0

Primer paso: Contemplamos nuestra vida

 

  • Como siempre le pedimos a la poesía y a la música, que vaya despertando y templando nuestro corazón a traves de esta canción: Amanece de Carlos Saracini cp.

 

AMANECE

Carlos Saracini cp

 

Tanta injusticia, tanta más crueldad.

En estas denuncias, hay hambre de bondad.

Tantos migrantes, rutas sin hogar,

nuevos habitantes fronteras por borrar

 

Hay que esperanzar, pariendo mundos nuevos.

Hay que esperanzar, palpando brotes nuevos.

La noche retrocede, y amanece, amanece, amanece, amanece

 

Tanta mentira, tanta ambición,

por guerras homicidas, ofrezco una canción.

Tanto femicidio, tanta violación

amores en presidio convocan compasión.

 

Hay que esperanzar

 

Siento tu ausencia, me duele este amor,

creo en tu presencia, permanezco en vos.

Veo que anochece, hay oscuridad,

estrellas que aparecen “no dejen de brillar”

 

 

Tiempo personal:

 

  • La canción va nombrando diferentes situaciones: “Tantas injusticias, tanta más crueldad... Tantos migrantes, rutas sin hogar; Tanto femicidio y tanta violación...”
    • ¿Frente a estas situaciones y otras... qué sentimientos te suelen brotar, habitar?
      • ...
      • Si lo pensas un rato... ¿Cuál te parece que es “tu aporte” (por más pequeño que parezca) para que esas situaciones cambien, sean diferentes?
        • ...

 

 

  • Si te parece, lo podes escribir.
  • Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.

 

 

Reflexión:

 

  • Frente a “tantas injusticias, tanta violencia, tanta mentira y tanta ambición”, nos pueden invadir muchas veces sentimientos de “dolor”, “bronca”, “impotencia” y mucho más. Muchas veces podemos pensar que lo que hacemos... “no vale la pena”. En otros momentos movidos por el coraje y la compasión, sumamos nuestra “pequeña huella”, personal, familiar y comunitaria ofreciendo pequeñas-grandes acciones de bien. Es así que brota el ”hambre de bondad”; “nuevos habitantes fronteras por borrar”; “ofrecemos una canción” y mucho más como recién cantamos.

 

  • A veces nos pasa que en nuestros “grupos”, “comunidades”, “familias”, entramos en una “rutina” que no trae novedad. Como si “la sal perdiera su sabor”. Nos puede pasar, por ejemplo, que en nuestras reuniones de comunidad nos pasamos comentando diferentes temas, pero no logramos nutrirnos de la sabiduría de Jesús. Su buena noticia no llega a impulsarnos a salir al encuentro de los demás, sobre todo los más desprotegidos, los más pobres. Jesús nos pude limpiar la mirada para ser más críticos con este sistema capitalista y neoliberal que busca que nos quedemos cómodos, siempre está alentando al “sálvese quien pueda”.

 

  • Por eso les compartimos este cuento de “El joven y las estrellas de mar” para renovar nuestra esperanza, nuestro compromiso en la construcción de un mundo más justo y más humano.

“Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; en una enorme playa, donde tenía una casita y pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida.

Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era un muchacho que se dedicaba a agarrar estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.

El hombre le preguntó al joven que estaba haciendo. Este le contestó:

- Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán.

Dijo entonces el escritor:

- Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas.

 El joven miró fijamente al escritor, agarró una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó:

- Para ésta… sí tiene sentido.

El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con el joven y las estrellas de mar por encima de las olas.

A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó al joven y le ayudó a salvar estrellas”.

  • La canción en su estribillo dice dos veces: “Hay que esperanzar”. Es un verbo que inventó Paulo Freire nuestro pedagogo Brasilero que nos habló de la “pedagogía de la liberación”. Paulo Freire nos dice:  «Hablo de esperanza, pero tener esperanza del verbo esperanzar; porque hay gente que tiene esperanza del verbo esperar. Y la esperanza del verbo esperar no es esperanza, es espera. Esperanzar es levantarse, esperanzar es ir detrás, esperanzar es construir, esperanzar es no rendirse. Esperanzar es seguir adelante, esperanzar es unirse a otros para hacerlo de forma diferente…»

 

  • Sigamos cultivando en nosotros el verbo “esperanzar”... para seguir recogiendo “estrellas de mar, “pariendo mundos nuevos”... y “palpando brotes nuevos”. Vayamos al encuentro de Jesús, aquel que vivió “esperanzando” siempre.

 

  • Esta reflexión, ¿Qué me provoca?, ¿Qué me hace sentipensar?
Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús

Antes del Evangelio, te invitamos a hacer un instante de silencio y así disponer nuestro corazón para la escucha atenta de Jesús.

 

Escuchemos a la comunidad de Mateo 13, 31-35

 

Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos: el grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. Es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece, se hace más grande que las plantas de huerto. Es como un árbol, de modo que las aves vienen a posarse en sus ramas.». Jesús les contó otra parábola: «Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: la levadura que toma una mujer y la introduce en tres medidas de harina. Al final, toda la masa fermenta.» Todo esto lo contó Jesús al pueblo en parábolas. No les decía nada sin usar parábolas, de manera que se cumplía lo dicho por el Profeta: Hablaré en parábolas, daré a conocer cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

Nos quedamos un rato en silencio para que siga resonando en nosotros el Evangelio. Si quieren lo pueden volver a leer o volver a escuchar, para seguir contemplando al Maestro.

 

Reflexión:

 

  • En la comunidad de Mateo la mayoría eran judíos que se habían convertido al camino de Jesús, por eso muchas veces dice: “de manera que se cumplía lo dicho por el Profeta: Hablaré en parábolas, daré a conocer cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo”. Necesitaban confirmar que Jesús era el mesías esperado.

 

  • Eran comunidades pequeñas que frente a la religión oficial y al poderoso imperio romano, muchas veces sentían que era muy poco lo que podían hacer. La memoria de las parábolas de Jesús les ayudaba a encontrar sentido a lo que estaban viviendo. Comprender que “el Reino”, ese sueño de hacernos herman@s es como “el grano de mostaza”, como “la levadura en las manos de unas mujeres que amasan el pan”, les ayudaba a “esperanzar” en medio de tantas dificultades.

 

  • La comunidad de Mateo es la única que nos regala estas palabras de Jesús que son tan importantes: Donde hay dos o más reunidos en mi nombre ahí estoy”.  (Mt.18, 20). Ayudados por Ana María Diaz, vamos a contemplar esta afirmación de Jesús. Ana María le llama: “Un mínimo completamente sobreabundante”. (les ofrecemos parte de su reflexión, al final está el articulo completo).

 

“Cuando un ser humano extiende su mano y encuentra la de otro, una infinidad de experiencias cobran presencia. Además del amor, la amistad, la alegría, o el conocimiento, también aflora la experiencia de ser iglesia, vale decir, un lugar donde lo divino se deja sentir.

 

Los judíos hasta hoy se constituyen válidamente como ecclesia, solo con la presencia de “un minyan”; con la presencia en la asamblea de al menos 10 varones adultos. No se lee el rollo de la Torá sin un minyan, porque los momentos de mayor santidad requieren la comunidad. Sólo se consigue la certeza de la atención de Dios hacia los seres humanos en un espacio de humanidad compartida

           

Nunca ha sido fácil asegurar la presencia de diez varones adultos en los ritos religiosos, lo cual genera una serie de resquicios e interpretaciones que terminan por poner el foco en un legalismo numérico, alejado del sentido más genuino de ecclesia. Por eso Jesús dijo: “Cuando dos o más estén reunidos en mi nombre…”, con lo cual redujo la dimensión comunitaria al mínimo posible, pero un mínimo completamente sobreabundante, porque trasladó el eje desde lo cuantitativo a lo cualitativo. Lo que nos constituye válidamente como iglesia es la densidad humana que brota cuando dos o más se reúnen con fe.    

 

Y hay que insistir en esto; lo que nos hace iglesia no es el rito que se celebra, no es lo que hacemos por importante que ello sea. Lo que nos hace iglesia es esa significativa evocación de lo humano que emerge en ese encuentro capaz de hacer visible al Dios invisible”.

 

  • Hay que “esperanzar” confiando, al estilo de Jesús, en “lo pequeño” como “el grano de mostaza”, como “la levadura”, como esos “dos o más reunidos en Su Nombre”. Confiando y actuando porque si “la levadura” y “la semilla de mostaza” quedan en “el frasco” no puede gestar y parir lo nuevo. Si dos o más se reúnen en Su Nombre, pero no al estilo de Jesús, nos podemos “sentir bien” pero no estamos gestando “brotes nuevos”. Por eso Francisco insiste en que seamosIglesia en salida, en reciprocidad”, para ser fecundos y para que el pan se multiplique.

 

  • ¿Qué nos parece esta reflexión?. Y... ¿Cómo la vinculamos con lo que veníamos reflexionando?

 

 

Tercer paso: “Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.

 

  • Bendecimos los alimentos con las palabras que les broten del corazón. Con la conciencia de que Jesús esta en medio de nosotros. (Capaz que ya lo hicieron).
  • El ejercicio simple y profundo de bendecir, de “decir bien” nos ayuda a sabernos arte y parte de La Creación y en comunión con El Creador, que sigue creando con nosotros. Nos ayuda a cultivar un corazón agradecido.

 

  • Con todo lo que venimos descubriendo y reflexionando, volvamos a escuchar la canción: “Amanece”.

 

  • Ahora como siempre hagamos una oración aun más explícita. Traemos al corazón diferentes situaciones que están resonando en nosotros, lo que esta pasando en nuestra familia, en nuestra comunidad, en nuestro lugar, nuestro país, en la humanidad, con nuestra madre tierra…

 

  • Después de un rato de silencio.
    • Dejamos que brote una oración de acción de gracias… de petición… de perdón

 

  • También, como nos pasa siempre… empezamos a traer la vida de los que están frágiles, los que estan enferm@s… aquell@s que han fallecido, que han vivido su pascua. Confiamos que están resucitad@s.  Junto con ell@s decimos: “Padrenuestro...”.

 

  • También le pedimos a María que nos ayude a seguir dando gratuitamente porque hemos recibido su Amor gratuitamente.

 

  • Los invitamos a cerrar con nuestra “traducción” del Padrenuestro, para que sigamos sembrando su amor en lo pequeño, al estilo de Jesús.

 

Madrepadre nuestro

 

Gracias Madrepadre nuestro,

porque todos los seres humanos somos tus hijas y tus hijos.

Conoces y amas cada nombre.

 

Gracias por sumarnos a TU SUEÑO,

de hacernos hermanas y hermanos.

 

Gracias porque Tú Voluntad

es que seamos libres para amar.

 

Ayúdanos a recordar que el pan se amasa

y se comparte juntos, así el pan se multiplica.

 

Danos coraje, paciencia, creatividad, lucidez y ternura

para ofrecernos una y otra vez nuevas oportunidades,

en este arte que es amar y dejarnos amar.

 

Madrepadre nuestro, somos frágiles,

te necesitamos, danos Tú Espíritu

para que podamos atravesar tantos miedos.

 

Que así sea.

 

Que el Espíritu nos de coraje para ponerle el cuerpo a esta oración.

Estamos contentos de poder ofrecerles esta celebración.

L@s abrazamos Federico cp, Gilberto cp y Carlos cp

 

 

Nos ayudan para armar estas celebraciones

 

  1. Nos ayuda mucho escuchar UN TAL JESÚS”. Los invitamos a escuchar el Nº 24. “Como la semilla de mostaza”. Link: https://youtu.be/BvIsYA5cC-I

 

 

2. JOSÉ ANTONIO PAGOLA

Si ponen en google “Comentarios bíblicos de José Antonio Pagola” se van a encontrar con sus reflexiones sobre los textos del domingo. Para cada domingo tiene varias homilías porque son de diferentes años. 

* * *

Un mínimo completamente sobreabundante

“Donde hay dos o más reunidos en mi nombre ahí estoy” Jesús.  (Mt.18, 20)

 

                Cuando un ser humano extiende su mano y encuentra la de otro, una infinidad de experiencias cobran presencia. Además del amor, la amistad, la alegría, o el conocimiento, también aflora la experiencia de ser iglesia, vale decir, un lugar donde lo divino se deja sentir.

 

                Los judíos hasta hoy se constituyen válidamente como ecclesia, solo con la presencia de “un minyan”; con la presencia en la asamblea de al menos 10 varones adultos, No se lee el rollo de la Torá sin un minyan, porque los momentos de mayor santidad requieren la comunidad. Sólo se consigue la certeza de la atención de Dios hacia los seres humanos en un espacio de humanidad compartida

               

                Nunca ha sido fácil asegurar la presencia de diez varones adultos en los ritos religiosos., lo cual genera una serie de resquicios e interpretaciones que terminan por poner el foco en un legalismo numérico, alejado del sentido más genuino de ecclesia. Por eso Jesús dijo: “Cuando dos o más estén reunidos en mi nombre…”, con lo cual redujo la dimensión comunitaria al mínimo posible, pero un mínimo completamente sobreabundante, porque trasladó el eje desde lo cuantitativo a lo cualitativo. Lo que nos constituye válidamente como iglesia es la densidad humana que brota cuando dos o más se reúnen con fe.

               

                Y hay que insistir en esto; lo que nos hace iglesia no es el rito que se celebra, no es lo que hacemos por importante que ello sea. Lo que nos hace iglesia es esa significativa evocación de lo humano que emerge en ese encuentro capaz de hacer visible al Dios invisible.

               

                Hemos sido formados con una concepción eclesial, jurídica, institucional y centrada en la autoridad y ello ha oscurecido su sentido primordial: iglesia es esa necesidad inherente a los seres humanos de encontrarse para reverenciar la vida, para cultivar los valores generadores de más vida e intentar extenderlo a toda la humanidad. Esa corriente amorosa esa fuerza sanadora esa energía pedagógica que asoma en el encuentro humano, es lo que Jesús llamó ecclesia: evocación de lo que la comunidad humana está llamada a ser por designio divino.

               

                Cuando allá en los albores de la humanidad unos pocos se reunían al amanecer para sacrificar una cría recién nacida, estaña siendo tan ecclesia como la comunidad que se reúne a celebrar la misa en la Catedral de Notre Dame con la animación del coro de monjes del monasterio de Silos, porque lo fundamental no es la forma – por importante que sea la belleza de la forma-, lo importante es la necesidad de unirse para adorar a Dios, balbuceando o expresando la conciencia de ser uno con Él y con todo y uno con todos.

               

                Frente a lo primordial de la experiencia eclesial, todo lo demás es solo eso, lo demás Convendría recordar esto cuando nos abruman ciertos estilos eclesiales, que entienden las cosas al revés. En la Iglesia, todo es servicio ordenado a favorecer que varones y mujeres, sean estos miembros oficiales o no, lleguen a vivir la experiencia de encontrarse con otros y reconocerse comunidad humana de raíces celestes.

               

                Convendría recordarlo cuando algunos cometen el sacrílego de creer quien tiene autoridad para decidir quién es y quién no, cuándo y cómo. Es indispensable contar con estructuras, guía e inspiración, pero nada de ello tiene validez cuando intenta sobrepasar el anhelo de Dios de hacerse inmediato a cada hombre y mujer e inmediato encuentro humano.

               

                Cuando dos o más se reúnen hay una mínima comunidad humana, pero una sobreabundante experiencia eclesial.

Ana María Díaz 

Last modified: Friday, 21 July 2023, 9:36 PM