celebrar en casa... una propuesta
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“Hay que ponerle el cuerpo”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida
- Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén
- La liturgia pedagógicamente nos hizo celebrar la fiesta de “la Ascensión”, “Pentecostés”, “Trinidad” y hoy la fiesta del “Cuerpo de Jesús”. Un Dios tan cercano que se hace “Pan” para saciar el hambre de pan y el hambre de abrazos que todos los seres humanos tenemos. La canción de Carlos Saracini cp: “Hay que ponerle el cuerpo, hermano”, nos puede ayudar a contemplar algo de este misterio de amor que Jesús ofrece en cada eucaristía. Imaginemos que Jesús nos canta.
HAY QUE PONERLE EL CUERPO, HERMANO
Hoy muchos que dicen: “no hay nada más que hacer”
con sus palabras, su manera de ser.
Muchos se quejan, quieren olvidar,
la sangre derramada por nuestra libertad.
Hay que ponerle el cuerpo, hermano,
hay que poner mucha pasión.
Si vos querés que cambie “algo”
tenes que abrir el corazón.
Hay que ponerle el cuerpo, hermano,
Hay que crear fraternidad.
Si vos crees en algo nuevo,
abrite a la diversidad.
Cientos de miles se dejan inspirar
creen en la Vida buscan confiar.
Cientos de miles no dejan de crear
tienen coraje, aman de verdad.
Rompe tus miedos, aprende a gozar,
acaricia tus heridas, no dejes de abrazar.
Soña con otros, no dejes de arriesgar,
suma “tus huellas”, tu belleza, tu andar.
Hay que ponerle el cuerpo…
Somos pequeños, inmensidad,
somos un misterio que hay que revelar.
Somos algo único, muy singular,
Dios te ha regalado, un soplo original.
Sentí al Maestro, desnudo en la Cruz,
gritando… su cuerpo: “Libera tu luz”
Cientos de miles escuchan “Su voz”
quieren sumarse a este pacto de amor.
Tiempo personal:
- ¿A qué le estas “poniendo el cuerpo”, comprometiéndote en este momento de tu vida?
- ...
- ¿Qué te mueve, qué convicciones te alientan a ponerle el cuerpo?
- ...
- Si te parece, lo podes escribir.
- Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
- La canción nos ofrece algunas convicciones y algunas pistas por las cuales vale la pena y la dicha “ponerle el cuerpo” a la vida: “Hay que ponerle el cuerpo, hermano. Hay que poner mucha pasión. Si vos querés que cambie “algo” tenes que abrir el corazón. Hay que ponerle el cuerpo, hermano. Hay que crear fraternidad. Si vos crees en algo nuevo, abrite a la diversidad”.
- En estos tiempos de tanta intolerancia, violencia, de guerras y genocidios como en Gaza, es necesario cultivar esta apertura a la diversidad. Por eso: “Rompe tus miedos, aprende a gozar, acaricia tus heridas, no dejes de abrazar. Soña con otros, no dejes de arriesgar. Suma “tus huellas”, tu belleza, tu andar”.
- En estos tiempos de tanta indiferencia, tenemos que agradecer y recordar que: “Cientos de miles se dejan inspirar. Creen en la Vida buscan confiar. Cientos de miles no dejan de crear tienen coraje y aman de verdad”.
- En estos tiempos donde se incita al “sálvese quien pueda” y a la competencia desleal, donde la persona es “una cosa” que se compra y se vende... sigamos cultivando y confiando en esta convicción que “Somos pequeños, inmensidad. Somos un misterio que hay que revelar. Somos algo único, muy singular. Dios te ha regalado, un soplo original”. En el vientre de nuestra madre “Dios sopló su Aliento original” y nos confió una misión para seguir gestando y pariendo un mundo más humano. El desafío es descubrir ese DON y ofrecerlo... sumándonos a esta caravana humana que necesita saciar el hambre de pan y el hambre de abrazos.
- Para nosotros Jesús es nuestro Maestro, “el Dios que es Amar” hecho hombre. Jesús le puso y le sigue poniendo el cuerpo al Sueño de Dios, el Reino de Dios como él lo llama. Por eso: “Sentí al Maestro, desnudo en la Cruz, gritando… su cuerpo: “Libera tu luz”. Cientos de miles escuchan “Su voz” quieren sumarse a este pacto de amor”. Estamos convocados y convocadas a sumarnos a este pacto de amor.
- Sumémonos a este “pacto de amor”, desde nuestra propia “luz” así como lo sigue haciendo él. Son pactos de amor, “personales”, “familiares”, “con los vecin@s” y con “la comunidad”. Son pactos de amor con “nuestros pueblos”, con “nuestra humanidad” y con la “madre tierra”, alentándonos a ser hoy peregrinos y peregrinas de esperanza.
- Qué nos provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?
Según la Comunidad de Lucas 9,11-17
Jesús los acogió y volvió a hablarles del Reino de Dios mientras devolvía la salud a los que necesitaban ser atendidos. El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para decirle: «Despide a la gente para que se busquen alojamiento y comida en las aldeas y pueblecitos de los alrededores, porque aquí estamos lejos de todo.» Jesús les contestó: «Denles ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados. ¿O desearías, tal vez, que vayamos nosotros a comprar alimentos para todo este gentío?» De hecho había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: «Hagan sentar a la gente en grupos de cincuenta.» Así lo hicieron los discípulos, y todos se sentaron. Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse. Después se recogieron los pedazos que habían sobrado, y llenaron doce canastos”.
Reflexión:
- Estamos celebrando la fiesta del “cuerpo de Jesús”, como dijimos al inicio. Estamos contemplando esa presencia viva y desafiante de Jesús en la mesa de la Eucaristía. Celebrar este alimento vivo que es Jesús, significa entre otras cosas “ponerle el cuerpo a la vida”, como lo hizo y lo hace Jesús todo el tiempo.
- Justamente el versículo anterior al texto que acabamos de leer dice que Jesús tenía toda la intención de “estar a solas con sus discípul@s. Pero la gente se dio cuenta y lo siguieron. Jesús tuvo compasión de ellos y se puso a hablarles del Reino de Dios” (Lc.9,10). Es decir decidió una vez más “ponerle el cuerpo” al Sueño-Reino de Dios. En ese contexto se dan cuenta del “hambre” que estaba latiendo entre ellos y ellas. Contemplemos la escena.
- Los cuatro sujetos son: “Jesús”, “los discípul@s”, “la muchedumbre” y “Dios Padre-Madre” (“levantó los ojos al cielo...”). Los discípul@s traen el diagnóstico y la propuesta: Tienen hambre... que se vayan a buscar la comida en otros lados. Jesús los provoca diciéndoles: “Denles ustedes de comer”. Es decir: “Pónganle el cuerpo, pongámosle el cuerpo todos a esta situación. Todos tienen que “moverse”, todas y todos tenemos que ser arte y parte de lo nuevo”.
- Jesús los convoca a hacer este movimiento a todas y a todos: “Que se junten en grupos de a 50”. Es decir: “Pónganse en movimiento. ¡Dejen de mirarme a mí!. ¡Mírense entre ustedes!”. Sus discípul@s, frente a esta provocación de Jesús, le cuentan que tienen “cinco panes y dos pescados”. Ahí Jesús intencionadamente convoca a Dios Padre-Madre, “levando los ojos al cielo, pronunció la bendición” para que ese encuentro sea pleno y fecundo. Jesús confía que si “le ponemos el cuerpo a la Vida” podemos saciar juntos el hambre de pan y el hambre de abrazos que todos tenemos.
- Podemos imaginar que literalmente (como lo muestran algunas películas) que se empezaron a “multiplicar los panes mágicamente” después de la bendición o... podemos contemplar que... después que Jesús les fue templando el corazón hablándoles de este Sueño-Reino de Dios, que no necesitamos de méritos para recibir su amor. Que así como el sol, la luna y las estrellas nos regalan su luz, así es Su amor y mucho más.
- Entonces ese... “denles ustedes de comer” se fue multiplicando por todos los grupos de a 50 y... todas y todos comenzaron a compartir sus “cinco panes y dos pescados” y otras cosas más que habían traído para el camino. Así como había que moverse para armar los grupos, moverse para mirar a los que estaban en ese grupo. Así como había que moverse para “mirar al cielo”, como lo hizo Jesús confiando en Su Dios Padre-Madre; así también había que mover las manos para buscar lo que tenían guardado.
- Se trata de con-movernos, de ponerle el cuerpo, movernos y así saciar juntos el hambre de pan y de abrazos. Podemos imaginarlos a todos cantando: “Hay que ponerle el cuerpo, hermano. Hay que poner mucha pasión. Si vos querés que cambie “algo” tenes que abrir el corazón. Hay que ponerle el cuerpo, hermano. Hay que crear fraternidad. Si vos crees en algo nuevo, abrite a la diversidad”.
- Que esta fiesta del “Cuerpo de Jesús”, que este alimento vivo de Jesús nos siga alentando a ser peregrinos y peregrinas de esperanza ahí donde estamos, en lo de todos los días.
- ¿Qué nos parece esta reflexión?; ¿A qué te desafía?
Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.
- Francisco, ya resucitado nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios, animados por Su Espíritu, animados a ser testigos de ese Dios amor.
- Los invitamos a escuchar nuevamente la canción “Hay que ponerle el cuerpo”.
- Cantamos-escuchamos.
- Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
- ...
- Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
- Vamos a terminar con esta oración: “mi cuerpo es comida” del obispo Pedro Casaldáliga, poeta y profeta, que supo ponerle el cuerpo a la buena noticia de Jesús, entre los indígenas del sur de Brasil.
MI CUERPO ES COMIDA
Mis manos, esas manos y Tus manos
hacemos este gesto, compartida.
La mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.
Unidos en el pan los muchos granos,
iremos aprendiendo a ser la unida
Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida.
El vino de Sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen nos convoca
A ser Contigo el pan de cada día.
Llamados por la luz de Tu memoria.
Marchamos hacia el Reino haciendo historia.
Fraterna y subversiva Eucaristía.
Nos alegra ofrecerles esta celebración.
Los abrazamos sus hermanos, Federico José cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando...
-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús” Nº 57 “Cinco panes y dos peces”.
- https://youtu.be/IZVMX1Z020Q?si=vyejXRUYlMZohj5s