate María llena eres de gracia...”
      • Recemos junto con Francisco resucitado esta oración de la Hna. Daniela: “Dile a Jesús”, en este tiempo del conclave, para que sigamos aprendiendo a ser “peregrinas, peregrinos de esperanza”.

 

DILE A JESUS

Hna. Daniela

 

Francisco, hermano, partiste al encuentro de Jesús,

y ahora todo se reviste de nueva luz. ¡Eres Pascua!

Llevas a nuestra Iglesia a su Presencia

y susurras al oído del Maestro tus sueños y desvelos

por devolverla al Evangelio.

Dile a Jesús

que lo estamos intentando... Que somos torpes

para vivir la comunión, que esto de “caminar juntos”

nos asusta, que ser jerarquía

gusta más que sentirnos pueblo,

que aún nos resistimos a bajarnos del poder,

que las guerras y divisiones

las marginaciones y exclusiones también son nuestras...

 

Pero también, dile a Jesús, que, pase lo que pase,

seguiremos apostando por una Iglesia sinodal...

Que estamos alargando la mesa para que muchos

tengan un lugarcito y se sientan acogidos,

amados, abrazados.

Que no es fácil el camino de la unidad,

pero nos comprometemos a hacer sentir al hermano

un poco más humano.

 

Dile a Jesús, querido Francisco,

que necesitamos aprender a escuchar, porque nos cuesta

soltar nuestras ideas y agendas personales...

Que eso de estar “en salida” sacude nuestra comodidad

y nos desinstala demasiado...

Pero que intentamos discernir y caminar a la luz del Espíritu,

buscando cribar “lo mío”

para dejar venir “lo Suyo” y construir “lo nuestro”.

 

Dile a Jesús que algunas decisiones van lentas,

pero pondremos empeño en hacerlas nacer y crecer.

Que hay deseos de renovarnos, y buscaremos enfrentar el miedo.

Que aunque algunos se sienten dueños de la verdad,

nos ayudaremos a vivir la conversión en las relaciones.

 

Dile a Jesús, Francisco, que lo amamos...

Que queremos abrazar el Evangelio.

Dile que fuimos felices de tenerte como hermano y pastor.

 

Que el Espíritu nos ayude a mantener los procesos abiertos,

y a no retroceder en la marcha…

Y que inspire al nuevo hermano y pastor

para que sea servidor, como vos, al modo de Jesús.

¡Gracias Francisco!

Y ahora... ¡No te olvides de rezar por nosotros!

 

Que vivamos una fecunda celebración.

Los abrazamos Federico José cp y Carlos cp

 

 Les proponemos para seguir profundizando... 

 

-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús” Nº 129 “ciento cincuenta y tres peces grandes”

 

https://youtu.be/tsseoEFVnOc?si=4nu7LzHE4VoG4F4h

 

[ Modified: Saturday, 3 May 2025, 1:21 AM ]
 
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¿Por qué dar testimonio, aunque el poder ordene callar?

Shalom. Este Domingo 4 de Mayo, III* Domingo de Pascua, en las Iglesias leerán: y el sumo sacerdote les preguntó: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.  Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús (Hechos 5:21b -30a).

La respuesta que da Hechos es clara, pero ¿qué les dio a ellos la fuerza para animarse a desobedecer al Sumo Sacerdote y hacer lo contrario de lo que él les mandó estrictamente? Quizás fue que la manera milagrosa en que acababan de salir de la prisión sugería una intervención divina (la misma clase de intervención divina que en Hechos 12: 6-11). El Sumo Sacerdote que les había ordenado terminantemente no enseñar en el nombre de Jesús era un líder del partido Saduceo (Hechos 5:17b) que los había hecho encerrar en una de las prisiones romanas, que solían ser usadas mas para confinamiento o coerción que para castigo.

Porque ellos Creían, ¡y además Sabían!

Para Pedro y Juan, su milagrosa salida de la prisión demostraba que HaShem, el creador de todos nosotros, intervino e hizo por ellos lo mismo que había hecho antes por el rey David, (a quien también sanó y salvó de sus enemigos). Por eso el Leccionario nos trae el Salmo 29 (escrito por el rey David, o Salmo 30, según otra manera de numerarlos): Te glorificaré, oh HaShem, porque me has exaltado, Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí. HaShem Señor mío, a Ti clamé, y me sanaste (Salmo 29: 1-2).

Exultantes de alegría estaban Pedro y Juan por haber sido liberados por El Padre de esa prisión romana a la que los Saduceos (como el Sumo Sacerdote) -que estaban en el poder- enviaban a sus enemigos políticos (que eran los integrantes del movimiento Fariseo, que incluía a los discípulos de Jesús). Por eso es apropiado citar el Salmo cuando dice: Cantad a HaShem, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad. Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría. (Salmo 29:4-5)

Durante una noche -que les habrá parecido interminable- estuvieron en la prisión romana, temiendo por sus vidas, y luego: Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado (Salmo 29: 12a). Por eso cantaron, ¡y no se quedaron callados! Porque estaban dando testimonio del amor de Dios. ¡Estaban felices de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa de Su nombre! (Hechos 5:41)

Según me comentó el profesor Pedro Barreiro, mientras compartíamos reflexiones sobre el Leccionario de este Domingo, la segunda lectura, extraída del libro del Apocalipsis según San Juan, enseña a los discípulos de Jesús la doctrina de que su Maestro El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 5: 12b-14).

Que pastoree a Sus ovejas

Culminan las lecturas del Domingo en el Evangelio de Juan 21: 15-19, que explica por qué tras salir de la prisión comenzaron a enseñar en el nombre de Jesús. Es porque después de Su resurrección, Él se les apareció mientras estaban pescando y tres veces le preguntó a Pedro: ¿Me amas? (Juan 21: 15b, 16a, 17b). Estas tres veces que se lo pregunta a Pedro son el secreto antídoto por las tres veces en las que Pedro negó conocerle (18:17, 25-27).

Sus preguntas -con amor- le ayudan a Pedro a desatar el nudo con el que por su propia mano casi estrangula su destino de santidad, y lo habilita para cuidar –con el mismo amor- al rebaño de Sus discípulos.

Pero: ¿Cuáles son Sus ovejas?

Él enseña que en principio son solamente las ovejas perdidas de la casa de Israel (en Mateo 15:24 éstas representan a los descendientes del desaparecido reino del Norte, enajenados de su identidad judía) a las que además se le agregan las gentes de otros pueblos, que constituyen el otro rebaño, del que dice que en el futuro: oirán Mi voz (Juan 10:16-18).

En ambas ocasiones (Mateo 15 y Juan 10) Jesús hace alusión a la profecía de Jeremías 50:6. Durante muchos siglos los discípulos de Jesús pasaron por encima de esta clave interpretativa fundamental para entender Su magisterio. El motivo para este “olvido” es que los romanos no veían al pueblo de Israel como el conjunto de las tribus de un pasado distante, sino que veían que muchos de los súbditos del imperio (incluyendo algunos ciudadanos romanos oriundos de Judea) se sentían fariseos antes que súbditos de roma. Es cierto que Sus primeros discípulos eran fariseos (y que luego eso sería equivalente a decir judíos), pero Sus primeros discípulos NO eran de la tribu de Judá, (los apóstoles eran descendientes de las tribus de los habitantes de los montes de Galilea y otros –como San Pablo- eran de la tribu de Benjamín).

En tiempos de Jesús. los maestros Fariseos - para restarles poder simbólico a los líderes Saduceos- se presentaban al pueblo como los legítimos intérpretes de la Ley de Moisés, habilitados para dictar sentencias a muerte; pero al mismo tiempo eran reacios a hacerlo, porque era algo impopular y perimido. Basaban su autoridad en los muy populares libros de los profetas (en cambio para los Saduceos los libros de los profetas -que los cristianos incorporaron a sus sagradas escrituras- no eran sagrados).

Para oponerse al yugo imperial romano, los Fariseos enseñaban que HaShem, (Di-s), es nuestro Redentor (Job 19:25). El fariseo San Pablo explicará -para las ovejas perdidas de la casa de Israel- que por gracia les ha concedido Di-s un nuevo camino de regreso a Él, que no es el mismo camino que está reservado para los judíos –descendientes de la tribu de Judá-. Les dice claramente a los que oirán Su voz que para ellos, igual que para el rebaño de las ovejas perdidas de la casa de Israel (Galileos, Benjaminitas): Jesús es nuestra pascua. (1ra. Corintios 5:7.)

Para dar cierre a la reunión de ese Domingo, en las iglesias las congregaciones entonarán el Aleluya. ¡ALELUYA! es una aclamación que desde sus inicios une a los cristianos con la comunidad judía. Aparece tanto en el libro de los Salmos (escritos en hebreo, mil años antes del nacimiento de Jesús) como también en el Nuevo Testamento, en el libro del Apocalipsis (Apocalipsis 19:1-6).

Alabanzas de gratitud, y buenos pasos

El Hallel es un conjunto de seis salmos (del 113 al 118) que se cantan en la celebración de la “Pascua” Judía, el Pésaj. El mismo Jesús posiblemente cantó estos salmos en la última cena, según lo narran los evangelios de Mateo y Marcos: "Después de cantar el himno salieron para el monte de los Olivos" (Mateo 26:30 y Marcos 14:26). Se denomina Hallel porque son una constante alabanza a Dios por todo lo que ha hecho desde la creación.

La siguiente letra que continua a la palabra Hallel es la “U”, que es un sufijo que denota una acción imperativa plural, y así se va formando: HALLELÚ: alabad; y, finalmente, YAH, que es la abreviatura de Su nombre, al que los judíos tenemos prohibido pronunciar en vano. En resumen, ALELUYA es una palabra en idioma hebreo, que significa: “alabad a Di-s”, “alabad a Él”.

¿Qué mas podemos hacer, además de alabarle y dar testimonio de lo que sabemos? Demos buenos pasos, que eso nos dará buen camino. Y quiera Él concedernos vivir en un sitio de paz, justicia y verdad. Shalom Shalom.

Bendiciones

 
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MONTE QUEMADO | Copo 25/04/2025

El día que Bergoglio visitó a sus amigos jesuitas en San José del Boquerón y Monte Quemado.

Francisco visitó a las Hermanas Dominicas y a su amigo y excompañero, el padre Constable.

Corría el año 1974 cuando dos jóvenes sacerdotes jesuitas, Juan Carlos Constable y Agustín López, llegaron a la Diócesis de Añatuya. Fue a pedido del obispo Jorge Gottau y con la bendición del entonces sacerdote de la Compañía de Jesús, el padre Jorge Mario Bergoglio —el fallecido papa Francisco— que los dos religiosos emprendieron su misión a San José del Boquerón.

Bergoglio visitó en 1974 y 1975 a los jóvenes al frente de una misión que implicaba recorrer más de 300 kilómetros, pasando por parajes como Bandera Bajada, Santos Lugares, La Candelaria, Villa Matoque, Nueva Esperanza, Monte Quemado, Sacháyoj y Pampa de los Guanacos.

Jorge Bergoglio también visitó en 1975 a las Hermanas Dominicas de la Annunciata, en el marco de los 40 años de la congregación en el departamento Copo.

Durante 45 años permaneció en Boquerón. Casi medio siglo de presencia silenciosa pero transformadora. Su servicio en el Proyecto del Salado y su asesoramiento a organizaciones campesinas desde 1981 hasta 1996 marcaron profundamente el devenir social de la región.

En abril de 2025, en la conmemoración del 40° aniversario del regreso de los jesuitas a Boquerón, la Diócesis de Añatuya agradece a Dios por la entrega del padre Juan Carlos y por la semilla ignaciana que germinó en la tierra seca del monte santiagueño.

[ Modified: Sunday, 27 April 2025, 10:19 AM ]
 
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domingo de Pascua | 27 de abril 2025 | Federico cp y Carlos cp


“Y pese a todo vuelve la mañana”

 Primer paso: Contemplamos nuestra vida 

 

  • Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén

 

  • En esta celebración vamos a contemplar “las llagas” de Jesús Resucitado, nuestras “llagas” y las de Francisco. Por eso le pedimos a esta hermosa y profunda canción: “Levántate y canta” de Héctor Negro y Cesar Isella que nos ayuden a templar nuestro corazón.

LEVANTE Y CANTA

Si algún golpe de suerte, a contrapelo
A contrasol, a contraluz, a contravida
Te torna pájaro que quiebra el vuelo
Y te revuelca con el ala herida.

Y hay tanto viento para andar las ramas
Tanto celeste para echarse encima
Y pese a todo, vuelve la mañana
Y está el amor que su milagro arrima.

 

Por qué caerse y entregar las alas
Por qué rendirse y manotear las ruinas
Si es el dolor, al fin, quien nos iguala.
Y la esperanza, quien nos ilumina.

Si hay un golpe de suerte, a contrapelo
A contrasol, a contraluz, a contravida
Abrí los ojos y tragate el cielo
Sentite fuerte y empujá hacia arriba

 

Tiempo personal:

 

  • Recién cantamos: “Te torna pájaro que quiebra el vuelo y te revuelca con el ala herida”. En diferentes momentos de nuestra vida habremos experimentado estas “heridas”, estas “llagas”...
    • Recordá algunos de esos momentos.
    • Ahora que las contemplo en la distancia: ¿Qué te enseñaron esas “heridas”, esas “llagas”?; ¿Qué aprendiste de la vida, del amor a través de ellas?”
    • ...

 

  • Si te parece, lo podes escribir.
  • Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.

 

Reflexión:

 

  • Nuestros dolores, heridas, “llagas”... son parte de nuestra condición humana, esos “golpes de suerte a contrapelo, a contrasol, a contraluz, a contravida”... Y al mismo tiempo, podemos decir desde nuestra propia experiencia que: “Y hay tanto viento para andar las ramas. Tanto celeste para echarse encima. Y pese a todo, vuelve la mañana. Y está el amor que su milagro arrima”.

 

  • Estamos despidiendo a nuestro querido Francisco, que vivió la fragilidad, el dolor desde la fe y el amor. En abril del 2023 nos decía: “La naturaleza humana, lleva inscrita en sí misma la realidad de la limitación, la fragilidad y la muerte. Tengo una preocupación particularmente cerca de mi corazón, a saber, que la enfermedad y la finitud en el pensamiento moderno son a menudo consideradas como una pérdida, un no valor, una molestia que debe ser minimizada, contrarrestada y cancelada a toda costa”.

 

  • Sigue Francisco: “La experiencia del dolor es una realidad aterradora que, cuando irrumpe y agrede, puede dejar al hombre conmocionado, hasta el punto de quebrantar su fe. La persona se encuentra entonces en una encrucijada: puede dejar que el sufrimiento la lleve a replegarse en sí misma, hasta la desesperación y la rebelión; o puede acogerlo como una oportunidad de crecimiento y discernimiento sobre lo que realmente importa en la vida, hasta el encuentro con Dios. El hombre y la mujer de fe se sienten invitados a afrontar la condición universal del dolor como lugar de encuentro con la cercanía y la compasión de Dios, Padre bueno, que con infinita misericordia se hace cargo de sus criaturas heridas para sanarlas, resucitarlas y salvarlas”.

 

  • Termina diciendo Francisco: “Así, en Jesús, hasta el sufrimiento se transforma en amor y el fin de las cosas de este mundo se convierte en esperanza de resurrección. En esencia, para el cristiano, también la enfermedad es un gran don de comunión, con el que Dios le hace partícipe de su plenitud del bien precisamente a través de la experiencia de su debilidad. La forma en que experimentamos el dolor nos habla de nuestra posibilidad de amar y dejarnos amar, de nuestra capacidad de dar sentido a los acontecimientos de la existencia a la luz del amor y de nuestra disposición a aceptar las limitaciones como una oportunidad de crecimiento y de redención”.

 

  • Todas y todos somos testigos que Francisco le puso el cuerpo a estas palabras. No solo supo “abrazar sus propias heridas-llagas”, sobre todo supo abrazar las “heridas-llagas” de otros, las de toda humanidad y también las de la Madre Tierra Crucificada. El gesto de ir este último jueves santo a visitar la cárcel, como lo hacía todos los años, estando tan frágil, transparenta lo que estamos diciendo.

 

  • Francisco como Jesús, entregó todo hasta el final. Aprendió a vivir el dolor, “las heridas”, desde la fe, la esperanza y el amor. Por eso hoy nos canta, ya resucitado: “Por qué caerse y entregar las alas. Por qué rendirse y manotear las ruinas. Si es el dolor, al fin, quien nos iguala y la esperanza, quien nos ilumina. Si hay un golpe de suerte, a contrapelo, a contrasol, a contraluz, a contravida. Abrí los ojos y tragate el cielo. Sentite fuerte y empujá hacia arriba”
  • Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?

 

 Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús 

 

Según la Comunidad de Juan 20,19-30

 “Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.» Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.» Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.» Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.» Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.» Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!»

 

Reflexión:

 

  • La comunidad de Juan, como las otras comunidades: Mateo, Lucas y Marcos, nos narran lo que hoy se llama: “La experiencia del Resucitado”. La vivencia de un acontecimiento de profunda densidad humana donde sentimos-experimentamos-vemos, desde el amor, a Jesús Resucitado. Como esas experiencias que estuvimos recién contemplando en nuestra o en la vida de Francisco donde, por ejemplo, las “heridas-llagas” fueron una oportunidad para seguir aprendiendo a amar, a vivir con mayor plenitud. Profundicemos un poco más.

 

  • Ana María Diaz en su reflexión del domingo pasado: “La danza de la resurrección” nos dice: “Para los discípulos y discípulas de Jesús, la resurrección no es una creencia, si no un acontecimiento que alcanza todas las dimensiones de la vida y lo vivo; (...) un acontecimiento que nos sacuda y nos conmueva intensamente”.

 

  • Sigue Ana María: “Es necesario creer en los milagros. Nos confundimos cuando pensamos que los milagros no son naturales, que son inexplicables y excepcionales. Un milagro es un acontecimiento maravilloso que se produce fuera de la lógica lineal de los hechos. Los milagros son perfectamente naturales y ocurren frecuentemente. Lo que sucede es que no tenemos ojos para verlos, ni la lógica adecuada para esperarlos. La naturaleza, la vida, la historia no sigue necesariamente la dinámica causa efecto de un modo inapelable. Mucho más frecuentemente ocurren hechos inesperados, insospechados, resonancias curvas, saltos en los acontecimientos. Los milagros son también parte de la danza de la resurrección”.

 

  • Las discípulas y discípulos de Jesús, estaban con miedo y encerrados. Y empezaron a compartir sus “heridas, sus dolores, sus llagas”. Mientras iban compartiendo recordaban, “volvían a pasar por el corazón”, las palabras y sobre todo los gestos de Jesús. En esa compartida fueron sintiendo y pudieron ver a Jesús en medio de ellos y ellas, en lo profundo de su corazón, que les decía: “La paz esté con ustedes”. Empezaron a comprender que esas “llagas” de Jesús, hablaban de Su amor y Su coraje. Esas “llagas” expresaban Su convicción de que el Sueño-Reino de Dios ya está en medio de nosotros.

 

  • Ahora les tocaba a ellos y a ellas seguir poniéndole el cuerpo a esa Buena Noticia, como lo hizo su amado y valiente maestro. El Dios Abba, Padre y Madre garantiza Su Amor. Como el sol, la luna y las estrellas Su Amor nos ilumina e inspira siempre. No tenemos que hacer nada, siempre esta, es un Amor gratuito.

 

  • Esta fue la convicción de los discípul@s: “El resucitado es el crucificado”, es decir: “Esa pasión por la vida desde el amor, la muerte no la puede frenar. “Las llagas” son una muestra clara de que “pese a todo, vuelve la mañana. Y está el amor que su milagro arrima”.

 

  • Ayer y hoy ese mismo Jesús nos dice: “Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo”, es decir: “reciban esa misma pasión por el Sueño-Reino de Dios, crean que otro mundo es posible”. Jesús resucitado junto a Francisco, también resucitado, nos cantan: “Por qué caerse y entregar las alas. Por qué rendirse y manotear las ruinas. Si es el dolor, al fin, quien nos iguala. Y la esperanza, quien nos ilumina. Si hay un golpe de suerte, a contrapelo, a contrasol, a contraluz, a contravida. Abrí los ojos y tragate el cielo. Sentite fuerte y empujá hacia arriba”.

 

 

  • ¿Qué te parece esta manera de contemplar el Evangelio?. ¿A qué te desafía?

 

Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.

 

  • Francisco, ya resucitado nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.
  • Los invitamos a escuchar nuevamente la canción “Levántate y canta”.
    • Cantamos-escuchamos.

 

  • Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
    • ...
    • Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
      • ...
      • Junto con todos ellos rezamos: “Padre nuestro...”. Le pedimos a María que nos ayude a reconocernos como hijas e hijos de Dios... “Alégrate María llena eres de gracia...”
      • Recemos junto con Francisco resucitado por la fraternidad universal, para que sigamos aprendiendo a ser “peregrinas, peregrinos de esperanza”.

 

ORACIÓN AL CREADOR

 

Señor y Padre de la humanidad,
que creaste a todos los seres humanos

con la misma dignidad, infunde

en nuestros corazones un espíritu fraternal.


Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.

Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno,
sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras.

Que nuestro corazón se abra
a todos los pueblos y naciones de la tierra,
para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno,
para estrechar lazos de unidad,

de proyectos comunes, de esperanzas compartidas.

Amén.

 

Los abrazamos Federico José cp y Carlos cp

 Les proponemos para seguir profundizando... 

 

-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús” Nº 125 “El primer día de la semana”.

- https://youtu.be/EVQEbdqO-qY?si=Pbqg0LRP02krr_qV

[ Modified: Friday, 25 April 2025, 10:25 PM ]
 
by Aptekmann, Marcelo - Friday, 25 April 2025, 9:08 AM
Anyone in the world

Shalom Alejém, y Shláma Lah

¡Shalom Alejém(En hebreo:¡La Paz sea con Ustedes!).

Este sábado 26 de Abril el mundo acompañará espiritualmente las exequias del Papa Francisco, Q.E.P.D. Su magisterio se ha convertido -para muchos- en símbolo de diálogo, humildad y compromiso con los más vulnerables. Quiera nuestro Creador, el de todos, que ese símbolo ilumine los caminos a quienes queremos construir en el Diálogo.

El día siguiente, Domingo 27 de Abril –según el Leccionario- los cristianos estarán leyendo estos versículos del Evangelio según San JuanCuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. (Juan 20:19-20),

¿Por qué elijo detenerme en estos dos versículos? Porque cuando leo que el texto del Evangelio, dice que Sus discípulos estaban reunidos tras puertas cerradas ¡por miedo a los judíos!, pienso que estas palabras de las sagradas escrituras, que implícitamente parecen describirnos a los judíos como seres a quienes los apóstoles temían, tal vez no predispongan a la grey cristiana a abrirse al encuentro y al diálogo con los judíos. Obviar este problema en la lectura del Evangelio sería - para mí- como dejar de mencionar al elefante encerrado en la habitación.

¿Será para tanto?

Entiendo que alguno considerará que la cuestión de cómo son tratados los judíos no es la mas importante en la lectura de los Evangelios. Puede que este aspecto parezca anecdótico si lo comparamos con la trascendente enseñanza del amor cristiano, que es lo que verdaderamente debería convocar nuestra atención. Pero si la manera en que tradicionalmente se interpreta el texto que nos trae el Evangelio conduce a la grey cristiana a distanciarse de sus prójimos judíos, entonces la enseñanza del amor al prójimo queda entremezclada con otra enseñanza, que no debería impartirse en el nombre de Di-s.

A los católicos, desde el Concilio Vaticano segundo, les es impartida la enseñanza de que no se debe culpar a los judíos de todos los tiempos, ni a todos los judíos de aquel entonces, de los hechos que narran los Evangelios, que sucedieron en Jerusalem hace dos mil años. Pero esa enseñanza católica no explica por qué deberían los cristianos deponer la interpretación tradicional, que durante mas de 1500 años educó a los cristianos en el desprecio hacia los judíos.

En este sentido se podría argüir que la perimida interpretación tradicional contribuyó a preparar el terreno para la siembra del odio contra los judíos, que es contrario a Su Magisterio de amor. También se podría decir que al presentar al Magisterio de Jesús como ajeno a la cosmovisión judía, como algo propio de una cristiandad definida por oposición a la identidad judía, se dificulta la posibilidad de nutrir la fe cristiana en las fuentes de la tradición judía.

Personalmente considero que son dos motivos muy válidos para deponer la interpretación tradicional. Lamentablemente, los buenos motivos no alcanzan para garantizar buenos resultados. Tantos siglos de machacar con la interpretación que señala a los judíos como seres temibles, ¿no han generado una especie de saber popular, que por inercia va a persistir, aunque mas no sea como un dejo de desconfianza Universal hacia los judíos?

Se puede enseñar de qué manera no deben interpretarse ciertos versículos, como adecuadamente lo hace la Iglesia Católica desde 1965. Además se podría fundamentar esta nueva consigna con razones morales y espirituales, como las recién mencionadas. Incluso se podría cuestionar la coherencia de la enseñanza de que los judíos son culpables y dañinos mediante un análisis racional del texto: los discípulos de Jesús estaban reunidos por miedo a los judíos.

¿Acaso no eran también judíos tanto Sus discípulos, como Jesús mismo? Entonces, a menos que se tuviesen miedo a sí mismos o a Jesús, es evidente que no le tenían miedo a todos los judíos, algo que el redactor humano del texto del Evangelio podría haber tenido mas en cuenta. ¿A quiénes hubiera sido lógico que les tuvieran miedo los  apóstoles? ¿Quizás a las tropas romanas, que no veían en los discípulos de Jesús mas que a un grupo de revoltosos judíos y que eran las que por esa época andaban crucificando a miles de judíos?

Escrito está, pero ¿cómo lo leemos?

Pero no corresponde que re-escribamos el texto de La Biblia. Ha llegado a nosotros así como la tenemos, y podemos aceptarla respetuosamente, pero sin renunciar a leerla de otro modo. Aunque la tradición interpretativa cristiana persista inercialmente en la consigna des-judaizante, no es necesario que nos apeguemos a ella. La tradición interpretativa no es parte del credo y no es necesario defenderla dogmáticamente, como lo ha demostrado el Concilio Vaticano II.

Es necesario que aprendamos a interpretar las Sagradas Escrituras de una manera nueva. Eso no es nada sencillo, porque para hacerlo primero hay que desprenderse del antiguo paradigma interpretativo. No es un trabajo fácil, pero la recompensa es potencialmente muy alta: abre el camino a devolverle a los discípulos de Jesús el camino de Su amor a Su pueblo, y el camino de un amor pleno al Di-s de Israel.

Leamos el texto: Estaban reunidos, tras puertas cerradas, prisioneros del miedo. Miedo ¿a los judíos? ¿o miedo a sufrir humillaciones torturas y muerte, como su Maestro? Por algún motivo el autor humano de esas líneas, escritas después del año 80, eligió escribir que a lo que los apóstoles le temían era a los judíos. Me imagino cuál sería ese motivo, pero dejémoslo de lado por el momento. Lo importante es que, según el Evangelio, después de Su resurrección, ni las paredes ni las puertas cerradas Le impidieron estar en medio de ellos y traerles Paz.

La Palabra que les dio cuando estaban presos del miedo fue Paz a Ustedes. Hoy en día -en hebreo- Paz a Ustedes se dice Shalom Alejem. En Sus días, en idioma arameo (que era la lengua vernácula de entonces) se pronunciaba Shlama Lah. Es una frase afectuosa y tranquilizadora, que hizo que se regocijaran y Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros (Juan 20:21).

¡Lo esencial del magisterio de Jesús no es que haya que temer a los judíos, y tampoco fue que había que temer a algunos de entre los judíos de Su época! ¡Lo trascendente de Su enseñanza es que no hay que temerle a la muerte! Por eso se aparece en medio de ellos (¿en el centro de cada uno? ¿En su espíritu?) y con una frase afectuosa y Su presencia luminosa les da Paz (de la que brota desde adentro).

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.  Y habiendo dicho esto, sopló dándoles una nueva vida, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo(Juan 20: 21-22) La fe de Jesús en el Padre es la que ofrece transmitir a Sus discípulos, a los que invita a que ellos también sean Sus enviados, identificándose con Él. Con el milagro de la resurrección les ayuda a entender que no es necesario que teman, así como Él (Jesús) no temió.

En cada ser hay una chispita de la Luz Infinita

En la frase Habiendo dicho esto, sopló dándoles una nueva vida, (Juan 20: 22ª), percibo una alusión al hálito de la vida que Hashem, nuestro creador, le otorga a Adam en Génesis 2:7. Pero cuando Luego les dijo: Recibid el Espíritu Santo (Juan 20:22b), la alusión ya no es a las escrituras judías, sino a Su propio Magisterio, al consuelo que les había prometido unos días antes de partir: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. (Jn 14:16-17)

El espíritu Santo que les invita a recibir es el de verdad, el que el mundo no puede recibir porque no lo ve (y no conoce lo que no ve), pero ellos –Sus discípulos- si lo conocen, porque lo llevan y sienten dentro de sí mismos, y aunque no puedan verlo saben que está allí, porque desde dentro de ellos ilumina todo lo que está fuera de ellos y con los ojos ven el mundo bajo una nueva luz.

Ojalá nuestro Padre, el de todos (aún el de quienes no saben que por Él han sido creados) ayude a cada uno de nosotros, a iluminar las noches dentro de las que nos encerramos junto con el miedo. Ojalá que nuestro creador nos conceda la gracia de ver la Paz brotar tiernamente desde un punto de amor puesto en medio de nosotros. De cada uno de nosotros.

En este Domingo, en el que el mundo se despide de la presencia física del Papa Francisco, Q.E.P.D., y mientras seguimos todos alegremente recalentando al planeta, y mientras multitudes siguen preparándose para la locura de la guerra, ojalá que las chispas de luz de verdad, iluminen desde adentro a cada uno de nosotros, para que no temamos y acertemos a dar el paso correcto, el de la Paz. Paz.

Shalom Shalom

 
Anyone in the world

 TRIDUO PASCUAL | “Acompañamos a Jesús en su pasión y resurrección” | Federico cp y Carlos cp 

 

“Cómo contarle a mi gente que sos el Dios de la Vida”

 

Algunas aclaraciones:

  • Esta celebración busca contemplar a Jesús en lo que se llama: “El triduo pascual”: El jueves santo: “La última cena”; el viernes santo: “El camino y la muerte en cruz” y el sábado de noche-domingo de Pascua: “Su resurrección”.
  • Ustedes decidan si hacen la celebración en partes o toda junta.
  • Necesitamos cuatro símbolos: Una vela, una jarra con agua, una cruz y un frasco de perfume.
  • La canción: “Cómo contarle a mi gente” nos ayudará a darle un sentido de unidad a este triduo pascual.
  • Queremos seguir cultivando a este “peregrino, peregrina de esperanza”, que Francisco papa nos invita a revitalizar en este año jubilar. 

 Primer paso: Contemplamos a Jessús en la última cena . 

 

  • Encendemos una vela: Símbolo del fuego vivo de Jesús que arde en medio de nosotros. Reconocemos que nos encontramos en el Nombre del Dios Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

  • Sus discípulas y discípulos que estaban en esa última cena, lo vieron apasionado por el Reino-Sueño de Dios durante tres años. Vieron a su Maestro que hizo todo lo que pudo para que comprendieran que el Dios de la vida nos está convocando a vivir plenamente.

 

  • Trabajó mucho para que se sintieran de verdad, hermanas y hermanos, que pudieran sentir que Dios es Abba, Padre y Madre. Por eso podemos imaginarlo a Jesús cantando junto con ellos y ellas en aquella última cena: “Cómo contarle a nuestra gente que sos el Dios de la Vida”.

Como contarle a mi gente

Carlos Saracini cp

¿Cómo contarle a mi gente... que sos el Dios de la Vida,

que no estás con nosotros jugando a la escondida?

¿Cómo contarle a mi gente... que respetas firmemente

la libertad que nos diste y así vivir plenamente?

¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado:

Vos te hiciste cercano y nosotros   te alejamos!

¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado

para ocultar nuestros miedos y oprimir tantos hermanos!

 

Si sos como la TIERRA que sostiene nuestra Vida,

te buscamos en el cielo y estás en cada esquina.

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO, PADRE, ACEPTAR CON HUMILDAD

ESTA HUMANIDAD QUE SOMOS, TIERRA QUE ANDA, EN LIBERTAD?

 

  • Con lo que nos quedó resonando al imaginarlo a Jesús y sus discípulas y discípulos escuchemos lo que nos recuerda la comunidad de Juan, algo muy importante que pasó en aquella última cena.

 

“Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado. Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo. En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía. Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica”.  (Jn.13, 4-5. 13-17)

 

Reflexión:

  • Jesús es Maestro porque dice y hace, por eso tiene autoridad. La etimología de la palabra “autoridad” significa “ser autor de tu propia vida”. Sus discípulos y discípulas a lo largo de esos tres años intensos lo vieron sirviendo todo el tiempo, es decir: “lavando los pies”. Lo vieron feliz.

 

  • Es probable que en ese momento hayan recordado esa vez que estaban en una barca para irse a otro lugar para descansar, después de haber estado ayudando a mucha gente. Sin embargo cuando bajaron de la barca Jesús vio a una muchedumbre y sintió compasión, porque estaban como “ovejas sin pastor”. Cambió los planes y se puso a enseñarles largo rato. Ese fue el momento en que realizó el milagro de la confianza. Sus palabras fueron entibiando el corazón de los presentes y al juntarse en grupos pequeños empezaron a compartir lo que tenían guardado bajo la túnica. Podemos imaginar la alegría de todas y todos.

 

  • Por eso les dice: “felices si lo ponen en práctica”. Como si les dijera: “Esto de lavar los pies lo hemos vivido muchas veces, hemos sentido esa alegría en nuestro pecho. Sigan haciéndolo”.

 

  • Todas y todos hoy hemos vivido la alegría de servir, de “lavar los pies” y de que otros nos “laven los pies”. Se trata de una manera de vivir, de estar disponibles para ser solidarios, para dar una mano. La felicidad que sentimos cuando hacemos una “gauchada”.

 

  • También es cierto que a veces no nos brota, lo hacemos a contrapelo. El Maestro nos invita a que superemos la pereza y las contradicciones, para que vivamos esta bienaventuranza del servicio. No es servilismo, es sumarnos a esta danza de Dios Padre y Madre que nos convoca a seguir multiplicando el bien desde el amor.

 

Gesto orante:

    • Colocamos la jarra de agua en el centro, junto al cirio y nos quedamos un rato en silencio para que Jesús nos hable y así seguir despertando a este peregrino y peregrina de esperanza que habita en nosotros.
      • ... Silencio orante.

 

  • Si nos brota podemos escribirle algo a Jesús.

 

 Segundo paso: Contemplamos a Jesús Crucificado 

 

  • Seguimos acompañando y aprendiendo de nuestro Maestro.
  • Despues de la última cena, fue al monte de los olivos a rezar. Ahí lo tomaron preso. Luego de inventarle un juicio injusto y de torturalo, tuvo que cargar su propia cruz, aunque al final de ese vía crucis, necesitó que otro lo haga por él. En el lugar de la calavera lo crucificaron.
  • Escuchemos lo que nos dice el Evangelio de Marcos en el momento de la muerte de Jesús.

 

“Llegado el mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde, y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Al oírlo, algunos de los que estaban allí dijeron: «Está llamando a Elías.» Uno de ellos corrió a mojar una esponja en vinagre, la puso en la punta de una caña y le ofreció de beber, diciendo: «Veamos si viene Elías a bajarlo.» Pero Jesús, dando un fuerte grito, entregó su espíritu. En seguida la cortina que cerraba el santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo”. (Mc.15, 32-38)

Reflexión:

  • Jesús vive su fe a pleno. Recordemos que la fe también es pregunta, es duda. Esa pregunta esta dirigida a su Dios Abba: “Dios mío, Dios mío... ¿por qué me has abandonado?”.

 

  • El silencio de Dios Padre y Madre es un silencio doliente. Se queda mudo frente a tanta crueldad, tanta injusticia, tanto dolor. También es un silencio denunciante porque deja al desnudo esa lógica perversa del poder que oprime y mata.

 

  • Un silencio que acepta las reglas de juego de la libertad, que él mismo y Jesús han respetado hasta el final. Para amar es necesario ser libres. Un silencio para que Jesús nos siga enseñando, desde la cruz , que el amor no se impone, ni se mendiga, el amor se ofrece.

 

  • Es un amor que deja al desnudo cómo Dios nos ama, ofreciendo su amor, por eso la cortina del templo se raja de arriba hacia abajo. Gracias a Jesús sabemos que ya no hay sagrado y profano, todo es sagrado para Dios: Toda Su creación y todos los seres humanos son sagrados para Dios porque somos sus hijas y sus hijos.

 

La comunidad de Lucas lo recuerda de esta manera

“Hacia el mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad, y Jesús gritó muy fuerte: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y dichas estas palabras, entregó su espíritu”. (Lc. 23,44-45)

 

Reflexión:

  • La fe también es confiar, por eso además de la pregunta: “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?”, le dice: “Padre en Tus Manos encomiendo mi espíritu”.

 

  • En los dos Evangelios nos dice la misma expresión: “...entregó el espíritu”. Jesús desde la cruz nos entrega Su Espíritu lúcido, sabio, valiente, compasivo, creativo, servicial... para que sigamos sumándonos a este sueño reino de Dios.

Gesto orante:

  • Junto al agua y el cirio encendido, colocamos la cruz.
  • Podemos respirar hondo y sentir que recibimos Su Espíritu desde la cruz. Que nuestro peregrino y peregrina de esperanza se llene de Su Espíritu.
    • Nos quedamos un rato en silencio.

 

  • Con todo lo que estamos rezando, vamos imaginar que los que recibimos ese “espíritu de Jesús” cantamos:

¿Cómo contarle a mi gente...que no marcas el destino

y no estás repartiendo por todos lados premios y castigos?

¿Cómo contarle a mi gente... que no sos un gran mago

sino que estás con nosotros luchando mano a mano.

¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado...

para sembrar tanto odio, si en tu Nombre hemos matado!

¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado...

para echarte la culpa y nunca hacernos cargo!

Si sos como el VIENTO soplando en todos lados,

alentando este sueño de un mundo más humano.

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO, PADRE, ACEPTAR CON HUMILDAD

ESTA HUMANIDAD QUE SOMOS, TIERRA QUE ANDA, EN LIBERTAD?

 

 Tercer paso: Contemplamos a Jesús Resucitado. 

 

  • Tratemos de ponernos en el lugar de las discípulas y discípulos. Si bien Jesús les había dicho una y otra vez que no era un “todopoderoso”, que Dios respeta nuestra libertad, por eso les insistía que “el que quiera seguirme que cargue con su cruz y me siga”, que asuma las consecuencias de sus decisiones, pero nunca esperaron este final. Estaban destrozados.

 

  • Habrán mirado hacia el cielo muchas veces, mientras lo estaban crucificando, rogando para que Dios interviniera para frenar esa locura y crueldad, tan injusta sobre su maestro y amigo. Ese viernes y sábado estaban destruidos y con mucho miedo, porque si hicieron eso con su maestro tambien lo podían hacer con ellos y ellas.

 

  • La comunidad de Lucas, que nos ayuda a contemplar la importancia que tenía para Jesús y para esa comunidad “las mujeres”, nos narra la experiencia de la resurrección de esta manera. Escuchemos.

 

“El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: el Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará.» Ellas entonces recordaron las palabras de Jesús. Al volver del sepulcro, les contaron a los Once y a todos los demás lo que les había sucedido. Las que hablaban eran María de Magdala, Juana y María, la madre de Santiago. También las demás mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles. Pero no les creyeron, y esta novedad les pareció puros cuentos. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro; se agachó y no vio más que los lienzos. Así que volvió a casa preguntándose lo que había pasado”. (Lc. 24, 1-12)

 

Reflexión:

  • Las mujeres de madrugada, en medio de la oscuridad, arriesgándose, realizan este gesto de amor y ternura para honrar la vida de su maestro y amigo. Este Jesús que las puso de pie, que les enseñó a reconocerse dignas, hijas de Dios.

 

  • Se encontraron con algo inesperado: “La piedra había sido removida y que no estaba el cuerpo de Jesús”. La angustia y el miedo casi las paralizó. Pero al recordar, al volver a pasar por el corazón las palabras del Maestro, sintieron en lo profundo de su ser: “¡No está aquí, ha resucitado!”.

 

  • Cuando fueron las mujeres y les contaron lo que les había sucedido no les creyeron. La experiencia del Resucitado se vive y se contagia; pero cada uno y cada una tiene que hacer su propia experiencia.  Pedro fue al lugar corriendo, vió algunos signos y se quedó con preguntas. La fe de Pedro empezaba a arder... porque las preguntas son parte de la fe, ya lo hemos dicho.

 

  • Ese perfume que llevaban las mujeres para cuidar “el cuerpo de Jesús”, se transformó en el perfume del resucitado. Ellas iban compartiendo su buena noticia, su Evangelio de que estaba vivo y dándose cuenta o sin darse cuenta el perfume del resucitado empezó a despertar esta convicción que: “la muerte no es la última palabra, bien adentro de nosotros lo sabemos. Antes y después de ella está la vida, el amor en el final y en el comienzo”.

 

  • Esta es la convicción que late en lo profundo de “los peregrinos y las peregrinas de esperanza” que creemos en Jesús crucificado-resucitado.

 

Gesto orante:

  • Junto al agua, el cirio encendido, la cruz, colocamos el perfume.
  • Nos quedamos en silencio, respirando ese perfume del resucitado, contemplando los otros tres símbolos.  
    • Nos quedamos un rato en silencio.

 

  • Con todo lo que estamos rezando, vamos a imaginar a esas mujeres valientes que cantan con nosotros:

¿Cómo contarle a mi gente...que no nos vas probando

porque confías en nosotros y están tus huellas en mi barro?

¿Cómo contarle a mi gente... que siempre te estás "filtrando"

que estás en cada mirada, en cada gesto, en cada abrazo?

¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado:

hemos creado un ídolo tomando Tu Nombre en vano!

¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado...

para crear jerarquías y divisiones entre hermanos.

Si sos como el AGUA que tanto necesitamos:

venís a nuestro encuentro en Jesús tan humano.

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO, PADRE, ACEPTAR CON HUMILDAD

ESTA HUMANIDAD QUE SOMOS, TIERRA QUE ANDA, EN LIBERTAD?

 

ORACIÓN FINAL

 

  • Al desearnos: “Feliz Pascua”, hoy lo podemos traducir de esta manera: “Felices los que lavan los pies”; “felices los que preguntan y confían como Jesús en la cruz”; “Felices los que con ternura y coraje lo descubren a Jesús vivo, como las mujeres”; “Felices los que desparraman el perfume del resucitado ahí donde están”.

 

  • ¿Qué otros “felices” te brotan?
    • ...

 

  • Una propuesta: Esto que estuviste rezando te invitamos a compartirlo con otros como a vos te parezca mejor, a través de gestos o palabras. Visitando a otros o mandando un mensaje o llamándolo por teléfono.

 

  • Junto con Jesús Resucitado rezamos a nuestro Dios Padre y Madre, para seguir renovando a esta peregrina y este peregrino de esperanza que habita en nosotros, como nos invita nuestro querido Francisco papa, en este año jubilar: “Padre nuestro...”

 

  • También le pedimos a María que nos ayude a llevar este perfume del Resucitado: “Dios te salve María...”

 

  • Durante este tiempo te invitamos a ir desparramando este perfume del Resucitado ahí donde estemos. Nosotros sabemos que no solo se trata de  proclamar estos “felices los que...”, sino sobre todo vivirlos y contagiarlos.

 

Con alegría les ofrecemos esta celebración.

De corazón: ¡Feliz, fecunda Pascua!

Sus hermanos Federico José cp y Carlos cp

 

De un tal Jesús les proponemos escuchar, al menos estos tres. Pueden escuchar muchos más

 

  1. Ultima cena: Nº110 “La cena de pascua”

https://youtu.be/RIlBVV_dOI0?si=9ky7GLNW9l3VLO79

 

  1. La Cruz: Nº122 “Hasta la muerte en cruz”

https://youtu.be/sk3Gmfa1x9g?si=ScG0UBngnYGOKEJG

 

 

  1. El Resucitado: Nº125 “El primer día de la semana”

https://youtu.be/l6KMENBy5-U?si=ZJcJgyr6rRW2ttmh