“Yo se que Tú estás”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida |
- Hacemos explícito que nos reunimos en Su Nombre alrededor de esta mesa.
En el Nombre de nuestro Dios Padre-Madre, de Jesús el Hijo y del viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén.
- Como siempre nos dejamos sorprender por la poesía y la música que nos ayudan a templar el corazón para poder contemplar nuestra vida y la de Jesús, esta vez con la oración de Mauricio Silva: “Yo se que Tú estás” que Carlos Saracini cp le puso música.
YO SE QUE TÚ ESTAS.
Señor, yo sé que Tú estás, en la fe luminosa de una noche de estrellas,
Señor, yo sé que Tú estás, en un día radiante de azul y de sol. Tu estas, tú estás.
Yo sé que Tú estás, en la espera gozosa de un niño que viene,
de una carta que llega, de un amigo que vuelve. Tú estás, Tú estás.
Yo sé que Tú estás, en el inmenso amor de unas manos que abrazan
y en el puro cariño del beso que me dan. Tú estás... tú estás.
Mas también sé que estás en la fe desprovista y desnuda
cuando un día y otro día le cuenta su rutina,
de trabajo y pobreza y mi alma se hunde en tiniebla total.
Yo sé que Tú estás, cuando la esperanza es cuesta empinada,
la cumbre es incierta y las fuerzas muy pocas. Tú estás. Tú estás.
Yo sé que Tú estás cuando amar es un surco humilde y oscuro,
que reclama al grano ser fecundo y morir en soledad. Tú estás. Tú estás.
Yo sé que Tú estás, Jesús, que te creo, que te espero, que me amas,
Señor que te creo, que te espero, que me amas.
Tú estás. Tú estás. Tú estás. Tú estás.
Tiempo personal:
- Mauricio Silva en su oración nos comparte que siente la presencia de Jesús, todo el tiempo. Ese “yo sé que Tú estás”, habla de su fe y de su confianza. ¿Cómo es Tu relación con Jesús?; ¿Podrías decirle a Jesús: “Yo sé que Tú estás? ¿Cómo te das cuenta?
- ...
- ¿Cómo cultivas esa relación con Jesús?; ¿Qué te ayuda a cultivar tu fe y tu confianza, en estos tiempos nuestros, a esta altura de tu vida?
- ...
- Si te parece, lo podes escribir.
- Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
- Les recordamos o les compartimos para los que no lo conocen: Mauricio Silva, es el cura barrendero, detenido-desaparecido en las calles de Buenos Aires, el 14 de junio de 1977, con 51 años. Mauricio, sacerdote uruguayo, fue primero Salesiano, luego se sumó al clero de Montevideo y finalmente buscando mayor fidelidad a lo que Dios le pedía entró con los “hermanitos de Jesús”. Su espiritualidad es vivir como Jesús en Nazaret, antes de su vida pública. Por eso buscan trabajos como éste: “Barrendero de las calles de Bs. As.”. En ese contexto de dictadura militar, a Mauricio le brota esta oración: “Yo sé que Tú estás”.
- Si contemplamos, algo de esta oración podemos descubrir cómo Mauricio cultivaba su fe y su confianza en Dios. Descubre a Jesús presente en lo cotidiano: “En un día radiante de azul y de sol. En la espera gozosa de un niño que viene, de una carta que llega, de un amigo que vuelve. En el inmenso amor de unas manos que abrazan y en el puro cariño del beso que me dan”. Y además en ese: “Mas también sé que estás en la fe desprovista y desnuda. Cuando un día y otro día le cuenta su rutina, de trabajo y pobreza y mi alma se hunde en tiniebla total”. Mauricio cultiva su fe en un Dios “siempre presente” y al mismo tiempo “inspirador”. Confía en ese grano de trigo que muere para ser fecundo. No espera “un Dios interventor” que lo “salve” de las decisiones que fue tomando, sino que lo aliente a ser fiel hasta el final.
- En la vida de Mauricio y en la vida de miles de discípul@s de Jesús, sabemos que esto no es solamente “poesía”, se trata de una fe que se encarna en un tiempo concreto, una fe que se transforma en motor y sentido para atravesar los miedos y así poder vivir con plenitud. Esa confianza le ofrece la seguridad de “que está presente” y al mismo una confianza que lo convoca a arriesgarse a más, para servir mejor a sus hermanos. En concreto Mauricio junto con otros, en esos tiempos difíciles, estaba formando el sindicato de los barrenderos para que puedan defender sus derechos.
- Mauricio y tantas y tantos, cultivan esa confianza en Jesús, que les da seguridad y al mismo tiempo los desafía a arriesgarse a más. Vayamos al encuentro de Jesús, que supo cultivar su confianza en Dios Abba y también supo contemplar, cómo otros y otras cultivan su confianza en Dios.
¿Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué me hace sentipensar?
Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús |
Según la Comunidad de Marcos
En su enseñanza Jesús les decía también: «Cuídense de esos maestros de la Ley, a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en los banquetes; incluso devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones. ¡Con qué severidad serán juzgados!» Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos, y daban mucho. Pero también se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Yo les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos.»
Reflexión:
- La comunidad de Marcos, como nuestras comunidades en el presente, necesitamos una y otra vez estar atentas para no entrar en esa lógica que nos aleja de los demás y de Dios. El texto arranca diciendo: “Cuídense de esos maestros de la ley... que andan con amplias vestiduras, les gusta ser saludados... buscan los primeros puestos”. Esa lógica del poder que como decíamos hace dos domingos, busca “sobresalir”. Se creen superiores, se sienten “elegidos especiales de Dios”. Jesús los desenmascara, les saca el supuesto sustento de por qué actúan así: El Dios Abba, Padre-Madre no tiene nada que ver con sus privilegios. Y además los acusa de robarles a las viudas porque usan a Dios para “devorar sus bienes”.
- También una vez más nos recuerda que el dinero no es una bendición de Dios, como dicen los representantes de la religión de aquel tiempo o como los mismos ricos se la creen. Lo que hacen es usar el nombre de Dios para justificar su modo de vida, es decir: “Toman el nombre de Dios en vano”.
- Con la lucidez y sabiduría de siempre Jesús nos enseña qué tenemos que contemplar. Nos vuelve a sorprender. Mira a esa viuda pobre que entrega lo que tiene para vivir. Ella nos está regalando uno de “los secretos” más importantes del Reino-Sueño de Dios: “La confianza en Dios”. Jesús se queda asombrado por la confianza de esta viuda. Percibe que ella siente la seguridad del Dios siempre presente y por eso se arriesga a entregar todo lo que tiene. Podemos imaginar a la viuda que mientras va a colocar sus monedas, va cantando: “Yo sé que Tú estás, en el inmenso amor de una manos que abrazan...”
- En cambio deja al descubierto a aquellos que se vanaglorian de “su ofrenda”, porque están dando lo que les sobra, se creen “llenos-orgullosos” pero están vacíos.
- Jesús, nuestro maestro, nos enseña a contemplar “los frutos” que se pueden obtener cuando somos capaces de cultivar la confianza en Dios y en su proyecto de amor. Como si nos dijera: “Confíen como esa viuda pobre, sepan que en lo pequeño habita tanta inmensidad y que en el misterio del amor nada se pierde. Cultiven la confianza en nuestro Dios Padre y Madre, que siempre está, en un día radiante de azul y de sol y.... cuando el alma se hunde en tiniebla total”.
- Por eso nosotros podemos cantarle junto con la viuda: “Yo sé que Tú estás, Jesús que te creo, que te espero, que me amas. Tú estás”. Confiamos en vos Jesús, por eso nos sentimos seguros y por eso nos arriesgamos a más.
¿Qué te parece esta manera de contemplar el Evangelio?. ¿Sentís que Jesús te está ofreciendo una clave para mirar tu vida?.
Tercer paso: “Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR” |
- Sigamos cultivando nuestra Fe en Jesús, porque confiamos que DIOS SIEMPRE ESTA PRESENTE, como el aire que respiramos. Su amor constantemente NOS ESTA INSPIRANDO para que entremos en esta dinamica que es amar y dejarnos amar.
- Con todo lo que venimos descubriendo y reflexionando, volvamos a escuchar “Yo se que Tú estás” que cantamos al comienzo.
- Si necesitamos, comentemos lo que nos despierta ahora la cancion a partir de todo lo que venimos rezando.
- Ahora los invitamos a hacer una oración aun más explícita. Traemos al corazón diferentes situaciones que estan resonando en nosotros, lo que esta pasando en nuestra familia, nuestra comunidad, nuestro lugar, nuestro país, en la humanidad, con nuestra madre tierra.
- Despues de un rato de silencio.
- Dejamos que brote una oración de acción de gracias… de petición… de perdón…
- Tambien, como nos pasa siempre… empezamos a traer la vida de los que estan frágiles, los que estan enferm@s… aquell@s que han fallecido, que han vivido su pascua, su segundo parto.
- Junto con Jesús decimos: “Padre-Madre nuestro...”
Te invitamos a cerrar esta celebración con el final de la carta de Francisco, sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo: “Nos amó”. Dice así.
“Señor Jesucristo, que de Tu Corazón santo,
broten para todos nosotros esos ríos de agua viva
que sanen las heridas que nos causamos,
que fortalezcan la capacidad de amar y de servir,
que nos impulsen para que aprendamos a caminar juntos
hacia un mundo justo, solidario y fraterno.
Eso será hasta que celebremos felizmente unidos
el banquete del Reino celestial.
Allí estarás, Jesús resucitado,
armonizando todas nuestras diferencias
con la luz que brota incesantemente de Tu Corazón abierto.
Bendito seas”. Amén
- Que el Espíritu nos de coraje para ponerle el cuerpo a esta oración.
Estamos contentos de poder ofrecerles esta celebración.
L@s abrazamos Federico cp, Gilberto cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando... |