“Soy lo que doy”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida |
- Hacemos explícito que nos reunimos en Su Nombre alrededor de esta mesa.
En el Nombre de nuestro Dios Padre-Madre, de Jesús el Hijo y del viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén.
- Como siempre nos dejamos sorprender por la poesía y la música que nos ayudan a templar el corazón para poder contemplar nuestra vida y la de Jesús. Esta vez con la canción: “Soy lo que doy” de El árbol de Diego, cantautor Chileno.
SOY LO QUE DOY
El árbol de Diego
Tanto que me revolqué en el barro.
Tanto, que me volví arcilla, y la vida. Me dio forma de jarro.
Tantas veces que quedé en cenizas.
Tantas, que ahora frente al fuego me juego, la mejor de mis risas,
Tanto amor que di a brazos abiertos que ahora han florecido los desiertos.
Tanto que cuidé de mis estrellas que ahora siento que me cuidan ellas
Tanto como di de una forma u otra, lo recibí.
Y si preguntan quién soy y adónde voy.
Yo diría que voy montado en algún bus en búsqueda de luz
Y que al final de cuentas, soy lo que doy.
Que al final del suma y resta, soy igual a lo que doy.
Tanto que me revolvió la ola.
Tanto, que al azul del mar no me meto, sin señal de respeto.
Tantas veces que me fui a las nubes.
Tantas, que ahora como un trueno resueno con los tonos azules.
Tanto me dolió cada rechazo que ahora valen oro los abrazos.
Tanto que viajé ansiando quimeras que ahora soy hermano de la espera.
Tanto como di de una forma u otra, lo recibí.
Y si preguntan quién soy y adónde voy. Yo diría que voy
montado en algún bus en búsqueda de luz
Y que al final de cuentas, soy lo que doy.
Que al final del suma y resta, no soy más de lo que doy.
Y si preguntan quién soy y adónde voy
Yo diría que voy montado en algún bus en búsqueda de luz
Y que al final de cuentas, soy lo que doy
Que al final del suma y resta, soy igual a lo que doy
Tanto que me revolqué en el barro (tanto)
Tanto, que me volví arcilla, y la vida (tanto)
Me dio forma de jarro.
Tiempo personal:
- El poeta y cantor nos dice: “Tanto como di de una forma u otra, lo recibí. Y si preguntan quién soy y adónde voy... en búsqueda de luz”.
- ¿Qué decis de esta afirmación?
- Y que al final de cuentas, soy lo que doy. Que al final del suma y resta, soy igual a lo que doy”.
- Ahí donde estas, en lo de todos los días ¿Podes valorar y reconocer lo que vas dando?
- Si te parece, lo podes escribir.
- Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
- El poeta nos ayuda a poner el foco en lo que “doy” y no en lo que “me merezco” por dar. Nos dice con claridad y belleza: “Y que al final de cuentas, soy lo que doy. Que al final del suma y resta, soy igual a lo que doy”. Cada ser humano nace con algo original, como la huella dactilar. Un secreto Dios nos ha confiado en el vientre de nuestra madre, lo tenemos que ir revelando, el milagro se realiza cuando lo entregamos. Por eso “soy lo que damos” y “soy lo que otros nos dan” y en esa reciprocidad todos nos enriquecemos.
- El poeta nos da algunas pistas cómo nace eso que “doy”, que es lo que “soy”: “Tanto me dolió cada rechazo que ahora valen oro los abrazos. Tanto que viajé ansiando quimeras que ahora soy hermano de la espera”. También nos dice: “Tantas veces que quedé en cenizas. Tantas, que ahora frente al fuego me juego, la mejor de mis risas”. Como tantas veces nos ha pasado: “Tanto que me revolqué en el barro, (nuestros dolores y fragilidades). Tanto, que me volví arcilla, y la vida, me dio forma de jarro”. Ese “jarro” que da lo que soy y recibe lo que otros nos ofrecen.
- Esta manera de vivir es muy diferente a esta lógica: “Porque doy me merezco tal cosa”. Esta manera de vivir siempre compitiendo, propia del sistema económico, político y social capitalista neoliberal que respiramos. Francisco papa lo describe con mucha claridad.
- “Este problema de desigualdad puede verse exacerbado por una falsa concepción de la meritocracia que socava la noción de dignidad humana. Si bien el reconocimiento y la recompensa del mérito y del esfuerzo humano tienen un fundamento, se corre el riesgo de concebir la ventaja económica de unos pocos como ganada o merecida, mientras que la pobreza de muchos es vista, en cierto sentido, como su culpa. Este enfoque subestima las desigualdades iniciales entre las personas en términos de riqueza, oportunidades educativas y lazos sociales y trata el privilegio y la ventaja como logros personales. En consecuencia -en términos esquemáticos- si la pobreza es culpa de los pobres, los ricos están exentos de hacer algo”.
- Sigue Francisco diciendo: “El concepto de dignidad humana requiere que reconozcamos y respetemos el hecho de que el valor fundamental de una persona no puede ser medido por un conjunto de datos. En los procesos de toma de decisiones sociales y económicas, debemos ser cautelosos a la hora de confiar juicios a algoritmos que procesan datos recopilados, a menudo de forma encubierta, sobre las personas y sus características y comportamientos pasados, ya que dichos datos pueden estar contaminados por prejuicios y preconcepciones sociales, sobre todo porque el comportamiento pasado de un individuo no debe utilizarse para negarle la oportunidad de cambiar, crecer y contribuir a la sociedad”.
- Por eso junto con Francisco y el poeta podemos afirmar: “Y si preguntan quién soy y adónde voy... en búsqueda de luz. Y que al final de cuentas, soy lo que doy”. Vayamos al encuentro de Jesús, nuestra luz.
- ¿Qué me provoca?, ¿Qué me hace sentipensar?
Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús |
Según la Comunidad de Marcos 7, 1-23
“Los fariseos se juntaron en torno a Jesús, y con ellos había algunos maestros de la Ley llegados de Jerusalén. Esta gente se fijó en que algunos de los discípulos de Jesús tomaban su comida con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado antes. Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos. Tampoco comen nada al volver del mercado sin antes cumplir con estas purificaciones. Y son muchas las tradiciones que deben observar, como la purificación de vasos, jarras y bandejas. Por eso los fariseos y maestros de la Ley le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con manos impuras?» Jesús les contestó: «¡Qué bien salvan ustedes las apariencias! Con justa razón profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres. Ustedes descuidan el mandamiento de Dios por aferrarse a tradiciones de hombres.» Jesús volvió a llamar a la gente y empezó a decirles: «Escúchenme todos y traten de entender. Ninguna cosa que de fuera entra en la persona puede hacerla impura; lo que hace impura a una persona es lo que sale de ella. Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón: de ahí proceden la inmoralidad sexual, robos, asesinatos, infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de sentido moral. Todas estas maldades salen de dentro y hacen impura a la persona.»
Nos quedamos un rato en silencio para que siga resonando en nosotros el Evangelio.
Reflexión:
- Para comprender algo más del contexto del tiempo de Jesús y de la comunidad de Marcos, Carlos Bravo Gallardo en “Galilea año 30” nos dice: “Los discípulos estaban comiendo su pan sin haberse lavado las manos después de haber compartido su pan con el pueblo impuro; tenían, pues, las manos impuras según la ley. Los fariseos y los escribas lo increpan a Jesús diciéndole: ‹‹¿Por qué razón tus discípulos no caminan de acuerdo a la tradición de los ancianos, sino que comen el pan con manos impuras?››. No era asunto de higiene, sino asunto de santidad. En las cuestiones de pureza o impureza se jugaba el pueblo, según la interpretación oficial, la bendición o la maldición, la vida o la muerte. Quien era impuro no podía acercarse al templo; estaba excluido de la presencia de Yavé”.
- “Dado que la comida era señal de bendición de Dios, era tradición de los piadosos purificarse para ser dignos de comerla delante de Dios. Todo eso parecía santo y bueno. El problema era que tanto cuidado en lavar el exterior no les dejaba tiempo para atender al interior; sentirse puros y justificados ante Dios por sus “méritos” los hacía duros hacia los demás y los llevaba a actuar como jueces de quienes no eran como ellos”.
- Continúa Carlos Bravo: “Estaban frente a frente dos maneras de entender la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Ellos partían del supuesto de que las leyes de la pureza eran lo que garantizaba la vida y nada excusaba de su cumplimiento. Para Jesús, en cambio, mirar al ser humano en su necesidad era motivo suficiente para pasar por alto la ley. Porque cuando una ley deja de mirar por la vida pierde su sentido y deja de tener vigencia, dado que el núcleo de la ley es la defensa de la vida”.
- Como decíamos en el primer paso, la relación con Dios sería así: Si yo cumplo con la ley... “merezco” que Dios me responda. Para Jesús lo importante es lo que “doy” porque a través de esa experiencia, voy descubriendo quien “soy”. La comunidad de Juan lo dirá de esta manera: “No hay mayor amor que dar la vida”. Como si Jesús nos cantara: “Y que al final de cuentas, soy lo que doy. Que al final del suma y resta, soy igual a lo que doy. Esto es lo que agrada a Dios que es amar”.
- Sigue Carlos Bravo: “Jesús tenía que desenmascarar la maldad que había en la defensa de las tradiciones. Y para prevenir al pueblo, dijo: ‹‹¡Oiganme todos y entiendan!. Nada de lo que hay fuera del hombre puede hacerlo impuro, entrando en él. Lo que de verdad lo hace impuro y es para él cuestión de maldición y de muerte es lo que sale de él››. De esa manera Jesús ha entrado en un camino definitivamente peligroso y ya sin retorno porque está deslegitimando las tradiciones rituales en torno a la pureza y al culto públicamente; con eso es un enemigo del orden público, porque influye fuertemente en la gente. Por eso su suerte está echada”.
- “Sus discípul@s tampoco lo entendían: ‹‹¿Así que también ustedes son incapaces de entender?. Es desde su corazón, que es la sede de sus decisiones, salen todos los proyectos malvados: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, deseos de tener más, maldades, engaño, libertinaje, malas intenciones, el herir con la palabra, la soberbia, la pérdida de valores; todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre reo de maldición y de muerte››.
- Por último nos dice Carlos Bravo: “Fíjense de paso que en lo que Jesús denunció como causa de maldición y muerte para el hombre no aparece nada que se refiera directamente a Dios; son doce situaciones de relación injusta, alterada, respecto de los seres humanos. Allí es donde se juegan las cuestiones de vida o muerte para el pueblo. A Dios no se le ofende directamente; lo que hiere al Padre que ama la vida es el incumplimiento de Su Proyecto de Vida; lo que va contra la vida de sus hijos es lo que de verdad ofende al Padre”.
- ¿Qué te parece esta manera de contemplar el Evangelio?. ¿Sentís que Jesús te está ofreciendo una clave para mirar tu vida?.
Tercer paso: “Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR” |
- Sigamos cultivando nuestra Fe en Jesús, porque confiamos que DIOS SIEMPRE ESTA PRESENTE, como el aire que respiramos. Su amor constantemente NOS ESTA INSPIRANDO para que entremos en esta dinamica que es amar y dejarnos amar.
- Con todo lo que venimos descubriendo y reflexionando, volvamos a escuchar “Soy lo que doy” que cantamos al comienzo.
- Si necesitamos, comentemos lo que nos despierta ahora la cancion a partir de todo lo que venimos rezando.
- Ahora los invitamos a hacer una oración aun más explícita. Traemos al corazón diferentes situaciones que estan resonando en nosotros, lo que esta pasando en nuestra familia, nuestra comunidad, nuestro lugar, nuestro país, en la humanidad, con nuestra madre tierra.
- Despues de un rato de silencio.
- Dejamos que brote una oración de acción de gracias… de petición… de perdón…
- Tambien, como nos pasa siempre… empezamos a traer la vida de los que estan frágiles, los que estan enferm@s… aquell@s que han fallecido, que han vivido su pascua, su segundo parto.
- Junto con Jesús decimos: “Padre-Madre nuestro...”
- Te invitamos a cerrar esta celebración con la oración de Francisco por nuestra Madre Tierra, en su carta “Laudato Si”, para seguir cultivando nuestro amor por ella.
ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA
Dios creador, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos
como hermanos y hermana sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo y no depredadores,
para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo
beneficios a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados, a reconocer
que estamos profundamente unidos con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.
- Que el Espíritu nos de coraje para ponerle el cuerpo a esta oración.
Estamos contentos de poder ofrecerles esta celebración.
L@s abrazamos Federico cp, Gilberto cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando... |
-Los invitamos a escuchar en un tal Jesús: Nº62 “La levadura de los fariseos”.
- https://youtu.be/ZFqoHBVG30M?si=YtByFkZPuQE_LQVf
-Les recomendamos la lectura del libro de Carlos Bravo Gallardo sj: “Galilea año 30”. Si quieren les mandamos el pdf del libro.
-Les recomendamos como siempre buscar los comentarios de José A. Pagola y otros.