SAN PABLO Campus
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TRIDUO PASCUAL | “Acompañamos a Jesús en su pasión y resurrección” | Federico cp y Carlos cp
“Cómo contarle a mi gente que sos el Dios de la Vida”
Algunas aclaraciones:
- Esta celebración busca contemplar a Jesús en lo que se llama: “El triduo pascual”: El jueves santo: “La última cena”; el viernes santo: “El camino y la muerte en cruz” y el sábado de noche-domingo de Pascua: “Su resurrección”.
- Ustedes decidan si hacen la celebración en partes o toda junta.
- Necesitamos cuatro símbolos: Una vela, una jarra con agua, una cruz y un frasco de perfume.
- La canción: “Cómo contarle a mi gente” nos ayudará a darle un sentido de unidad a este triduo pascual.
- Queremos seguir cultivando a este “peregrino, peregrina de esperanza”, que Francisco papa nos invita a revitalizar en este año jubilar.
Primer paso: Contemplamos a Jessús en la última cena .
- Encendemos una vela: Símbolo del fuego vivo de Jesús que arde en medio de nosotros. Reconocemos que nos encontramos en el Nombre del Dios Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- Sus discípulas y discípulos que estaban en esa última cena, lo vieron apasionado por el Reino-Sueño de Dios durante tres años. Vieron a su Maestro que hizo todo lo que pudo para que comprendieran que el Dios de la vida nos está convocando a vivir plenamente.
- Trabajó mucho para que se sintieran de verdad, hermanas y hermanos, que pudieran sentir que Dios es Abba, Padre y Madre. Por eso podemos imaginarlo a Jesús cantando junto con ellos y ellas en aquella última cena: “Cómo contarle a nuestra gente que sos el Dios de la Vida”.
Como contarle a mi gente
Carlos Saracini cp
¿Cómo contarle a mi gente... que sos el Dios de la Vida,
que no estás con nosotros jugando a la escondida?
¿Cómo contarle a mi gente... que respetas firmemente
la libertad que nos diste y así vivir plenamente?
¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado:
Vos te hiciste cercano y nosotros te alejamos!
¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado
para ocultar nuestros miedos y oprimir tantos hermanos!
Si sos como la TIERRA que sostiene nuestra Vida,
te buscamos en el cielo y estás en cada esquina.
¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO, PADRE, ACEPTAR CON HUMILDAD
ESTA HUMANIDAD QUE SOMOS, TIERRA QUE ANDA, EN LIBERTAD?
- Con lo que nos quedó resonando al imaginarlo a Jesús y sus discípulas y discípulos escuchemos lo que nos recuerda la comunidad de Juan, algo muy importante que pasó en aquella última cena.
“Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado. Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo. En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía. Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica”. (Jn.13, 4-5. 13-17)
Reflexión:
- Jesús es Maestro porque dice y hace, por eso tiene autoridad. La etimología de la palabra “autoridad” significa “ser autor de tu propia vida”. Sus discípulos y discípulas a lo largo de esos tres años intensos lo vieron sirviendo todo el tiempo, es decir: “lavando los pies”. Lo vieron feliz.
- Es probable que en ese momento hayan recordado esa vez que estaban en una barca para irse a otro lugar para descansar, después de haber estado ayudando a mucha gente. Sin embargo cuando bajaron de la barca Jesús vio a una muchedumbre y sintió compasión, porque estaban como “ovejas sin pastor”. Cambió los planes y se puso a enseñarles largo rato. Ese fue el momento en que realizó el milagro de la confianza. Sus palabras fueron entibiando el corazón de los presentes y al juntarse en grupos pequeños empezaron a compartir lo que tenían guardado bajo la túnica. Podemos imaginar la alegría de todas y todos.
- Por eso les dice: “felices si lo ponen en práctica”. Como si les dijera: “Esto de lavar los pies lo hemos vivido muchas veces, hemos sentido esa alegría en nuestro pecho. Sigan haciéndolo”.
- Todas y todos hoy hemos vivido la alegría de servir, de “lavar los pies” y de que otros nos “laven los pies”. Se trata de una manera de vivir, de estar disponibles para ser solidarios, para dar una mano. La felicidad que sentimos cuando hacemos una “gauchada”.
- También es cierto que a veces no nos brota, lo hacemos a contrapelo. El Maestro nos invita a que superemos la pereza y las contradicciones, para que vivamos esta bienaventuranza del servicio. No es servilismo, es sumarnos a esta danza de Dios Padre y Madre que nos convoca a seguir multiplicando el bien desde el amor.
Gesto orante:
-
- Colocamos la jarra de agua en el centro, junto al cirio y nos quedamos un rato en silencio para que Jesús nos hable y así seguir despertando a este peregrino y peregrina de esperanza que habita en nosotros.
- ... Silencio orante.
- Colocamos la jarra de agua en el centro, junto al cirio y nos quedamos un rato en silencio para que Jesús nos hable y así seguir despertando a este peregrino y peregrina de esperanza que habita en nosotros.
- Si nos brota podemos escribirle algo a Jesús.
Segundo paso: Contemplamos a Jesús Crucificado
- Seguimos acompañando y aprendiendo de nuestro Maestro.
- Despues de la última cena, fue al monte de los olivos a rezar. Ahí lo tomaron preso. Luego de inventarle un juicio injusto y de torturalo, tuvo que cargar su propia cruz, aunque al final de ese vía crucis, necesitó que otro lo haga por él. En el lugar de la calavera lo crucificaron.
- Escuchemos lo que nos dice el Evangelio de Marcos en el momento de la muerte de Jesús.
“Llegado el mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde, y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Al oírlo, algunos de los que estaban allí dijeron: «Está llamando a Elías.» Uno de ellos corrió a mojar una esponja en vinagre, la puso en la punta de una caña y le ofreció de beber, diciendo: «Veamos si viene Elías a bajarlo.» Pero Jesús, dando un fuerte grito, entregó su espíritu. En seguida la cortina que cerraba el santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo”. (Mc.15, 32-38)
Reflexión:
- Jesús vive su fe a pleno. Recordemos que la fe también es pregunta, es duda. Esa pregunta esta dirigida a su Dios Abba: “Dios mío, Dios mío... ¿por qué me has abandonado?”.
- El silencio de Dios Padre y Madre es un silencio doliente. Se queda mudo frente a tanta crueldad, tanta injusticia, tanto dolor. También es un silencio denunciante porque deja al desnudo esa lógica perversa del poder que oprime y mata.
- Un silencio que acepta las reglas de juego de la libertad, que él mismo y Jesús han respetado hasta el final. Para amar es necesario ser libres. Un silencio para que Jesús nos siga enseñando, desde la cruz , que el amor no se impone, ni se mendiga, el amor se ofrece.
- Es un amor que deja al desnudo cómo Dios nos ama, ofreciendo su amor, por eso la cortina del templo se raja de arriba hacia abajo. Gracias a Jesús sabemos que ya no hay sagrado y profano, todo es sagrado para Dios: Toda Su creación y todos los seres humanos son sagrados para Dios porque somos sus hijas y sus hijos.
La comunidad de Lucas lo recuerda de esta manera
“Hacia el mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad, y Jesús gritó muy fuerte: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y dichas estas palabras, entregó su espíritu”. (Lc. 23,44-45)
Reflexión:
- La fe también es confiar, por eso además de la pregunta: “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?”, le dice: “Padre en Tus Manos encomiendo mi espíritu”.
- En los dos Evangelios nos dice la misma expresión: “...entregó el espíritu”. Jesús desde la cruz nos entrega Su Espíritu lúcido, sabio, valiente, compasivo, creativo, servicial... para que sigamos sumándonos a este sueño reino de Dios.
Gesto orante:
- Junto al agua y el cirio encendido, colocamos la cruz.
- Podemos respirar hondo y sentir que recibimos Su Espíritu desde la cruz. Que nuestro peregrino y peregrina de esperanza se llene de Su Espíritu.
- Nos quedamos un rato en silencio.
- Con todo lo que estamos rezando, vamos imaginar que los que recibimos ese “espíritu de Jesús” cantamos:
¿Cómo contarle a mi gente...que no marcas el destino
y no estás repartiendo por todos lados premios y castigos?
¿Cómo contarle a mi gente... que no sos un gran mago
sino que estás con nosotros luchando mano a mano.
¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado...
para sembrar tanto odio, si en tu Nombre hemos matado!
¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado...
para echarte la culpa y nunca hacernos cargo!
Si sos como el VIENTO soplando en todos lados,
alentando este sueño de un mundo más humano.
¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO, PADRE, ACEPTAR CON HUMILDAD
ESTA HUMANIDAD QUE SOMOS, TIERRA QUE ANDA, EN LIBERTAD?
Tercer paso: Contemplamos a Jesús Resucitado.
- Tratemos de ponernos en el lugar de las discípulas y discípulos. Si bien Jesús les había dicho una y otra vez que no era un “todopoderoso”, que Dios respeta nuestra libertad, por eso les insistía que “el que quiera seguirme que cargue con su cruz y me siga”, que asuma las consecuencias de sus decisiones, pero nunca esperaron este final. Estaban destrozados.
- Habrán mirado hacia el cielo muchas veces, mientras lo estaban crucificando, rogando para que Dios interviniera para frenar esa locura y crueldad, tan injusta sobre su maestro y amigo. Ese viernes y sábado estaban destruidos y con mucho miedo, porque si hicieron eso con su maestro tambien lo podían hacer con ellos y ellas.
- La comunidad de Lucas, que nos ayuda a contemplar la importancia que tenía para Jesús y para esa comunidad “las mujeres”, nos narra la experiencia de la resurrección de esta manera. Escuchemos.
“El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: el Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará.» Ellas entonces recordaron las palabras de Jesús. Al volver del sepulcro, les contaron a los Once y a todos los demás lo que les había sucedido. Las que hablaban eran María de Magdala, Juana y María, la madre de Santiago. También las demás mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles. Pero no les creyeron, y esta novedad les pareció puros cuentos. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro; se agachó y no vio más que los lienzos. Así que volvió a casa preguntándose lo que había pasado”. (Lc. 24, 1-12)
Reflexión:
- Las mujeres de madrugada, en medio de la oscuridad, arriesgándose, realizan este gesto de amor y ternura para honrar la vida de su maestro y amigo. Este Jesús que las puso de pie, que les enseñó a reconocerse dignas, hijas de Dios.
- Se encontraron con algo inesperado: “La piedra había sido removida y que no estaba el cuerpo de Jesús”. La angustia y el miedo casi las paralizó. Pero al recordar, al volver a pasar por el corazón las palabras del Maestro, sintieron en lo profundo de su ser: “¡No está aquí, ha resucitado!”.
- Cuando fueron las mujeres y les contaron lo que les había sucedido no les creyeron. La experiencia del Resucitado se vive y se contagia; pero cada uno y cada una tiene que hacer su propia experiencia. Pedro fue al lugar corriendo, vió algunos signos y se quedó con preguntas. La fe de Pedro empezaba a arder... porque las preguntas son parte de la fe, ya lo hemos dicho.
- Ese perfume que llevaban las mujeres para cuidar “el cuerpo de Jesús”, se transformó en el perfume del resucitado. Ellas iban compartiendo su buena noticia, su Evangelio de que estaba vivo y dándose cuenta o sin darse cuenta el perfume del resucitado empezó a despertar esta convicción que: “la muerte no es la última palabra, bien adentro de nosotros lo sabemos. Antes y después de ella está la vida, el amor en el final y en el comienzo”.
- Esta es la convicción que late en lo profundo de “los peregrinos y las peregrinas de esperanza” que creemos en Jesús crucificado-resucitado.
Gesto orante:
- Junto al agua, el cirio encendido, la cruz, colocamos el perfume.
- Nos quedamos en silencio, respirando ese perfume del resucitado, contemplando los otros tres símbolos.
- Nos quedamos un rato en silencio.
- Con todo lo que estamos rezando, vamos a imaginar a esas mujeres valientes que cantan con nosotros:
¿Cómo contarle a mi gente...que no nos vas probando
porque confías en nosotros y están tus huellas en mi barro?
¿Cómo contarle a mi gente... que siempre te estás "filtrando"
que estás en cada mirada, en cada gesto, en cada abrazo?
¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado:
hemos creado un ídolo tomando Tu Nombre en vano!
¡Parece mentira, Padre, cómo te hemos usado...
para crear jerarquías y divisiones entre hermanos.
Si sos como el AGUA que tanto necesitamos:
venís a nuestro encuentro en Jesús tan humano.
¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO, PADRE, ACEPTAR CON HUMILDAD
ESTA HUMANIDAD QUE SOMOS, TIERRA QUE ANDA, EN LIBERTAD?
ORACIÓN FINAL
- Al desearnos: “Feliz Pascua”, hoy lo podemos traducir de esta manera: “Felices los que lavan los pies”; “felices los que preguntan y confían como Jesús en la cruz”; “Felices los que con ternura y coraje lo descubren a Jesús vivo, como las mujeres”; “Felices los que desparraman el perfume del resucitado ahí donde están”.
- ¿Qué otros “felices” te brotan?
- ...
- Una propuesta: Esto que estuviste rezando te invitamos a compartirlo con otros como a vos te parezca mejor, a través de gestos o palabras. Visitando a otros o mandando un mensaje o llamándolo por teléfono.
- Junto con Jesús Resucitado rezamos a nuestro Dios Padre y Madre, para seguir renovando a esta peregrina y este peregrino de esperanza que habita en nosotros, como nos invita nuestro querido Francisco papa, en este año jubilar: “Padre nuestro...”
- También le pedimos a María que nos ayude a llevar este perfume del Resucitado: “Dios te salve María...”
- Durante este tiempo te invitamos a ir desparramando este perfume del Resucitado ahí donde estemos. Nosotros sabemos que no solo se trata de proclamar estos “felices los que...”, sino sobre todo vivirlos y contagiarlos.
Con alegría les ofrecemos esta celebración.
De corazón: ¡Feliz, fecunda Pascua!
Sus hermanos Federico José cp y Carlos cp
De un tal Jesús les proponemos escuchar, al menos estos tres. Pueden escuchar muchos más
- Ultima cena: Nº110 “La cena de pascua”
https://youtu.be/RIlBVV_dOI0?si=9ky7GLNW9l3VLO79
- La Cruz: Nº122 “Hasta la muerte en cruz”
https://youtu.be/sk3Gmfa1x9g?si=ScG0UBngnYGOKEJG
- El Resucitado: Nº125 “El primer día de la semana”
https://youtu.be/l6KMENBy5-U?si=ZJcJgyr6rRW2ttmh
Domingo de Ramos | 13 de abril 2025 | Federico cp y Carlos cp
“El apasionado Jesús entra a Jerusalen”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida y la de Jesus.
Nota: Necesitamos ramos de olivos o de lo que puedan conseguir y una jarra con agua. En la tercera parte vamos a bendecir los ramos y nuestra casa.
- Nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén
- · Hoy es domingo de Ramos. Hoy empezamos a hacer memoria del apasionado Jesús.
- · Los ramos que vamos a bendecir serán la memoria viva de lo que hoy celebremos. Al verlos en casa recordaremos que estamos llamados a ser fieles, como él, a nuestros pactos de amor.
- Con alegría cantemos la primera parte de: “La vida es bella”, de Teresa Parodi. Imaginemos a Jesús cantando mientras entra en ese burro en Jerusalén.
La vida es bella, bella, bella
Quién puede herirla en su primavera . Válgame Dios
La quiero en cada cosa pequeña. En cada herida que me desvela. O en esta flor
La vida es bella, bella, bella. Válgame Dios
Todas mis ganas y mis urgencias
Y mis quebrantos y mi paciencia tienen valor.
Cuando celebro su persistencia. Que me levanta, que me sustenta
Con la ilusión. La vida es bella, bella, bella Quieran o no...
La vida es bella, bella, bella Válgame Dios
Que no haya hombre. Que la detenga
Ni con el odio, ni con la guerra. Válgame Dios
Tiendo las manos con la inocencia De los que creen
En la pureza del corazón La vida es bella a pesar de todo
Quieran o no... La vida es bella, bella, bella Válgame Dios
- Con esta música en el corazón, escuchemos LA ENTRADA DE JESUS EN JERUSALEN, según la comunidad de Lucas.
“Trajeron entonces el burro y le echaron sus capas encima para que Jesús se montara. La gente extendía sus mantos sobre el camino a medida que iba avanzando. Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos comenzó a alabar a Dios a gritos, con gran alegría, por todos los milagros que habían visto. Decían: «¡Bendito el que viene, en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en lo más alto de los cielos!» Algunos fariseos que se encontraban entre la gente dijeron a Jesús: «Maestro, reprende a tus discípulos.» Pero él contestó: «Yo les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.»
Reflexión:
- · El apasionado Jesús no entra en un caballo, como hacen los guerreros, entra en un burro.
- · Jesús es fiel a sus convicciones, sabe que el amor es un ida y vuelta, se vive en reciprocidad. El amor no se impone, ni se mendiga, se ofrece.
- · Entra en Jerusalén, en el lugar donde se concentra el poder político, religioso y económico de su pueblo, en un burro, ofreciendo su verdad.
- · Por eso sigamos cantando con Jesús
Ni con exilios, ni con cadenas. Ni con miseria, ni con violencia.
Válgame Dios. Haya quien pueda acabar con ella.
La vida es bella a pesar del miedo. Quieran o no
En la sonrisa del más pequeño. O en el dolor.
Que los que atentan contra su fuerza.
Sepan que siempre la vida vuelve. Y esa razón
Hace tan vano quebrar sus alas. Ya con la cárcel, ya con las armas
Porque el amor, Vence a la muerte a pesar de todo Quieran o no...
Siembra la vida a pesar de todo Válgame Dios
Que no haya hombre. Que la detenga
Ni con el odio, ni con la guerra. Válgame Dios
Tiendo las manos con la inocencia De los que creen
En la pureza del corazón La vida es bella a pesar de todo
Quieran o no... La vida es bella, bella, bella Válgame Dios
Nos podemos preguntar:
- ¿Cómo estas ofreciendo tus convicciones, tu verdad?.
Segundo paso: Sigamos contemplando a Jesús
- · Este Jesús que entra en Jerusalén sabemos que estuvo 30 años en Nazaret y que en su bautismo en el jordán, sintió que Dios le decía: “Tú eres mi hijo, el amado, el elegido”. Y... comenzó tres años de su intensa vida pública.
- · Lo primero que hizo fue buscar amigos y amigas, crear una comunidad para decirles que ellos y ellas también son hijas e hijos de Dios, amadas y amados... para hacer una experiencia de fraternidad.
- · Muchas veces vivió experiencias como ésta que nos comparte el Evangelio de Marcos. (Mc. 5, 22-34)
“Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía.
Se encontraba allí una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho en manos de muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, pero en lugar de mejorar, estaba cada vez peor. Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. La mujer pensaba: «Si logro tocar, aunque sólo sea su ropa, sanaré.» Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana. Pero Jesús se dio cuenta de que un poder había salido de él, y dándose vuelta en medio del gentío, preguntó: «¿Quién me ha tocado la ropa?» Sus discípulos le contestaron: «Ya ves cómo te oprime toda esta gente: ¿y preguntas quién te tocó?» Pero él seguía mirando a su alrededor para ver quién le había tocado. Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, asustada y temblando, se postró ante él y le contó toda la verdad. Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.»
Reflexión:
- Jesús cree y comparte que Dios es Padre y Madre de todas y todos. Busca despertar por todo los medios que todos somos hijas e hijos de Dios, que todos tenemos la misma dignidad.
- Por eso va derribando “fronteras” todo el tiempo. Una “frontera” que los jefes de la religión de su tiempo insistían es que la enfermedad nos hace impuros. Es por culpa del enfermo o por culpa de alguien de la familia: “Alguien habrá pecado”.
- Jesús pone sus talentos al servicio de los demás para liberarnos de esas cargas. En este momento le brota sanar a esta mujer. Pero además confirma y alienta a esta mujer diciéndole: “Tu fe te ha salvado”. La empodera para que ella siga multiplicando esta buena noticia.
Nos podemos preguntar:
- ¿Estoy ofreciendo mis talentos para liberar a otros?; ¿Para seguir ayudando a caer en la cuenta que todos somos hijas e hijos de Dios?
- ...
Sigamos contemplando al apasionado Jesús. Ahora enfrentándose al poder religioso. Escuchemos lo que nos comparte la comunidad de Mateo. (Mt. 23, 1-6; 13-14)
“Entonces Jesús habló tanto para el pueblo como para sus discípulos: «Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés. Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican. Preparan pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas. Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente, y los largos flecos de su manto. Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas.
Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo. ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! ¡Guías ciegos! Ustedes cuelan un mosquito, pero se tragan un camello.”
Reflexión:
- Este Jesús valiente desenmascara la lógica perversa del poder que usa a Dios para sus propios beneficios.
- Jesús anuncia que este Dios Padre y Madre no castiga, no es un juez que nos está mirando para ver qué hacemos mal.
- Es un Dios que nos está convocando en cada amanecer a que nos demos nuevas oportunidades losunos a los otros.
- Nos alienta a que pongamos nuestro “poder” al servicio de los demás, construyendo fraternidad y así saciar el hambre de pan y de abrazo que todos tenemos.
Nos podemos preguntar:
- En estos tiempos donde muchos exacerban las divisiones y el odio: ¿Estoy favoreciendo la fraternidad?; ¿Cómo?
- ...
Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”
- Francisco papa nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.
- Los invitamos a escuchar nuevamente la canción “La vida es bella”, junto con el apasionado Jesús la cantamos. Sigamos templando nuestro corazón para la bendición de los ramos y de la casa que luego vamos a realizar.
- Cantamos-escuchamos.
1º BENDICION DEL AGUA Y DE LOS RAMOS:
- Colocamos la Jarra con agua en el centro.
- Gesto: Todos los presentes extendemos nuestras manos hacia el agua y uno hace esta oración:
“Jesús que entraste en Jerusalén en un burro,
para decirnos que el amor no se impone, ni se mendiga,
el amor se ofrece.
Bendice esta agua para recordarnos
que somos tus hijas y tus hijos.
Para recordarnos que estamos llamados a amar y a dejarnos a amar.
Jesús que con ternura alentaste y curaste a la mujer que estaba enferma
y con valentía te enfrentaste a los jefes de la religión.
Bendice esta agua, que despierte el coraje y la ternura,
que a veces están dormidos en nosotros.
Bendice esta agua, en el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu santo.
Amen
- Una vez que tenemos el agua bendita, colocamos “los ramos” que tengamos en el centro de la mesa. “El ramo” que quede en casa, pero capaz que queremos regalarle a otros ramos bendecidos. Con esa intención pensemos a quienes les queremos regalar esos “ramos”. Los colocamos en la mesa también.
- Una vez que están “los ramos” sobre la mesa. Con “un ramo” rociamos los otros ramos que están sobre la mesa y decimos:
- “Dios Padre y Madre bendice estos ramos, que nos ayuden a hacer memoria de todo lo que hoy celebramos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Amen.
2º BENDICIÓN DE LA CASA
- Con la convicción de sabernos hijas e hijos de Dios, le pedimos en este domingo de Ramos que bendiga nuestra casa, nuestro hogar.
- Vayamos a los lugares de la casa que ustedes quieran. En cada lugar, esparciendo el agua bendita con el ramo dicen:
- El último lugar que se bendice es la puerta de entrada de la casa. Ese lugar marca el umbral entre el exterior y el interior. Deseando que todos los que entren y salgan reciban la bendición de Dios, bendecimos la puerta.
- Para terminar hacemos un rato de silencio y nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
- Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
- Junto con todos ellos rezamos: “Padre nuestro...”. Le pedimos a María que nos ayude a ser fieles al apasionado Jesús. “Dios te salve María...”
Con la alegría de ofrecerles esta celebración.
Los y las abrazamos Federico José cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando...
-Los invitamos a escuchar de “Un tal Jesús” Nº 106: “Viva el hijo de David”.
https://youtu.be/T7N6ouOool8?si=1SOyY117-_xvVgQP
Pascua y Pesaj
Conmemoran Unos y Conmemoran Otros
Shalom! El Domingo 13 de Abril, en las iglesias conmemorarán la entrada de Jesús a Jerusalem. Lo harán mediante una procesión o una entrada solemne, antes de la Misa principal, y por medio de una entrada sencilla antes de las demás Misas. A la hora señalada, los fieles –con sus ramos en las manos- se reunirán en un lugar adecuado, fuera de la iglesia hacia la cual va a dirigirse la procesión. Entretanto cantarán esta antífona (u otro cántico adecuado): Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.
Mientras tanto, en los hogares judíos, las familias probablemente se levanten a desayunar un poco mas tarde que otros domingos, porque el sábado a la noche celebraron con familia y amigos la cena de la primera noche de Pesaj. Esa cena, que conmemora la salida de los israelitas de la opresión (en Egipto), se podría decir que sigue una coreografía, ya que intercala canciones y dramatizaciones con los momentos en los que se come o bebe de acuerdo a un cierto orden litúrgico.
Cristianos y judíos conmemoramos de maneras diferentes –el mismo día- dos eventos distintos, pero vinculados entre sí de varias maneras. Que la última cena coincidiese con la noche de Pesaj no es una mera casualidad. Tiene que ver con que Jesús nació y vivió como judío, igual que todos Sus apóstoles, y la mayoría de Sus discípulos, así como fueron también judíos los de la multitud que con palmas en la mano lo recibió en Jerusalem. Pero es posible que no todo lo que hoy sabemos acerca de la Semana Santa se funde exclusivamente en la tradición judía.
La primera mención a la última cena es en una epístola de San Pablo a sus seguidores en Corinto, del año 54 d.C., que transmite una tradición que dice que recibió de Jesús: Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó una hogaza de pan, y después de dar gracias, la partió y dijo: 'Esto es mi cuerpo que es partido por vosotros. Haced esto en memoria mía'. De la misma manera, después de cenar, tomó también la copa, diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre. Haced esto todas las veces que lo bebáis, en memoria de mí (1 Cor 11:23-25).
Estas palabras, que son parte de la Eucaristía, se repiten -con ligeras variaciones- en los Evangelios de Marcos, Mateo y Lucas. Son el pilar del Evangelio cristiano: la humanidad se salva de los pecados gracias al cuerpo y la sangre sacrificados de Jesús. ¿Cuál es la probabilidad histórica de que esta tradición, basada en lo que Pablo "recibió" de Jesús, represente lo que Jesús dijo en esa última cena?
En cada comida judía se parte el pan, se comparte el vino y se dicen bendiciones sobre cada uno, pero la idea de comer carne humana y beber sangre, incluso simbólicamente, es completamente ajena al judaísmo. La Torá prohíbe específicamente el consumo de sangre, no solo para los israelitas sino para cualquier persona. A Noé y a sus descendientes, como representantes de toda la humanidad, se les prohibió comer sangre (Génesis 9:4). Moisés advirtió: "Si alguno de la casa de Israel o de los gentiles que habitan entre ellos come sangre, yo pondré mi rostro contra el que come sangre, y lo apartaré del pueblo" (Levítico 17:10).
Una Eucaristía ¿sin Trans-substanciación?
Santiago, el hermano de Jesús, menciona más tarde que uno de los requisitos necesarios para que los no judíos se unan a la comunidad de Sus discípulos es que no coman sangre (Hechos 15:20). Se refería a la de animales, porque consumir carne y sangre humanas era simplemente inconcebible. Este rechazo general a la idea misma de "beber sangre" ¿no hace improbable que Jesús hubiera usado tales símbolos?
Las visiones de San Pablo pueden, quizás, haber influido sobre los primeros discípulos judíos de Jesús, aunque cuando los doce apóstoles se reunieron -después de Su crucifixión-, insistieron en que para ser uno de ellos se tenía que haber estado con Jesús desde el tiempo de Juan el Bautista hasta el de Su crucifixión (Hechos 1:21-22). Ver visiones y oír voces no eran para ellos los criterios para reconocer a alguien como un apóstol de Jesús.
Es posible que San Marcos, una década después de que se escribiese 1Corintios, haya insertado lo de "comer mi cuerpo" y "beber mi sangre" en su Evangelio, influenciado por San Pablo. Tanto Mateo como Lucas basaron luego sus narraciones en la de Marcos, pero no hay evidencia de que los seguidores judíos de Jesús, liderados por Santiago desde Jerusalem, hayan practicado alguna vez algún rito de este tipo. Como todos los judíos, santificaban el vino y el pan como parte de una comida sagrada, y probablemente conmemoraban la última comida con Jesús, antes de que las tropas romanas lo crucificaran.
Mucho antes de que existiera el canon del Nuevo Testamento, antes de que circularan los Evangelios, el primer libro de los discípulos No Judíos de Jesús fue la Didajé,. cuyo título en griego significa "Enseñanza" (La palabra hebrea Toráh también significa enseñanza, o instrucción). Es un tipo de "manual de instrucciones" cristiano primitivo, probablemente escrito para que los candidatos al bautismo cristiano lo estudiasen. Tiene muchas exhortaciones éticas, pero también secciones sobre el bautismo y la Eucaristía, la comida sagrada del pan y el vino.
¡Y ahí es donde viene la sorpresa!: Con respecto a la Eucaristía dice: daréis gracias de la siguiente manera. Primero con respecto a la copa: Te damos gracias, Padre nuestro, por la vid santa de David, tu hijo, que nos diste a conocer por medio de Jesús tu hijo. A ti sea la gloria por los siglos. Y con respecto al pan: Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús tu hijo. A ti sea la gloria por los siglos. Nada sobre el milagro de la Trans-substanciación del vino y pan en sangre y carne.
Alrededor del año 72, cuando las tropas romanas arrasaron a Jerusalem y el emperador impuso un impuesto (el Fiscus Iudaicus) a todos los que vivían entre judíos o como judíos, la Didajé súbitamente cayó en desuso. Poco después fueron escritos los Evangelios canónicos y luego establecido el cánon del Nuevo Testamento, fuertemente atravesado por estas y otras ideas atribuidas a San Pablo.
Si, como lo entendió la cristiandad del primer siglo, Jesús no hubiese enseñado a Sus discípulos la esencia de la doctrina de la trans-substanciación, ¿qué fue lo que hizo que Su Magisterio iluminase a gran parte de la humanidad? Tal vez la respuesta esté en lo que narra el Evangelio según San Juan acerca de la última cena: que Jesús se sentó a la mesa, aparentemente a una comida judía ordinaria. Después de cenar, se levantó, tomó una palangana con agua y un paño, y comenzó a lavar los pies de sus discípulos enseñando con Su ejemplo cómo un Maestro debe actuar: como lo que es: un servidor, incluso de Sus discípulos.
Su Magisterio: El camino de la humildad
La tradición judía enseña que Moisés fue el mas humilde de los hombres, y que por eso nuestro Creador le eligió para que nos saque de Egipto y nos enseñe a los israelitas el camino de la libertad. Según el profesor Yoel Ben Arieh, Jesús vino para la parte de Israel que se apartó de ese camino y para los otros pueblos, para enseñarles el camino del retorno a la verdad, el que los hará libres. Me permito agregar: el camino que les enseñó es el que cada uno -sin importar desde donde esté comenzando a andar- recorre con humildad.
En cada uno de nosotros –tanto si celebramos Pesaj como si celebramos la Pascua- hay un Egipto y un Faraón y un Moisés y una Tierra Prometida. El motivo por el cuál decimos que todos hemos sido creados a Su imagen, es decir: que estamos dotados de un pequeño grado de libertad, es para recordar que podemos elegir elevarnos por encima de nuestros egos inflados. La humildad no consiste en pensar que uno vale menos que sus semejantes. La humildad consiste en entender que es mejor pensar menos en uno y más en los semejantes.
Pésaj Saméaj para unos y Felices pascuas para otros. Bendiciones y Shalom Shalom!
5º domingo de cuaresma | 6 de abril 2025 | Federico cp y Carlos cp
“El valiente Jesús”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida
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Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén
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En este quinto domingo de cuaresma nos vamos a encontrar con Jesús valiente. Por eso, preparándonos para esta semana santa que comienza el domingo que viene, vamos a cantarle a Jesús, esta canción de Humberto Pegoraro: “Por tu libertad”. Dejémonos interpelar por su valentía. Estemos atentos a lo que nos va despertando esta canción.
POR TU LIBERTAD (P)
Humberto Pegoraro
(P) Confío en no dejar de recordarte. (P) no dejaremos nunca de nombrarte
(P) vivimos en vigilia permanente, los ojos bien abiertos al futuro
los pies clavados en nuestro presente.
(P) Caminamos las calles reclamando. (P) se alzan nuestras voces protestando
(P) tu nombre aquella fecha, tu retrato, como estandarte de nuestra esperanza
llevamos en las manos y en el llanto.
(P) Siempre anhelada eterna sed del pueblo. (P) que diariamente vamos construyendo
(P) la nuestra la de todos la esperada, pequeño y frágil brote de la vida
con sangre, sueño y lágrima regada.
(P) Caerán todos los muros construidos. (P) temblaron de temor los asesinos
(P) ya no habrá más torturas ni picanas. No habrá censura para la alegría
No enrejarán de odios las ventanas.
(P) Se hará verdad el sueño de los pobres. (P) de pan justicia y paz para los hombres.
(P) no hará mantos tejidos con olvidos, eterno vivirás en las miradas,
la lucha y el valor de nuestros hijos.
Tiempo personal:
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Te proponemos que te quedes un rato en silencio, para percibir qué te provocó esta canción: “Por tu libertad” cantada a Jesús.
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Si te miras... ¿Cómo esta tu valentía?; ¿Cómo estas enfrentando tus desafíos?; ahí en medio de todo lo que estas viviendo...
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Si te parece, lo podes escribir.
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Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
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Seguramente hemos conocido personas que consideramos valientes. Si pensamos en ellas y en ellos: familiares, amig@s, vecin@s, también gente pública, podremos reconocer que la valentía es necesaria para crecer, para ser fieles a las convicciones que sostienen y alientan nuestra vida.
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No solo a Jesús le podemos cantar “por tu libertad”, también a otras personas valientes les decimos: “Por tu libertad, Confió en no dejar de recordarte. No dejaremos nunca de nombrarte. Por tu libertad vivimos en vigilia permanente, los ojos bien abiertos al futuro los pies clavados en nuestro presente”. Su memoria, su vida nos da coraje para vivir esas convicciones que multiplican el bien, la verdad y la belleza.
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Etimológicamente la palabra “valiente” significa: “permanecer con fuerza y salud". Sabemos que en plena enfermedad podemos ser valientes o en situaciones de mucha fragilidad también. Hemos sido testigos de tantos y tantas que lo viven así. Esa “salud-fuerza” brota de esas convicciones que se van templando al atravesar miedos y dificultades. Así en nuestro corazón se van despertando “la templanza” y “la sabiduría” que nos habita.
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El valiente necesita de “coraje” para enfrentarse a los conflictos o también para vivir con serenidad los logros. La palabra “coraje” etimológicamente significa: “Lanzar el corazón hacia adelante”. Eso es lo que hacemos cuando dejamos que se despierte el coraje en nosotros, porque muchas veces esta dormido. Lanzamos el corazón hacia adelante porque confiamos en esas convicciones que nos sostienen y sobre todo porque confiamos en el Dios de la Vida.
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Agradecemos a tantos valientes a los que les cantamos con agradecimiento: “Por tu libertad caminamos las calles reclamando. Se alzan nuestras voces protestando. Por tu libertad tu nombre aquella fecha, tu retrato, como estandarte de nuestra esperanza llevamos en las manos y en el llanto”. Vayamos al encuentro de Jesús, nuestro maestro valiente.
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Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?
Segundo paso: Escuchamos el Evangelio, La Sabiduría de Jesús
Según la Comunidad de Juan 8, 1-11
“Jesús, por su parte, se fue al monte de los Olivos. Al amanecer estaba ya nuevamente en el Templo; toda la gente acudía a él, y él se sentaba para enseñarles. Los maestros de la Ley y los fariseos le trajeron una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La colocaron en medio y le dijeron: «Maestro, esta mujer es una adúltera y ha sido sorprendida en el acto. En un caso como éste la Ley de Moisés ordena matar a pedradas a la mujer. Tú ¿qué dices?» Le hacían esta pregunta para ponerlo en dificultades y tener algo de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como ellos insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra.» Se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo. Al oír estas palabras, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta que se quedó Jesús solo con la mujer, que seguía de pie ante él. Entonces se enderezó y le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?» Ella contestó: «Ninguno, señor.» Y Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.»
Reflexión:
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En las primeras líneas de este Evangelio de Juan, que acabamos de escuchar, la comunidad nos ubica: “Viene del monte de los olivos”, es decir viene de su momento de oración. Jesús sigue cultivando el amor con su Padre. Necesita una y otra vez estar en comunión con Él, compartirle sus alegrías, sus dolores, sus preguntas, sus conflictos y sus convicciones. Necesita hacer silencio y escuchar Su Presencia animante.
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En seguida nos dice que iba al templo para enseñar. Jesús, que decía con total transparencia “la verdad nos hará libres”, una de sus convicciones, ahí estaba en el lugar más público de la ciudad de Jerusalén. Muchos de los que estaban ahí podrían cantarle: “Por tu libertad, siempre anhelada eterna sed del pueblo. Por tu libertad que diariamente vamos construyendo. Por tu libertad, la nuestra la de todos la esperada, pequeño y frágil brote de la vida con sangre, sueño y lágrima regada”. Muchos sentían que sus palabras y acciones saciaban esa sed de libertad que todos tenemos.
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Como tantas otras veces, en un clima de tensión y violencia, le traen a una mujer encontrada en pleno adulterio. Una vez más el valiente Jesús, se enfrenta con lucidez, creatividad y ternura. Contemplemos a nuestro maestro.
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Con coraje, es decir “lanzando su corazón-convicciones hacia adelante”, hace estos gestos y dice estas palabras: “Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como ellos insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra.» Se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo”.
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En sus tres años de vida pública fue templando su corazón, entre logros y fracasos, dejándose sorprender por la fe de tantos y tantas, sintiendo dolor y rabia frente a tanta cerrazón, soberbia y malicia. Ese mismo Jesús que se sorprendió frente a la fe de esa viuda que entregaba sus dos monedas o que les gritaba a los fariseos y escribas: ¡raza de víboras!. Ese Jesús que se dejó lavar los pies con perfume de nardo por María o se conmueve frente a los cambios que logró hacer zaqueo.
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Su corazón valiente, se fue templando y fue despertando la sabiduría que lo habitaba. Jesús fue descubriendo que es tan importante hacer algunos gestos en silencio y también es necesario pronunciarse. Gestos y palabras que daban cuenta de sus convicciones, del Reino-Sueño de Dios. Por eso con valentía se inclinó, escribió en el suelo, se levantó lanzo la pregunta, nuevamente se inclinó y sigue escribiendo en el suelo.
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Esta vez logró cuestionarlos, con-moverlos... y se empezaron a retirar. En ese momento podrían haber cantado sus discípul@s: “Por tu libertad, caerán todos los muros construidos. Por tu libertad temblaron de temor los asesinos. Por tu libertad ya no habrá más torturas ni picanas. No habrá censura para la alegría. No enrejarán de odios las ventanas”.
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La mujer que seguía ahí de pie, le contesta que nadie la ha condenado, Jesús le dice: «Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.». Como si le dijera: “Sé valiente, seguí aprendiendo a atravesar tus miedos, tus fracasos y recupera tus sueños. Despertá esa mujer valiente que está en vos. Mujer, ¡coraje! Lanza tu corazón hacia adelante, renová tus convicciones. Seguí aprendiendo a amar!”.
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¿Qué te parece esta manera de contemplar el Evangelio?. ¿Sentís que Jesús te está invitando a ponerte de pie y así recuperar tus sueños, con valentía?.
Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.
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Francisco nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.
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Los invitamos a escuchar nuevamente la canción “por tu libertad”.
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Cantamos-escuchamos.
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Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
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Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
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Junto con todos ellos rezamos: “Padre nuestro...”. Le pedimos a María que nos ayude a reconocernos como hijas e hijos de Dios... “Dios te salve María...”
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Recemos junto con Francisco por la fraternidad universal, para que sigamos aprendiendo a ser “peregrinas, peregrinos de esperanza”.
ORACIÓN AL CREADOR
Señor y Padre de la humanidad,
que creaste a todos los seres humanos
con la misma dignidad, infunde
en nuestros corazones un espíritu fraternal.
Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.
Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno,
sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras.
Que nuestro corazón se abra
a todos los pueblos y naciones de la tierra,
para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno,
para estrechar lazos de unidad,
de proyectos comunes, de esperanzas compartidas.
Amén.
Los abrazamos Federico José cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando...
-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús” Nº 76 “La primera piedra”
¿Qué escribió con el dedo en el polvo?
Shalom! El Domingo 6 de Abril en las Iglesias se leerá del Evangelio que llevaron ante Jesús a una mujer que había sido sorprendida en el acto de adulterio. Maestro—le dijeron a Jesús—, esta mujer fue sorprendida en el acto mismo de adulterio. La ley de Moisés manda apedrearla; ¿Tú qué dices? (Juan 8: 3b-5)
Dice el Evangelio que Intentaban tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en Su contra, pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo. Como ellos seguían exigiéndole una respuesta, Él se incorporó nuevamente y les dijo: ¡Muy bien, pero el que nunca haya pecado que tire la primera piedra! (Juan 8: 6-7).
Una interpretación cristiana clásica de estos versículos es la de San Agustín de Hipona: Observad la respuesta llena de justicia, mansedumbre y verdad. ¡Qué respuesta tan sabia! La Ley debe cumplirse, que se apedree a la adúltera. Pero, ¿cómo pueden cumplirla aquellos que son pecadores? Que cada uno examine su corazón y su conciencia, y se verá obligado a reconocerse como pecador. Que se castigue a la mujer, pero no por manos de pecadores; que se ejecute la Ley, pero no por quienes también la han violado. (In Ioannis Evangelium 33: 5). Es decir que Jesús no rechazó directamente la ley de Moisés, pero la superó al enseñarles a Sus pecaminosos interlocutores a interpretarla a la luz de la misericordia de Dios.
El problema con la interpretación de San Agustín es que da a entender que la ley Mosaica no podía aplicarse en ese momento porque todos los interlocutores (judíos) de Jesús eran ellos mismos pecadores que violaban la ley. San Agustín descarta en su comentario la importancia del contexto político. La Palabra de Jesús es un llamado fraterno al arrepentimiento, pero así como la toma San Agustín, puede cambiar de sentido y entenderse como una acusación contra los judíos, señalándonos como pecadores.
Ananías el Saduceo, el enemigo de los Fariseos
En la cultura judía de Su época el adulterio era una falta grave y -en teoría- el castigo era la muerte (Levítico 20:10), pero en realidad los adúlteros NO eran ejecutados. Lo que sí se hacía era que si una mujer era sospechosa de ser adúltera pero no había testigos del acto, su marido podía llevarla al sacerdote, quien hacía que la acusada bebiera una poción hecha de polvo levantado del piso del Templo, mezclado con tinta y disuelto en agua. Se creía que si la mujer era culpable, su vientre se distenderá y su muslo se hundirá; y la mujer será maldición entre su pueblo (Números 5:11-31). Si era inocente, saldría ilesa. Por su parte la ley Romana hacía variar el castigo según el status social de la mujer. En algunas circunstancias permitía que el marido matara a su esposa, si la sorprendía cometiendo adulterio.
¿Por qué en la época de Jesús se aplicaba solamente una pintoresca ordalía, y no la pena de muerte que ordena la Ley de Moisés? Porque en ese entonces Judea era una provincia anexada al imperio romano, que permitía conservar algunas de las prácticas tradicionales, pero solamente las autoridades romanas podían ejecutar una condena a muerte. Entonces llévenselo y júzguenlo de acuerdo con la ley de ustedes-les dijo Pilato. -Solo los romanos tienen derecho a ejecutar a una persona- respondieron los líderes judíos (Juan 18: 31).
Además de los Evangelios hay otras fuentes que muestran que solo los romanos tenían el poder de dictar una condena a muerte. Una de ellas es Flavio Josefo que dice que en el año 62, tras la muerte del procurador Porcius Festus transitoriamente no hubo un gobernante romano en Judea. Mientras esperaban al siguiente procurador, el sumo sacerdote Ananías ben Ananías aprovechó para enjuiciar y ejecutar a sus enemigos. Esos meses del año 62 fueron el único momento durante el gobierno Romano en el que una corte judía dictó condenas a muerte (contra algunos Fariseos, enemigos políticos del Saduceo Ananías).
Pero este joven Ananías, que, como ya os hemos dicho, tomó el sumo sacerdocio, era un hombre audaz en su temperamento, y muy insolente; también pertenecía a la secta de los saduceos, que son muy rígidos para juzgar a los ofensores, sobre todo a los demás judíos…. reunió al Sanhedrín de los jueces, y llevó ante ellos a Santiago, el hermano de Jesús, que se llamaba el Cristo, y a algunos otros, y después de haber formado una acusación contra ellos como transgresores de la ley, los entregó para que fueran apedreados; (Josefo, Antigûedades Judías, XX:9).
¿Cómo es eso de los líderes Fariseos Y los principales sacerdotes?
¿En qué medida la sensación de que eran judíos los responsables de la ejecución de Jesús nació del rechazo ¡Judío y Romano! a los arteros crímenes legales cometidos por Ananías contra sus opositores fariseos? Sabemos que los Evangelios fueron redactados mayormente después del año 70, cuando la sensación de rechazo al proceder de Ananías (judío Saduceo) era algo todavía fresco para los Fariseos (incluyendo a San Pablo y a los discípulos judíos de Jesús), y también para sus simpatizantes de otros pueblos (los discípulos de Pablo) y los Romanos. En el año 73, después de que Roma aplastó una insurrección Judea y arrasó el Templo de Jerusalem, entró en vigencia el Fiscus Iudaicus (el impuesto romano a los que vivían como judíos o entre judíos sin serlo), que hizo que algunos de los discípulos de San Pablo se diferenciaran activamente de los judíos y se pusieran del lado romano del conflicto.
Fue una mano humana la que escribió las palabras Pronto se juntó una multitud, y él se sentó a enseñarles. Mientras hablaba, los maestros de la ley religiosa y los fariseos le llevaron a una mujer que había sido sorprendida en el acto de adulterio (Juan 8:3). No cuestiono su inspiración divina, y ni que sea la misma mano que antes escribió Cuando los fariseos se enteraron de lo que las multitudes andaban murmurando, ellos y los principales sacerdotes enviaron guardias del templo para arrestar a Jesús (Juan 7:32). Pero dudo que los principales sacerdotes (que eran Saduceos) tendieran un puente por encima de la grieta que los separaba de los Fariseos, para ponerse de acuerdo con ellos para emprender algo juntos.
Después del año 73, los miembros no judíos de la naciente Iglesia acataron la consigna política de tomar distancia respecto de todos los judíos, para no caer junto con ellos. Esta situación quizás pesó en quienes escribieron los Evangelios. En algún momento la idea de que había judíos culpables de perseguir a los discípulos de Jesús se separó del hecho histórico que le dio origen (la muerte de Santiago, el hermano de Jesús) y se unió a la narración de la condena y ejecución de Jesús.
Como resultado de ese proceso el sanguinario comandante Poncio Pilato –que ordenó Su crucifixión- quedó finalmente pintado como una persona de altos valores éticos, que quiso salvar a Jesús de los judíos. El enfrentamiento entre Saduceos y Fariseos pasó a un segundo plano, para finalmente desaparecer del radar de quienes no valoran las fuentes judaicas.
San Agustín hizo su exégesis desde una posición ideológica y teológica tan pro romana y distanciada de la raíz judía del magisterio de Jesús, que no tuvo en cuenta algunos aspectos importantes del contexto literario y de la cultura en cuyo seno sucedieron los hechos. Coherente con su posición de señalar como pecador al otro, San Agustín no dudó en solicitar la intervención del poder militar romano contra un grupo de cristianos a los que él consideraba herejes.
Al alejarse de los judíos y aliarse con el poder romano, el cristianismo se alejó de Su idea de la Paz como justicia con misericordia y no violencia, y se asoció a la idea de la Paz como consecuencia de la victoria. Si logramos sustraernos a los encantos de la poderosa redacción de San Agustín, que sirvió para que los monasterios Agustinos alfabetizaran a la cristiandad, veremos que la escena de la mujer adúltera está inmersa en una trama histórica compleja sin cuyo conocimiento es imposible conjeturar correctamente qué significó para quienes la protagonizaron.
y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres (Juan 8:32)
Por ejemplo, ¿qué podemos inferir en base a que Mas esto decían tentándole, para poder acusarle? (Juan 8:6). Ya sabemos que ningún judío -ni siquiera la casta de los funcionarios Saduceos cómplices del poder Romano- tenía el poder de condenar a muerte. De hecho, en cuanto se enteró del asesinato legal de Santiago, el hermano de Jesús, el nuevo procurador romano echó a Ananías del cargo de Sumo Sacerdote, apenas tres meses después de que lo asumiera. Podemos inferir que cualquier judío que dijese públicamente que había que ejecutar a la adúltera según la Ley de Moisés era pasible de ser condenado a muerte por sublevarse contra la ley romana. Pero cualquier judío que admitiese que la ley de Moisés ya no regía, se auto-descalificaba como guía espiritual o maestro del movimiento fariseo.
Ese era el dilema que le presentaron a Jesús, el mismo dilema que paralizaba a todos los líderes fariseos de ese momento (a diferencia de los saduceos y la casta sacerdotal, que simplemente acataban el poder romano). Pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo (Juan 8: 6b).Tal vez nunca sepamos qué escribió con Su dedo en el polvo, antes de contestar. ¿Pensó en tomar un poco de ese polvo de la tierra para preparar la bebida que la acusada debía tomar para ser juzgada? Lo que sabemos es que Su respuesta se funda estrictamente en la ley de Moisés, de la que no cambia ni una letra (ver Deut 17:7). Su interpretación personal, renuente a aplicar la pena de muerte y que busca la justicia a la luz de la misericordia es igual al pensamiento de los maestros fariseos y del judaísmo rabínico de hoy en día.
4º domingo de cuaresma | 30 de marzo 2025 | Federico cp y Carlos cp
“Llamad@s a ser peregrin@s”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida
- Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro hermano y maestro y del Viento siempre nuevo del Espíritu Santo. Amén
- En este cuarto domingo de cuaresma nos vamos a encontrar con la parábola de los dos hijos y el padre. Uno de ellos decide irse. La canción “hay que seguir andando, nomás” de Carlos Saracini cp, confiamos que nos ayudará a ir templando el corazón para contemplar nuestra vida y la de Jesús.
HAY QUE SEGUIR ANDANDO NOMAS.
Nos duele amigo hasta los huesos, y se endurecen nuestras entrañas.
Por la injusticia, la cobardía, nos va invadiendo la hipocresía.
Hay tanta bronca acumulada, tanta traición disimulada,
que se nos cierran hasta las manos, y el desencanto nos va aquietando.
Hay que seguir andando nomás, hay que seguir andando.
Muchos no están, hermano mío, y el corazón siente el vacío.
Las lágrimas corren el rostro, ellos están juntos a nosotros.
Por el dolor, la voz callada, que nos golpea, que nos aplasta.
Resiste el hombre que está enjaulado, resiste el pueblo acribillado.
Que no se cieguen nuestras miradas, que nuestra historia no está cerrada.
Son nuestro llanto, nuestra alegría, semilla abierta de nuestra vida.
Al hombre nuevo Dios va creando, con nuestro barro lo va engendrando.
Jesús camina a nuestro lado, no tengas miedo, suma tu mano.
Su Espíritu sigue impulsando a éste pueblo crucificado.
El pueblo libre será posible, muchos testigos hoy nos lo dicen:
Angelelli, Oscar Romero, Carlos Mugica, mil compañeros,
su sangre canta en nuestras cuerdas. Éste es el tiempo del hombre nuevo.
Tiempo personal:
- Teniendo en cuenta todo lo que va narrando la canción: ¿Cómo te suena ese “hay que seguir andando, nomás”?; ¿Qué le dice a tu vida, hoy?
- ...
- Si te parece, lo podes escribir.
- Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
- Esta paradoja nos puede ayudar a contemplarnos: El ser humano desde siempre ha sido “un caminante”. Necesitamos andar, recorrer caminos, los conocidos y los desconocidos. Caminamos buscando, movidos por algunos “sentidos” que están latiendo en nuestro corazón. Al mismo tiempo, paradojalmente necesitamos “detenernos”, caer en la cuenta de lo que estamos viviendo, para “metabolizar” lo que nos está pasando. Por ejemplo sentipensar lo que recién cantamos: “Nos duele amigo hasta los huesos, y se endurecen nuestras entrañas. Por la injusticia, la cobardía, nos va invadiendo la hipocresía. Hay tanta bronca acumulada, tanta traición disimulada, que se nos cierran hasta las manos, y el desencanto nos va aquietando”.
- Cada uno de estos “polos”, de esta paradoja, tiene sus “desbordes”: “El caminante” se puede volver “un vagabundo”. Andar sin rumbos, perder los sentidos. Por otro lado el desborde del “detenernos” es “estancarnos”: Hacer más de lo mismo, caer en esa rutina gris, sentir que nos da todo lo mismo. En los dos desbordes vivimos desconectadas, desconectados de nosotros mismos, de los demás, de la madre tierra, de lo que nos trasciende, de Dios.
- La vida nos convoca a ser “peregrinas, peregrinos”, es decir: “caminantes” que saben “detenerse”, aprendiendo a saborear “los sentidos” que nos han puesto en marcha. Esos “sentidos” los vamos recreando en el camino, entre dolores y alegrías, logros y fracasos, deteniéndonos por momentos y ensayando nuevos rumbos. Aprendiendo mientras caminamos y cuando nos detenemos, es decir: siendo “peregrinas, peregrinos”. Por eso podemos cantar: “Que no se cieguen nuestras miradas, que nuestra historia no está cerrada. Son nuestro llanto, nuestra alegría, semilla abierta de nuestra vida. Al hombre nuevo Dios va creando, con nuestro barro lo va engendrando. Jesús camina a nuestro lado, no tengas miedo, suma tu mano”.
- El obispo Enrique Angelelli (mártir de La Rioja, Argentina en agosto 1976) supo poner “un oído en el pueblo y el otro oído en el Evangelio”, por eso solía decir en tiempos alegres y en tiempos difíciles: “hay que seguir andando, nomás”. Angelelli es un peregrino lleno de esperanza, porque confiaba en la vitalidad y en la fe de su pueblo, en los dones que Dios le había regalado y confiaba que el “Espíritu sigue impulsando a éste pueblo crucificado. Que el pueblo libre será posible, muchos testigos hoy nos lo dicen. Confiaba que éste es el tiempo del hombre nuevo y la mujer nueva”.
- Este año jubilar, Francisco papa, nos convoca a ser “peregrinos y peregrinas de esperanza”. Sigamos cayendo en la cuenta de lo que significa este llamado. Los invitamos a interpretar el Evangelio que ahora vamos a contemplar desde esta paradoja, desde esta vocación del ser humano a ser peregrinas, peregrinos. Vayamos al encuentro de Jesús, nuestro maestro
- Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?
Según la Comunidad de Lucas15, 1-3.11-32
“Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo entonces esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte de herencia que me corresponde". Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes. Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre!". Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros". Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo". Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado". Y comenzó la fiesta.
El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que significaba eso. Él le respondió: "Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo". Él se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: "Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!". Pero el padre le dijo: "Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado"».
Reflexión:
Los dos hijos y el padre de la parábola están llamados a ser “caminantes” y a “detenerse” aprendiendo a ser “peregrinos”.
- Un detalle del texto es que cuando el hijo menor le pide la parte de su herencia, dice: “Y el padre les repartió sus bienes”. Se las repartió a los dos. El hijo menor se siente llamado por el camino, por los sentidos que lo convocaban desde lo desconocido. Se desbordó y se transformó en un “vagabundo”, se había desconectado de sus sentidos más profundos. En un momento “tocó fondo”, se detuvo y pudo volver a mirar sus raíces. Asume su responsabilidad y emprende de nuevo el camino. Este “vagabundo” volvió a ser “un caminante” recreando sus sentidos. Según él, ya no merece ser hijo y le pedirá a su padre ser un jornalero más de la finca.
- Lo sorprendió ver al padre que lo esperaba y que después de recibirlo con un fuerte y tierno abrazo, les dice a todos: “Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”. Como si dijera: “Mi hijo, este caminante que estaba vagabundeando, ahora vuelve a sentirse “un peregrino”. También le pudo haber dicho: “Hijo, al escucharte me doy cuenta que todo lo que has vivido, te ha ayudado a redescubrir los sentidos que alientan tu vida. Te arriesgaste, caminaste, te equivocaste, reconoces tus errores. ¡Has aprendido!: ¡Sos mi hijo, sos un peregrino! Hagamos fiesta”.
- El hijo mayor, que había recibido toda la herencia también, que se había quedado junto al padre, cayó en el otro desborde: “se estancó”. Sus días eran todos iguales, la rutina gris le fue apagando el alma, los sentidos por los cuales estaba ahí. Ese “hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos”, devela aquello del cumplimiento, es decir: “cumplo y miento”. Cuantas veces hacemos las cosas sin implicarnos, como si estuviéramos ajenos.
- El padre sale, ahora al encuentro de su hijo mayor y le dice: "Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo”. Como si le dijera: “Hijo, vos también sos un peregrino, vos optaste por quedarte junto a mí y te lo agradezco. Esta puede ser una oportunidad para que redescubras los sentidos profundos que te alientan a estar aquí. Entremos y celebremos todos esta vocación de los tres a ser peregrinos. Festejemos, detengámonos a saborear lo que aprendimos y también los frutos del camino: los tuyos, los de tu hermano menor y los míos. Hijo, querido, ¡hay que seguir andando, nomás!”
- ¿Qué te parece esta manera de contemplar el Evangelio?. ¿Sentís que Jesús te está ofreciendo algunas claves para mirar tu vida?.
Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.
- Francisco nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios.
- Francisco nos dice: “La esperanza cristiana no engaña, ni defrauda porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá separarnos nunca del amor de Dios. Somos peregrinos descubriendo juntos los signos de esperanza que ya estan entre nosotros. Y al mismo tiempo estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de injusticia”. Por eso los invitamos a volver a escuchar-cantar la canción: “hay que seguir andando, nomas”, con todo lo que venimos rezando.
- Cantamos-escuchamos.
- Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
- ...
- Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
ORACIÓN AL CREADOR
Señor y Padre de la humanidad,
que creaste a todos los seres humanos
con la misma dignidad, infunde
en nuestros corazones un espíritu fraternal.
Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.
Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno,
sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras.
Que nuestro corazón se abra
a todos los pueblos y naciones de la tierra,
para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno,
para estrechar lazos de unidad,
de proyectos comunes, de esperanzas compartidas.
Amén.
Los abrazamos Federico José cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando...
-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús” Nº 34 “los hijos de Efraín”
https://youtu.be/dX1mu3X7BRU?si=Gsw7yFlDslEcFGOu

Dos hermanos ¡son dos Caminos!
Shalom!
El próximo Domingo 30 de Marzo en las iglesias se leerá la parábola del retorno del hijo pródigo (Lucas 15:1-3, 11-32). Hoy en día la mayoría de los cristianos la entienden de maneras que tienen mucho que ver con nuestra cultura contemporánea, pero no tanto con el trasfondo cultural en el que Él las dijo por primera vez. Por eso, cuando -siguiendo las lecturas del Leccionario- reflexionen sobre los versículos del Evangelio, posiblemente lleguen a la conclusión de que si se arrepienten de sus pecados personales, nuestro Padre celestial los va a perdonar, como si fuesen el hijo pródigo que regresa arrepentido al hogar, buscando la compasión del Padre.
Pero ¿es este el sentido que la parábola tuvo para los que la oyeron de boca de Jesús, su Maestro? A pesar del versículo: Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. (Lucas 15:10), la yuxtaposición de otras dos parábolas (la de la oveja perdida y la de la moneda perdida) que en el texto del Evangelio preceden a la del retorno del hijo pródigo, sugieren que se trata de otra cosa que del arrepentimiento, ya que ni las ovejas ni las monedas perdidas se arrepienten.
Si hacemos el experimento mental de intentar oír la parábola tal como fue oída en su contexto inicial (judaico) descubriremos que se podría cuestionar la validez universal de diversas formas de interpretarla que están bastante difundidas hoy en día, y que tal vez el sentido que en aquel contexto inicial tuvo la Palabra de Jesús fue otro, diferente de los nuevos significados que la tradición interpretativa cristiana de estos últimos siglos ha agregado y priorizado.
En primer lugar: toda historia judía que comience con “había un hombre que tenía dos hijos” ya predispone a quien la lea u oiga desde una identidad judía a suponer que sabe cómo continuará, al referirla a las historias de Caín y Abel, la de Ismael e Isaac, la de Esaú y Jacobo. Los judíos probablemente se identifiquen en cada uno de estos casos con el hermano menor (ya que no descendemos de Caín, Ismael ni Esaú, que fueron patriarcas de otras naciones).
El retorno del hijo ¿pródigo?
Sin embargo, según la narración que nos llega sobre el retorno del hijo pródigo, fue el hermano menor el que tuvo una conducta vergonzosa, llevando una vida disoluta. Por eso, a los judíos que escucharon la parábola de boca de Jesús, les debe haber resultado chocante identificarse con ese hijo menor, y son entonces llevados -a su pesar- a considerar la posibilidad de identificarse con el hermano mayor, y de esta manera tal vez comenzar a ver las cualidades positivas de los hermanos mayores (que también las tienen) en la tradición bíblica.
Hoy en día, para los cristianos que descienden de muchos otros pueblos, este aspecto del efecto que la parábola tendría específicamente para un judío de hce dos mil años puede resultar una cuestión menor, de poca trascendencia como enseñanza espiritual, pero en mi opinión posiblemente tuvo un efecto muy contundente sobre Sus primeros discípulos, al hacerlos reflexionar sobre los valores positivos que encarna Esaú, el ancestro de los odiados Idumeos (de los que provenía la dinastía de Herodes, que Roma impuso a Judea)
En segundo lugar, aunque muchos consideren que el hijo menor se arrepiente, eso no es lo que la parábola dice. El motivo del hijo pródigo para regresar a la casa de su padre es que está desesperado por su situación económica y no vuelve por haberse hecho un planteo teológico. Aunque diga: Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. (Lucas 15:18) se trata en este caso de un alegato similar al del Faraón, que –sin arrepentirse- simplemente quiere que cesen las plagas. Entonces Faraón se apresuró a llamar a Moisés y a Aarón, y dijo: He pecado contra Jehová vuestro Dios, y contra vosotros. (Éxodo 10:16).
Tercero: es incorrecto que la generosa reacción del padre –tanto si se tratase simplemente de un amoroso padre carnal como si se tratase del Padre celestial- pudiera resultarle sorpresiva a la audiencia judía de Jesús. La cosmovisión judía ve a los padres como seres compasivos, que aman a sus hijos. Del Padre celestial se considera que una y otra vez vuelve a extender Su mano para conducir al pecador de regreso al Camino.
Cuarto: Ver en el hermano mayor al recalcitrante Fariseo que vive como un esclavo sometido a los trabajos que le impone la ley judaica, que por ese motivo se pierde de recibir el beneficio de la redención por Gracia divina, no encaja ni en la parábola ni en la tradición judía. El hermano mayor ¿no es el que siempre ha permanecido junto al Padre, y seguirá permaneciendo junto a Él? De poca importancia son los mendrugos de pan que –para dar de comer al otro- su Padre le quita a lo que algún día el hermano mayor heredará.
Haz el bien mirando a quién no se lo haces
Finalmente: Leída en conjunción con la de la oveja perdida y la de la moneda perdida, el significado inicial de esta parábola tiene que ver con lo difícil que es ser justo al contar y tener en cuenta. El pastor cuenta, reconoce y tiene en cuenta que le falta una oveja de un rebaño de cien. La mujer se da cuenta de que falta una moneda de un total de 10 monedas. El hombre que tenía dos hijos tuvo tiempo suficiente para hacer preparar un festín por el regreso del hijo pródigo, ¡pero se olvidó de hacer avisar al hermano mayor!
Es relativamente sencillo recuperar una oveja o una moneda perdidas, pero lograr que un hijo distanciado, que retorna al hogar, se sienta amado ¡es infinitamente mas difícil, e infinitamente mas importante! El olvido del Padre, que deja de hacer avisar al hermano mayor del festejo por el regreso del hermano menor, es comprensible. Pero también es comprensible que chocar contra semejante inesperada sorpresa le resulte molesto al hermano mayor. Hacer el bien es complicado y difícil. ¿Cómo puede hacer el Padre para hacer el bien a unos, sin despertar los celos de otros?
Si tenemos en cuenta el contexto en el que el Evangelio nos trae la parábola quedará mas claro que es sobre esta problemática que la parábola ofrecía una enseñanza a quienes primero la oyeron. Según narra el Evangelio Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, de modo que los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos. Él entonces contó esta parábola (Lucas 15: 1-3)
Que tus pasos y mis pasos sean nuestros pasos
Que esas hayan sido Sus enseñanzas para los que primero le escucharon no le quita validez ni importancia a lo que luego otros, provenientes de otras culturas y contextos culturales han podido recibir de Su magisterio. Si propongo aquí estas lecturas alternativas, hechas desde el amor a la tradición de mi pueblo, no es por el afán de querer tener la razón en una polémica. Lo hago solamente con el propósito de enriquecer el diálogo y refrescar la conversación, entre los que van por uno de Sus caminos y los que andamos por el otro.
Shalom Shalom
3º domingo de cuaresma | 23 de marzo 2025 | Federico cp y Carlos cp
“Cantando al sol como la cigarra...”
Primer paso: Contemplamos nuestra vida
- Jesús nos enseña que Dios es amar. Por eso necesitamos cultivar esta relación de amor. Gracias a él nos encontramos en comunión con todo, todas y todos. Nos encontramos... en el Nombre de Dios Padre-Madre, siempre presente como el sol y las estrellas; del Hijo, Jesús nuestro maestro y hermano y del Viento siempre nuevo del Espíritu. Amén
- En este tercer domingo de cuaresma la canción “como la cigarra” de María Elena Walsh nos ayudará a templar el corazón para poder contemplar nuestra vida y la de Jesús. Escuchemos-cantemos...
COMO LA CIGARRA
María Elena Walsh
Tantas veces me mataron, tantas veces me morí.
Sin embargo estoy aquí, resucitando.
Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal
porque me mató tan mal. Y seguí cantando...
Cantando al sol como la cigarra.
Después de un año bajo la tierra
Igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra
Tantas veces me borraron. Tantas desaparecí.
A mi propio entierro fui, sólo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo, pero me olvidé después
que no era la única vez. Y seguí cantando...
Cantando al sol como la cigarra.
Después de un año bajo la tierra
Igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra
Tiempo personal:
- La poeta dice: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando”: ¿En qué momentos de tu vida sentís que has vivido ese “sin embargo estoy aquí resucitando?; ¿Qué cambios tuviste que hacer para “resucitar”?
- ...
- ¿Sentís que la vida, Dios, te ha dado “nuevas oportunidades”, por eso “seguís cantando”?; ¿Cuáles son esas “nuevas oportunidades”?
- ...
- Si te parece, lo podes escribir.
- Te proponemos compartirlo. Si estas sol@, lo podes hacer después.
Reflexión:
- Esta canción de la poeta argentina, María Elena Walsh, la escribió en 1972. Ella logró expresar a través de ese “sin embargo estoy aquí resucitado”, lo que estaba viviendo en su vida personal. La vida nos invita, nos empuja, nos desafía y... vamos tratando de dar lo mejor cada día. Nos podemos sentir interpretados con ese “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo estoy aquí, resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mató tan mal. Y seguí cantando...”
- Intentamos una y otra vez vislumbrar “horizontes-sentidos” que alienten nuestro andar. “Horizontes” personales, familiares, comunitarios y colectivos. Vamos eligiendo “los caminos”, orientados por esos “horizontes-sentidos”, en un diálogo dramático en el contexto donde vivimos.
- Por ejemplo: Si nuestro “horizonte” es crear una familia o ser parte de una comunidad. Buscaremos “los caminos” que nos ayuden a ir tras ese “horizonte”. Con la salvedad de que al “horizonte” nunca llegaremos, porque damos dos pasos hacia adelante y el horizonte da dos pasos para atrás. La función del “horizonte” es hacernos caminar. El “horizonte” nos confirmará los logros y nos alentará a cambiar lo que haya que cambiar. En concreto, si nos damos cuenta que “los caminos de comunicación” en nuestra relación familiar no nos están ayudando a encontrarnos, habrá que cambiarlos, “convertirlos” en “nuevos caminos” de comunicación, porque “el horizonte” siempre nos pide más.
- Hay canciones que logran interpretar el sentir de una época, de un pueblo. Eso pasó con esta canción: “Como la cigarra”. En tiempos de la dictadura militar en argentina (1976-1983) se convirtió en un himno de resistencia social y política. Ese “tantas veces me borraron. Tantas desaparecí. A mi propio entierro fui, sólo y llorando. Hice un nudo en el pañuelo, pero me olvidé después que no era la única vez. Y seguí cantando”; expresaba lo que estaba viviendo el pueblo en pleno terrorismo de estado.
- En estos tiempos de negacionismo, de tanta violencia, de discursos de odio... nuestros “horizontes colectivos de fraternidad y justicia social” nos hacen seguir “cantando al sol como la cigarra” y así encontrar los mejores “caminos colectivos” para seguir andando. Aprendiendo de los logros y de los fracasos, como nos enseñó Eduardo Galeano, pensador Uruguayo: “Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías y también tenemos la alegría de nuestros dolores. Porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor, que por tanto amor pagamos. Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestra la pasión de andar y el amor al camino. Tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque las luchas por la justicia y la belleza valen la pena, también cuando se pierden. Y sobre todo tenemos la alegría de nuestras esperanzas, en plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano”.Vayamos al encuentro de nuestro Maestro Jesús.
- Qué me provoca esta reflexión?, ¿Qué nos hace sentipensar?
Según la Comunidad de Lucas 13,1-9
“En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: «¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera.» Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: «Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?» Pero el viñador contestó: «Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas».»
Reflexión:
- Jesús siempre recibe “la vida como viene” y a partir de eso aprende y enseña. Jesús desde esa situación: “la atrocidad que realizó Pilatos con la sangre de esos Galileos”, los convoca y nos convoca hoy a sumarnos “al Reino”, al proyecto de Dios Abba, Padre y Madre. Nuestro maestro está convencido que “el camino” y “el horizonte” es el Reino-sueño de Dios. No es sólo hacia dónde caminamos: “Horizonte”, sino cómo caminamos.
- Jesús está convencido que tiene que haber coherencia entre “el horizonte” y el “camino”. El texto dice dos veces: “Si no se convierten...”. Es una invitación a “cambiar desde adentro”, de hacernos cargo de nuestra libertad y así construir junto con otros caminos de fraternidad. Por ejemplo, si decido que mi “horizonte” sea el Reino-Sueño de Jesús, no puedo ser una persona que discrimina a otros o alguien que maltrata a los otros. Necesitamos mirarnos en verdad, “convertirnos” ypor esocambiar todo tipo de discriminación.
- Después Jesús inventa esa parábola para subrayar esta decisión de “ofrecernos segundas oportunidades”, que todos necesitamos, así como lo hace nuestro Dios Abba. Se trata de una nueva oportunidad con “abono”, cuidado y esfuerzo, con la decisión de mejorar.
- En este tercer domingo de cuaresma nuestro maestro puede cantar con nosotros: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo estoy aquí, resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal, porque me mató tan mal. Y seguí cantando” . Hoy Jesús nos puede decir: “Aquí estoy: “Cantando al sol como la cigarra”. Tengan coraje, confíen en el “horizonte” del Sueño-Reino de Dios, busquen siempre “caminos” desde el amor. Hagan creíble esta Buena Noticia que podemos ser herman@s”.
- ¿Qué te parece esta manera de contemplar el Evangelio?. ¿Sentís que Jesús te está ofreciendo alguna clave para mirar tu vida?.
Tercer paso:“Dejarnos abrazar por Dios que es AMAR”.
- Francisco nos convoca durante este año a ser “peregrinas y peregrinos de esperanza”. Esa esperanza que nace de la convicción de que somos hijas e hijos de Dios. Volvamos a escuchar-cantar: “Como la cigarra” con todo lo que venimos rezando, reflexionando.
- Cantamos-escuchamos.
- Después de un rato de silencio... nos puede brotar alguna oración de petición, de perdón, de acción de gracias... confiando que Dios, nuestro Padre-Madre nos escucha.
- ...
- Traemos al corazón aquell@s que están enferm@s... Y tambien a aquell@s que han fallecido, que han vivido su Pascua, confiando que están resucitados.
- Para finalizar nuestra celebración, en comunión con toda la iglesia y toda la humanidad sigamos rezando por Francisco esta oración “Contigo” de la hermana Liliana Franco:
Contigo, en todas las parcelas del Reino
y en la pasión por Jesús; cuando clamas
por una Iglesia menos clerical, más sinodal y misionera
y en tus horas de silencio orante y reverente ante el Sagrario.
Contigo, cuando tu buen humor,
nos hace reír a carcajadas,
y en tu sencilla osadía de proclamar, la alegría del Evangelio.
Contigo, en las tardes de dolor,
cuando te indigna la guerra
y te empeñas en extender las redes del encuentro y de la solidaridad.
Contigo, en ese desvivirte por soñar lo inédito
y abrir puertas a lo imposible;
en tu indeclinable profecía y cuando lo adornas todo de palabra y poesía.
Contigo, en este abrazo a la fragilidad,
ahora que te visita la enfermedad,
y en este ocaso sereno y confiado, en el que con tu vida,
nos revistes de esperanza.
Te queremos Papa Francisco rezamos con y por vos…”
Los abrazamos Federico José cp y Carlos cp
Les proponemos para seguir profundizando...
-Los invitamos a escuchar de “un tal Jesús” Nº 86 “La sangre de los galileos”.

Al Camino! Con esperanzas!
El Domingo 23 de Marzo en las Iglesias leerán un fragmento del Evangelio según San Lucas, que narra que Jesús les dice a Sus discípulos ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente (Lucas 13:2b-4). ¿Por qué elijo este fragmento del Evangelio para mi reflexión? Porque encuentro en ellos una ventana hacia el primer momento del Magisterio de Jesús, en el que se destaca una enseñanza netamente judía. Recordemos que está ante unos judíos que estaban allí y que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos (Lucas 13:1).
A pesar de Todo, incansablemente
¿Qué enseña Jesús a través de estos versículos? Los judíos Galileos -es decir: los oriundos de la región de Galilea- peregrinaban en aquel entonces hacia la ciudad de Jerusalem, para entregar a los funcionarios del Templo los animales y frutos de la tierra con los que los sacerdotes oficiantes hacían los sacrificios en nombre de los peregrinos. Que Poncio Pilato mezclase la sangre de tales peregrinos con la de los animales sacrificados significa que ¡Poncio Pilato asesinó a los peregrinos judíos de Galilea en el Templo de Jerusalem! ¿Qué otra cosa puede significar?
Aunque la tradición judía no recuerda esos asesinatos de algunos peregrinos Galileos en el Templo de Jerusalem –que el Evangelio menciona al pasar-, sin embargo lo recuerda a Poncio Pilato como un sanguinario y cruel asesino, que ordenó crucificar (y ejecutar de otras formas) a miles de judíos. En realidad, probablemente Pilato no cometió esos asesinatos personalmente, sino que Jesús se refiere a que ordenó a sus tropas que lo hicieran, del mismo modo que poco después tampoco crucificó a Jesús él personalmente, sino que ordenó a sus soldados que lo hicieran.
Es significativo que la tradición judía lo recuerde a Pilato como un sanguinario asesino, capaz de burlarse de lo sagrado, y capaz de ensañarse a sabiendas con inocentes:¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No. (Lucas 13:2b-3a). También es significativo que los discípulos no judíos del camino de Jesús, aquellos que optaron por distanciarse políticamente de los judíos y ponerse del lado de Roma, comenzaran a describir a ese mismo Pilato como un hombre justo, que hizo lo que pudo para salvar a Jesús de ¿la sed de sangre de Sus hermanos judíos?
Pero cuando leemos los Evangelios teniendo en cuenta el contexto histórico de los hechos que narran, y sin buscar en ellos justificaciones para aquella perimida consigna (imperialista romana) antijudía, resulta que Jesús mismo menciona los crímenes que cometió Pilato. También es significativo que Él no califique, ni juzgue ni condene a Pilato por haber cometido esos horribles crímenes. ¿Por qué los menciona como al pasar, como si fueran tan impersonales como un accidente (como el derrumbe de la torre de Siloé), sin decir que es Pilato quien debiera arrepentirse?
Que se arrepientan… ¿de qué?
¿Y por qué les dice a Sus interlocutores, judíos, víctimas de la opresión de las crucificadoras tropas romanas, que se arrepientan? Que se arrepientan ¿de qué? Vamos por partes: Que Él no se moleste en calificar los crímenes de Pilato es coherente con que -en principio- no vino para juzgar u opinar sobre lo que hicieran los Romanos, entre los cuales no buscaba discípulos. Su misión primordial, la que les encomendó a Sus apóstoles, no era por ese lado: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis,(Mateo 10:5). Su Misión era ir…antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10:6, Marcos 6:7-13, Lucas 9: 16) Su misión era para llegar primeramente en Judea y Galilea, a los descendientes de Israel dispersos por el mundo.
Por eso menciona los crímenes de Pilato como al pasar, sin calificar ni juzgarlo; y solamente invita a arrepentirse justamente a los mismos judíos que le están escuchando (Sus potenciales discípulos). Éste gran maestro y guía espiritual formado en la tradición judía, les recuerda a Sus interlocutores (y a nosotros) lo que todos deberíamos recordar, que: todos pereceréis igualmente. Y no se trata únicamente de que no estamos a salvo de la maldad del Poncio Pilato de turno. Tampoco estamos vacunados contra las desgracias, como aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató (Lucas 13:4a) que murieron, pese a no ser mas culpables que cualquiera de nosotros.
Creer que la buena salud es lo esperable y que el dolor y la enfermedad son castigos divinos por la desobediencia puede tener connotaciones dañosas. Incluso si no conectamos la enfermedad con los pecados individuales, la Biblia parece mostrar que el pecado (social) y la enfermedad (de los individuos) tienen una relación causal. Incluso si evitamos asociar la enfermedad con el pecado individual, el riesgo de tales interpretaciones es que podrían estigmatizar a las personas que ya sufren de mala salud al sugerir que de alguna manera lo merecen, aunque el libro de Job claramente muestre que algunas personas sufren sin ninguna causa por la que merezcan ser castigados de manera justa.
En principio, parecería que todos vamos a morir. Muchos caerán víctimas de la maldad humana (como los Galileos cuya sangre vertió Pilato en el Templo), otros sufrirán terribles accidentes (como los del derrumbe de la torre de Siloé) y además las enfermedades y la vejez acabarán con los demás. Pero eso no significa que todos y cada uno seamos culpables de alguna falta personal grave. ¿Por qué entonces enseña a Sus discípulos que se arrepientan? Es porque en realidad Su enseñanza NO es que todos moriremos. Su enseñanza es que si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. Es decir que aquellos de Sus interlocutores que no se arrepientan, dolorosamente perderán sus vidas por cuestiones anecdóticas e intrascendentes.
Pero Jesús es un Maestro que le pone el cuerpo a Su palabra. Aceptará el martirio y los dolores de la cruz, pero no perecerá como los de la torre derrumbada en Siloé. Con un propósito trascendente, Él entregará la vida de Su cuerpo terrenal. Pero esto todavía no contesta ¿de qué? debían arrepentirse Sus discípulos. En un contexto judío la Palabra de Jesús no fue “arrepentirse” en el sentido de reconocerse culpable de alguna culpa, como por un delito. El arrepentimiento del que habla Jesús es lo que en idioma hebreo se dice Teshuvá. Es un cambio de dirección en la vida, para volver hacia El Camino, el que para cada ser es único. Implica apartarse de lo impuro y lo inapropiado, reconocer que uno se había equivocado y ayudar amorosamente a otros a no caer en el mismo error.
Ama a tu semejante como a ti mismo
Las ovejas perdidas de la casa de Israel son las que se alejaron de Su Camino, y Jesús vino para ayudarlas para que se animen a cambiar y a encontrar su Camino de retorno a lo mejor de sí mismas. Les enseñó que NO habían perdido mientras pudieran aprender de lo sucedido, y que para guiar sus nuevos pasos fundamentalmente tenían que amar a sus semejantes como a si mismos.
Una Teshuvá es lo que hizo el rico ciudadano Romano de cultura helenista Saulo cuando volvió a estudiar con los maestros fariseos y a vivir según las leyes de su pueblo. Volvió San Pablo hacia la verdadera vida en Dios cuando dejó de perseguir a los humildes discípulos judíos de Jesús, y empezó a llevar Su enseñanza a nuestros semejantes de otros pueblos, para construir todos juntos el reino de Dios aquí en la tierra.
Si todos hiciéramos Teshuvá, todos juntos, en unión y amor, ya mismo entraríamos en los tiempos mesiánicos, pero mientras unos esperan a otros, es fundamental que no perdamos la esperanza, aunque todavía no veamos los resultados. Tal vez por eso, a continuación, el Evangelio trae la parábola de la higuera que todavía no dio frutos, quizás para explicarnos que lo último que crece del árbol, es el fruto.
Buenos pasos en el camino de retorno hacia lo mejor de ti mismo.

Perfil de Monseñor Enrique Angelelli
A continuación, se presenta un perfil de Monseñor Enrique Angelelli, basándose en la información proporcionada en las fuentes:
Datos Biográficos y Formación:
- Enrique Angelelli nació el 17 de julio de 1923 en el "viejo camino" a San Carlos, al sureste de la ciudad de Córdoba. Fue hijo de inmigrantes italianos, Juan Angelelli y Celina Carletti.
- Ingresó al Seminario "Nuestra Señora de Loreto" de la ciudad de Córdoba el 6 de marzo de 1938.
- En el Seminario de Córdoba, conoció a Monseñor Cardjin en agosto de 1946.
- Para completar sus estudios, fue enviado por la Diócesis al Pontificio Colegio Pío Latinoamericano de Roma en 1947.
- En Roma, estableció contacto personal con Monseñor Cardjin, fundador de la JOC.
- Se recibió de Licenciado en Derecho Canónico en Roma en 1948.
- Fue ordenado sacerdote y regresó a Córdoba.
Ministerio en Córdoba:
- la cercanía de Angelelli con la parroquia San José de Alto Alberdi, fue de tal magnitud que, durante un tiempo, se pensó que había sido nombrado Vicario Cooperador allí. No obstante, nunca ejerció ese rol, sino mas buien el destino pastoral que le encargó el Obispo fue de Capellán del Hospital Clínicas (sito en el mismo barrio, y desde el cual se acercaba a la parroquia)
- Durante este tiempo (1951-1952 según una fuente, hasta 1953 según otra), forjó una entrañable amistad con los jóvenes de los grupos parroquiales, entre ellos Alberto Foglizzo, Daniel Quiroga, Humberto Arrieta, Ignacio Leo, Raúl Pucheta, Anselmo Chiavassa, Humberto Anan, Antonio Sciacia, y los hermanos Antonio y Ángel Bergliaffa.
- Se menciona como posible que realizó visitas a las villas miseria de la zona, principalmente la ubicada entre las calles Deán Funes y 9 de Julio, acompañado por grupos de jóvenes.
- Si bien no sabemos que sea él quien organizó las llamadas "Misiones laicas" por el extenso radio parroquial, que consistían en visitas casa por casa para detectar casos de sacramentos no recibidos, es de mul alta probabilidad que las haya acompañado.
- En 1952, recibió múltiples nombramientos: Asesor de la JOC y de la Junta Arquidiocesana de la ACA (Acción Católica), Capellán en la Parroquia de Cristo Obrero y del Hospital Nacional de Clínicas, y Profesor de Derecho Canónico y de Doctrina Social de la Iglesia en el Seminario "Nuestra Señora de Loreto".
- Mantuvo una estrecha relación con los hermanos Bergliaffa: Enrique A. Angelelli fue nombrado Capellán en la Capilla de Cristo Obrero, (ubicada en la "Cañada" cerca del río Suquía) Después de celebrar misa en esa los domingos por la tarde,, solía visitar la parroquia San José para encontrarse con ellos y el Padre Luis Chiavassa.
- Acompañó de cerca a Ángel Bergliaffa quien se desempeñaba como secretario de la JOC a nivel diocesano (aunque esto está pendiente de doble verificación)
Relación con la Juventud Obrera Católica (JOC):
- Tuvo un papel destacado como asesor de la JOC en Córdoba.
- Estableció contacto personal con el fundador de la JOC, Monseñor Cardjin, tanto en el Seminario de Córdoba como en Roma.
- De 1944 hasta 1958, se publicaron las "Notas de pastoral Jocista" de los Asesores de la JOC a nivel nacional, y Enrique A. Angelelli hizo 3 notas en esta publicación.
- Participó en el IV Encuentro de Asesores Nacionales de la JOC en julio de 1958, donde pronunció una recordada frase autocrítica: "...debemos confesar humildemente que hemos estado alejados de la clase obrera y nos hemos presentado ante ella como una Iglesia burguesa".
Obispo Auxiliar de Córdoba y el Concilio Vaticano II:
- El 12 de marzo de 1961, fue nombrado obispo auxiliar de la Diócesis de Córdoba. Su designación fue recibida con alegría y esperanza por el clero y laicos que habían experimentado su acompañamiento espiritual, incluyendo aquellos en la JOC y centros universitarios.
- Participó en varias sesiones del Concilio Vaticano II, que se iniciaron en octubre de 1962.
- En octubre de 1964, durante el Concilio, realizó una exposición para la Constitución "Gaudium et spes", donde habló de familias que valoran la vida doméstica y tienen muchos hijos, descripción que parecía cercana a la familia de sus amigos Ángel y Hortencia.
Pastor con olor a oveja y cercanía en las periferia de la Córdoba de los '60
Testomonios dan cuenta del despliegue pastoral ejercido por Angelelli en la diócesis de Córdoba como obispo auxiliar. Elvira, de los amigos de Jesús Maestro de la congregación de las Pis Discipulas del Divino Maestro, menciona así:
"hoy [4 de agosto del 2024] estuve en un paraje que se llama Bajo Grande [sur de la ciudad de Córdoba, Argentina]. Ahí se edifico una Iglesia cuyo patrono en santo Domingo de Guzmán, se celebra el dia cuatro de agosto como antiguamente. los sacerdotes lo recordaron al Beato Enrique Angelelli con mucha devoción. un cuatro de agosto en el 1964, o '65 , tuvimos el honor que Beato Angelelli celebrara la misa en Bajo Grande"
También hay fotos y una placa recordatoria de su paso por Saldán, en las sierras chicas, en el año 1963. Y los sacerdotes de la Sociedad San Pablo, del barrio de Quisquizacate, aun recuerdan [con foto incluida] su visita en aquellos años. El p. MArtín Dolzani recuerda como se mantuvo esa ligazón afectivo pastoral, hasta despues de ser normbrado obispo de La Rioja. Siguió visitando a los paulinos para realizar encargos de impresos para el desempeño pastoral en la nueva jurisdicción a la cual había sido designado.
Obispo de La Rioja
- El 24 de agosto de 1968, fue nombrado Obispo de la Diócesis de La Rioja. Este mismo día iniciaron las deliberaciones de Medellín (CELAM).
- Como parte de su plan de renovación Pastoral, invitó a las Hermanas de San José (Josefinas) a radicarse en su diócesis en agosto de 1971. Conocía a esta congregación desde su época en la parroquia San José de Alto Alberdi.
- El 23 de noviembre de 1973, durante la visita de Mons. Zaspe como enviado del Papa Pablo VI, pronunció una frase célebre: "...pegando bien el oído a nuestro pueblo, especialmente a los pobres, a la juventud, y a la experiencia recogida en la vida de nuestros ancianos; pegando el otro oído al Evangelio y al magisterio de la Iglesia".
- En el último trimestre de 1975, realizó la visita "Ad Limina Apostolorum" al Papa Pablo VI, quien ratificó su labor pastoral.
Relación con Ángel y Hortencia Bergliaffa:
- Mantuvo una estrecha relación de amistad con Ángel Bergliaffa y su familia a lo largo de los años.
- Visitaba la casa de Ángel a mediados de la década de 1960, compartiendo alegrías, esperanzas y dificultades de su ministerio.
- Compartía un sentido del humor con ellos, bromeando sobre su calvicie y el lugar de nacimiento de Hortencia.
- Durante la enfermedad y convalecencia de Ángel en 1967, lo acompañó asiduamente en la clínica y le administró en reiteradas ocasiones el sacramento de la Unción de los Enfermos.
- Ángel consideraba el ejemplo de Monseñor Angelelli como una guía y fuente de aprendizaje.
Según la información de familiarres, en 1967, Ángel Bergliaffa fue diagnosticado con disfunción renal. Para poder esperar y programar adecuadamente una cirugía renal, tuvo que recibir reiteradas transfusiones sanguíneas. Monseñor Enrique A. Angelelli realizó varias gestiones para que la cirugía se llevara a cabo en el Hospital Nacional de Clínicas, donde él había sido Capellán. Sin embargo, estas gestiones no tuvieron éxito. Finalmente, la cirugía, que era bastante novedosa para la época, se programó de manera privada con el Doctor Urrutia. Al ser una intervención privada, resultó significativamente más costosa. Antes de la cirugía, Ángel estuvo internado. Hortencia Cadavis, su esposa, acompañó asiduamente a Ángel durante esta internación pre-quirúrgica, junto con Monseñor Angelelli. Se menciona que compartieron seguidos y profundos momentos de angustia en torno a su salud e incluso rezaban juntos en la clínica. La cirugía de riñón se realizó el miércoles 5 de julio de 1967. El postoperatorio de Ángel fue muy severo, llegando a quedar en estado clínico de coma por largos períodos, durante aproximadamente tres meses. Durante este tiempo de convalecencia, cada vez que Ángel recobraba el conocimiento, una de las enfermeras de la clínica avisaba a Monseñor Angelelli, quien en reiteradas ocasiones le administró el sacramento de la Unción de los Enfermos. Posteriormente, en noviembre de 1989, se sospechó que Ángel padecía diabetes. En diciembre de ese mismo año, se le practicó una primera operación de bypass en la ingle y la amputación del dedo anular, ambas en la pierna izquierda. Finalmente, Ángel Bergliaffa falleció el martes 25 de septiembre de 1990, a los 61 años, en el Hospital Militar. El diagnóstico de su fallecimiento fue paro cardiorrespiratorio. Es importante notar que, si bien Monseñor Angelelli intentó conseguir atención para la cirugía renal de Ángel en el Hospital Nacional de Clínicas, la intervención finalmente se realizó de forma privada. La internación pre quirúrgica sí tuvo lugar en alguna institución hospitalaria (mencionada como "la Clínica"), pero las fuentes no especifican si fue el Hospital de Clínicas. Su fallecimiento ocurrió años después, en el Hospital Militar, debido a una causa diferente. |
Fallecimiento:
- Enrique A. Angelelli falleció el 4 de agosto de 1976 en un "simulado" accidente automovilístico en La Rioja.
- Monseñor José A. Rovai asistió a su funeral.
- La familia de Ángel Bergliaffa comentó el hecho como un "asesinato", lo cual fue ratificado judicialmente años después.
Pensamiento y Legado:
- Tenía una visión de la iglesia como el "pueblo de Dios", tal como lo define el Concilio Vaticano II.
- Consideraba que la fecundidad de la iglesia reside en personas como el padre y el tío de Rubén Darío, laicos comprometidos.
- Creía que la iglesia vive en la gente que cree y puso como ejemplo cómo la gente común defendió la fe en los primeros siglos del cristianismo.
- En los años previos a su muerte, mostraba preocupación por la realidad diocesana y se sentía relegado dentro de la Curia Diocesana, quizás por su origen humilde.
- Su estrecha relación de amistad con Antonio Juan y Ángel Bergliaffa es un testimonio de su cercanía con los laicos comprometidos. Su acompañamiento espiritual dejó una huella en ellos y en otros miembros del laicado.
- Su vida y su martirio son recordados como un ejemplo de compromiso con el Evangelio y el pueblo, especialmente los más necesitados.
Testimonio de Ignacio Leo
En los fragmentos de "con Leo -.m4a", se menciona varias veces a "el pelao" en relación a Mons. Angelelli.
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"Pero sí, el pelado iba casi todas las noches porque andaba buscando monedas por ahí algunos funerales. Pasé una man iba a casa tu mamá y yo me condenaba este desgraciado a que le sebaba mate no decía gracias nunca". Estas frases sugieren que "el pelado" llegó a la parroquia en una etapa tardía y que solía visitar la casa de la madre de uno de los interlocutores, donde tomaba mate sin agradecer.
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En, al preguntar quiénes eran los amigos más cercanos de Angelelli, se menciona "con el pelao", que parece ser una deformación de "el pelado".
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En, se describe un encuentro con Angelelli poco antes de su muerte: "se bajó de su rastrojero [en una de las visitas que Mons. Angelelli realizaba, ya siendo Obispo de la Rioja, a Alto Alberdi, específicamente a la casa de las hermanas josefinas de la calle Duarte Quirós]: Llevaba cosas los pobres para allá para ... y cuando voy llegando y lo vi.., grité "peladooooo" a verlo a él". Aquí, "pelado" se refiere físicamente a Angelelli, describiendo su apariencia.
Por lo tanto, "el pelao" se refiere a Monseñor Angelelli, describiéndolo por su calvicie. Se mencionan anécdotas sobre sus visitas y su personalidad, así como una descripción física de él poco antes de su fallecimiento.